¿INSIDE JOB?

Expectativa conspiranoica: USA revelaría documentos secretos del 11S

Nadie, salvo las hordas conspiranoicas de Internet, espera que sea el propio gobierno de USA el que reconozca un trabajo interno en el atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001. Sin embargo, una eventual revelación de los documentos clasificados sobre la investigación del ataque podría encontrar pistas sobre la implicación de Arabia Saudita, socio de USA, en el episodio.

El jefe de Inteligencia Nacional de USA, James Clapper, estudia la sección clasificada del informe sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 y podría recomendar la eliminación de la etiqueta que lo cataloga como secreto, informa TASS citando a Barack Obama.
 
Según el presidente estadounidense, Clapper está cerca de finalizar con dicho proceso. Obama ha agregado que lo importante es garantizar que los documentos desclasificados no comprometan la seguridad nacional de Estados Unidos.
 
Sucede que el presidente Barack Obama está viéndose sometido a una gran presión debido a un nuevo intento por lograr que se haga público un informe secreto del Congreso sobre los supuestos vínculos entre Arabia Saudita y los atentados del 11 de septiembre de 2001.
 
Durante la última semana, las familias de las víctimas de los atentados del 11-S han criticado abiertamente al presidente Obama debido a informaciones que indican que su Administración estaría presionando al Congreso para bloquear un proyecto de ley que permitiría a las víctimas del terrorismo demandar a los gobiernos extranjeros vinculados a los ataques en suelo estadounidense. La crítica surge en un momento en que Obama se prepara para viajar a Riad por cuarta vez en su presidencia.
 
Arabia Saudita ha amenazado con vender unos 750.000 millones de dólares en activos de Estados Unidos si el proyecto es aprobado, ante la posibilidad de que el país quede vulnerable ante los tribunales de Estados Unidos, según 'The New York Times'. Muchos familiares de las víctimas del 11-S creen que Riad desempeñó un papel en los ataques, sobre teniendo en cuenta que 15 de los 19 atacantes que secuestraron los aviones eran ciudadanos saudíes.
 
Oficialmente, el informe de la Comisión del 11-S "no encontró evidencia de que el Gobierno de Arabia Saudita como institución o altos funcionarios saudíes de manera individual hayan financiado a los organizadores". Sin embargo, un informe anterior del Congreso, al que la Comisión le ha hecho un seguimiento, cuenta con 28 páginas que detallan las fuentes de dinero y la financiación de los secuestradores, documentos que han permanecido clasificados durante más de una década.
 
Las familias de las víctimas del 11-S han tratado de demandar a Arabia Saudita en los tribunales por el posible papel de Riad en los ataques, pero la ley de EE.UU. concede protección a los gobiernos extranjeros en los tribunales nacionales. El año pasado, un juez federal desestimó una demanda que alegaba que el país árabe había proporcionado apoyo material a los terroristas, al dictaminar que Riad tenía inmunidad soberana. Abogados saudíes argumentaron ante el tribunal que no existía evidencia directa que vinculase a su país con los ataques terroristas.
 
"Si alguien que amabas hubiera sido asesinado y el responsable puede quedar libre, ¿estaría de acuerdo con eso? Yo no creo que nadie lo esté", señaló Loria Van Auken en declaraciones a CBS News. Su esposo Kenneth trabajaba en la torre norte del World Trade Center y murió en los ataques.
 
La implicación de los árabes
 
Daniel Robert Graham, el presidente entre 2001 y 2003 de la Comisión de Inteligencia del Senado de USA,insiste en que Arabia Saudí desempeñó un papel determinante en los atentados del 11-S.Las declaraciones se dieron en el marco de una entrevista publicada el pasado domingo por el diario neoyorquino Daily News
 
“Creo que la acción de Arabia Saudí es reprobable y también muy reveladora”, observa el exsenador Daniel Robert Graham.
 
El exsenador Daniel Robert Graham. reaccionó ante las amenazas de Arabia Saudí de retirar sus ingentes inversiones de Estados Unidos si se desclasifica el capítulo final del informe del Senado sobre los atentados.
 
“Están asustadísimos de lo que podría salir a la luz si se llega a celebrar un juicio completo. Eso dice algo de la implicación de Arabia Saudí en el 11-S”, añade el exsenador, a menos de una semana de haber señalado la responsabilidad del reino wahabí en otra entrevista con el canal Fox News.
 
El político demócrata cargó además contra la Administración del presidente Barack Obama por defender a Riad ocultando su participación en la tragedia. “Es aun más inaceptable que el Gobierno de USA haya apoyando a Arabia Saudí y levantado obstáculos a la aprobación de la ley”, dice.
 
Ante la posibilidad de que el Congreso norteamericano apruebe la legislación que permitiría imputar ante los tribunales estadounidenses a la familia reinante en Arabia Saudí, los Al Saud, e inmovilizar sus bienes, Riad ha amenazado con vender activos en USA por valor de unos US$ 750 mil millones, publicó el sábado The New York Times.
 
El Gobierno de Obama ha movido hilos para impedir que se apruebe dicha legislación, pues, alega, pondría en riesgo a sus nacionales en el extranjero al retirar la inmunidad diplomática a los cargos políticos responsables de “muertes extrajudiciales, sabotajes aeronáuticos, tomas de rehenes, terrorismo”, y otros delitos similares.
 
El mismo día en que se dieron a conocer las amenazas saudíes, el diario neoyorquino, New York Post, publicó un artículo sobre cómo se encubrió de forma deliberada “la implicación del reino (saudí) desde los más altos niveles” del Gobierno estadounidense.
 
James Henry Fetzer, investigador y cofundador en 2005 de Académicos por la Verdad del 11-S, ha atribuido a esta última publicación una “relevancia fuera de lo común” en declaraciones a la cadena iraní Press TV, por citar fuentes directamente implicadas en las pesquisas oficiales sobre el 11-S.
 
Además del papel de Arabia Saudí, Fetzer señaló que existen sólidos indicios de que “fue una operación de inteligencia muy sofisticada que incluyó una coordinación entre la Agencia Central de Inteligencia (estadounidense, CIA por sus siglas en inglés) y el (servicio de inteligencia israelí) Mossad”, y apunta en particular a personas con doble nacionalidad israelí-estadounidense dentro del Departamento de Defensa de Washington.
 
En los atentados del 11-S, donde murieron cerca de 3000 personas, además de facilitar el expansionismo militar estadounidense, participaron, según Washington, 19 secuestradores, miembros de la banda terrorista Al-Qaeda: 15 eran saudíes, 2 emiratíes, 1 egipcio y 1 libanés.
 
Senadores como el propio Graham o Joseph R. Kerrey, este participó en la Comisión del 11-S, reclaman desde hace tiempo que se desclasifiquen 28 páginas del informe final del Congreso sobre los atentados, y aseguran que los documentos prueban que dos de los terroristas saudíes recibieron apoyo directo de Riad mientras estaban en USA.

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