FIESTA DEL CORDERO

Cuando los islámicos celebran la fe del patriarca Ibrahim

Eid al Adha o Aid al-Adha o Fiesta del Cordero, que podría traducirse como Celebración del Sacrificio, es la festividad mayor de los musulmanes (o Aid-al Kebir, que quiere decir "Fiesta Grande") que conmemora el pasaje recogido tanto en la Biblia como en el Corán, en el que se muestra la voluntad de Abraham (Ibrahim) de sacrificar a su hijo como un acto de obediencia a Dios, antes de que Dios interviniera para proporcionarle un cordero y que sacrificara a este animal en su lugar.

El domingo 11/09 el mundo musulmán inició la celebración de la Fiesta de Sacrificio (Aid al-Adha, (10 de Dhou Al Hijja 1437 de la hégira), cuando se recuerda el sacrificio del cordero enviada por Allah a Ibrahim o Abraham para que no sacrificara a su propio hijo. (En varios países de África musulmana tal como Mali, Níger, Senegal y Benin se le llama Tabaski, y en une parte de Amazighs -África del Norte- es Tafaska).

Sin duda, un relato de fe: Ibrahim o Abraham era anciano y no había tenido descendencia, y cuando lo tuvo Allah/Dios probó su fe pidiéndole el sacrificio de su único hijo, sin duda una acción simbólica del sacrificio que Dios haría años después entregando a su único hijo para morir por los pecadores.

De acuerdo al rito que siguen los islámicos, se sacrifica un cordero comprado con dinero limpio con un “cuchillo sagrado” como rescate de los pecados.

Si bien hoy día se compra el cordero ya muerto a manos de alguien habilitado de acuerdo a los ritos -puede comprarse en sitios especialmente habilitados por la ley islámica como, en Ciudad de Buenos Aires, el Centro Cultural Islámico de las 2 Sagradas Mezquitas Rey Fahd-, el animal, además de comerse en familia y entre amigos, siempre se comparte entre pobres como símbolo de reparto.

Así, el animal es cortado en 3 partes:

** para quien lo mató o compró,
** para los invitados, y
** para los pobres o necesitados.

La fiesta dura 2 días completos de fiesta, en los que se visitan los abuelos y se hacen felices a los niños, y se busca que se eliminen los conflictos y el rencor.

Para los musulmanes, Ibrahim o Abraham es el modelo de creyente. También lo es para los judíos.

Pero los musulmanes afirman que Ibrahim o Abraham tuvo un hijo con la criada de el sacrificio no concretado del hijo tuvo a Ismael como coprotagonista mientras que los judíos dicen que fue Isaac.

Hay que recordar que Ibrahim o Abraham tenía 75 años cuando salió de Harán, en la tierra de los caldeos, hacia Canaán. Él no tenía descendientes y su mujer Sara le permitió tener relaciones con su sierva Agar, según la Biblia ese hijo se llamó Ismael. Más tarde Abraham logró embarazar a Sara, y nació Isaac.

Aid al-Adha trata de Ismael. La Fiesta del Sacrificio es considerada un punto de encuentro familiar y de amigos que comienza con una oración especial en la mezquita (los musulmanes que están en La Meca concluyen la peregrinación que coincide en la fecha y rezan allí) y termina con la celebración del cordero.

En la oración, el musulmán recita los versículos que sólo pronuncia en las 2 fiestas anuales y en ocasión de un entierro, previo a que el imán inicie la oración recitando siete takbir (expresión de fe).

Tras la oración, el imán se dirige a un terreno baldío (mucalla) diciendo en voz alta "Allahu Akbar" (Dios es grande) y llevando el animal a sacrificar.

Normalmente suele celebrarse al aire libre, en las afueras de las ciudades, en una zona abierta denominada musalla.

El musulmán acude a la oración tras haber realizado la ablución mayor o gusl y haberse ataviado con su mejor ropa, limpia y perfumada. Recita unos versículos que sólo se mencionan durante las 2 fiestas anuales y en las ceremonias fúnebres.

Los musulmanes glorifican a Dios hasta que el imán inicia la oración recitando 7 takbir (Allahu akbar) y haciendo 2 prosternaciones (rakáa).

Después, el imán pronuncia una jutba (‘sermón del viernes’) a los miembros de la comunidad que se hallan presentes. Por último, se disuelve la reunión y los asistentes se besan en señal de hermanamiento y se felicitan por la fiesta.

Los musulmanes recuerdan que el Islam significa sumisión, ya que nadie mostró mejor sumisión a Dios que Abraham o Ibrahim, quien estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo como prueba de su lealtad a Dios.

El relato del Corán:

"(...) Y cuando (Ismael ) era lo bastante mayor
para ayudar en las tareas (de Ibrahim ), este dijo:
“¡Oh mi querido hijo!
¡He visto en sueños que debía sacrificarte:
considera, pues, como lo ves tú!”
[Ismael] respondió:
“¡Oh padre mío! ¡Haz lo que se te ordena:
hallarás que soy, si Allah quiere,
paciente en la adversidad!”.
Pero cuando ambos se hubieron sometido
a la voluntad de Allah,
y le hubo tendido sobre el rostro, le llamamos:
“¡Oh Ibrahim, has cumplido ya con la visión!”
Así, realmente, recompensamos a los que hacen el bien:
pues, ciertamente, todo esto fue en verdad
una prueba, clara en sí misma.
Y le rescatamos mediante un sacrificio magnífico,
y de esta forma le dejamos como recuerdo
para futuras generaciones:
“¡La paz sea con Ibrahîm!”
. (...)".

El relato judeocristiano se encuentra en el capítulo 22 de Génesis, el 1er. libro que escribió Moisés:

"(...) Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.

Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.

Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.

Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.

Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?

Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.

Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. (...)".

Dejá tu comentario