DÉFICIT DEL MODELO AGROEXPORTADOR

El campo gana dólares pero no genera mucho trabajo

Los US$8.000 millones que el gobierno de Mauricio Macri le inyectó al campo se vieron reflejados, durante la 2da. mitad del año pasado, un incremento del 25% de la producción agropecuaria, y en la mejora del 4,7% en la cantidad de gente que salió a trabajar o buscar trabajo, principalmente, en las localidades de Rosario, Ciudad de Santa Fe, Villa Constitución/San Nicolás, Río Cuarto, la parte rural de General Pueyrredón y de Bahía Blanca, en contraste con el retroceso del 0,8% en el resto del país, incluida el área urbana bonaerense, donde casi un millón de almas penan sin poder trabajar. La tasa de desocupación más alta se registra en aglomerados más asociados a la industria como Mar del Plata (10%), los partidos del Gran Buenos Aires (9,4%) y Bahía Blanca (9,2%). En cambio, en Santa Fe las exportaciones crecieron 10% y siguen con perfil agroindustrial. La recuperación del agro no repercutió con parecida intensidad en la tasa general de desocupación, al no ser mano de obra intensiva. La expectativa está puesta en la construcción y diversos servicios.

La transfusión de recursos que le hizo el gobierno al campo con las medidas iniciales de la gestión (quita y disminución de retenciones, liberación del cepo cambiario y devaluación) reportó una ganancia récord del 25% en materia de producción en 2016, según estimó el Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano (CENE), con una mejora del empleo del 4,8% en el 3° y el 4° trimestre en la provincia de Santa Fe y el interior de Córdoba y Buenos Aires, ligadas al campo, en contraste con la caída del 0,8% que se registró en el resto del país que midió el Instituto de Desarrollo Social Argentino (Idesa).

Ecolatina advierte, sin embargo, que rubros "como el agro, que muestran una fuerte recuperación, no son intensivos en mano de obra", al tiempo que señala que "hay expectativas positivas en sectores mano de obra intensivos como la construcción y diversos servicios".

Por ahora, de los 5 millones de personas desocupadas y 4,3 millones con problemas de empleo que registró el INdEC en el último reporte, nada más que 967.000 están en la provincia de Buenos Aires.

Entre el 3er y el 4to trimestre sólo en la región húmeda pampeana subió tasa de empleo y la participación laboral (+0,5 puntos porcentuales) y donde más empeoró fue en Cuyo (-1,3) y el Noreste (-1,3). La ciudad con más desocupados relativos fue Mar del Plata (10,6%), detalla el informe de Idesa, bajo la batuta del economista Jorge Colina.

El rendimiento de un 25% en un año que reportó la transferencia de ingresos al agro, vista como inversión, es consecuencia de una cosecha de granos que se estima alcance unas 120 millones de toneladas, -un 4,3% sobre el ciclo anterior-, con un avance del maíz (37 millones de toneladas, 23% más que en 2015/16) y del trigo (15 millones de toneladas, un 36% por encima del ciclo anterior). En cambio, la soja aportaría 53 millones de toneladas, un 5,4% por debajo del período previo, según señala el director del CENE, Víctor Beker.

“La política de precios implementada a partir de diciembre de 2016 daría así sus frutos: por un lado, incrementando el total de la producción agrícola; por el otro, alienta una mayor producción de trigo y maíz, en detrimento de la soja, iniciando así un proceso de “desojización”, tras más de una década en la cual se había convertido en el cultivo de mayor rentabilidad”, explica el director del CENE.

133 mil desocupados menos

Los indicadores del mercado laboral mostraron que la tasa de desempleo bajó desde el 8,5% en el 3° trimestre al 7,6% de una población activa estimada en 17 millones de personas, en el 4° trimestre del 2016.

En cantidad de desocupados sería una reducción de 133 mil, pero al mismo tiempo se observó que unas 150 mil personas dejaron de participar del mercado laboral, o sea que dejaron de trabajar o buscar activamente un trabajo. Es claro que, sin esa masiva fuga a la inactividad laboral, el desempleo habría aumentado, sostiene el informe de Colina.

Explica que las personas que deciden retirarse del mercado de trabajo a veces lo hacen por decisión voluntaria para dedicarse a tareas del hogar, a sólo estudiar o a no hacer nada.

Pero señala que, frecuentemente, se trata del efecto desaliento que genera la falta de puestos de trabajo. “Muchas personas dejan de buscar porque perciben que no van a encontrar trabajo sea por escasez general de empleos o porque consideran que no tienen las calificaciones que en el mercado laboral se demandan”, interpreta.

Atribuye en consecuencia el efecto desaliento a la débil generación de empleos, que es lo que viene prevaleciendo en los últimos años. Aclara que el proceso no es homogéneo en todo el mercado de trabajo.

No sucede ese bajón anímico en las ciudades ligadas más directamente a la producción agropecuaria de la pampa húmeda, donde el empleo aumentó (Rosario, Ciudad de Santa Fe, Villa Constitución/San Nicolás, Río Cuarto, General Pueyrredón y Bahía Blanca). Pero no alcanza para compensar la sensible caída de la ocupación en el resto del país.

En términos comparativos, sí confirma esta tendencia a la ocupación rural, ya que mientras que en el resto del país la cantidad de personas que participan del mercado laboral cayó en un -1,9%, en las localidades ligadas al campo de la pampa húmeda la gente que salió a trabajar o buscar trabajo se incrementó en un 4,7%. Es decir: mientras que en el resto del país la falta de crecimiento del empleo se traduce en caída de la participación laboral, en la zona pampeana crece tanto el empleo como la gente que entra al mercado de trabajo, apunta Idesa.

Analiza en tal sentido que la dinámica laboral positiva que caracteriza a la pampa húmeda está vinculada fundamentalmente a políticas internas, antes que a una bonanza por mejores precios internacionales. Se eliminaron las prohibiciones a exportar e importar, se normalizó el mercado cambiario y se redujo la presión impositiva (retención a las exportaciones), condiciones bajo las cuales el sector agropecuario pampeano reaccionó rápidamente y comenzó a dar resultados sociales positivos. Juega a favor la muy alta productividad del sector y procesos productivos relativamente simples.

En la publicación santafesina El Ciudadano Web se menciona que las exportaciones con salida por las aduanas de Santa Fe durante todo 2016 sumaron US$ 22.017,5 millones, lo que implica un 10,8% más que en 2015. Las ventas al exterior, a la vez, continúan siendo casi en su totalidad provenientes del complejo oleaginoso y en 2do. lugar de carnes. Los datos corresponden al informe Exportaciones por Aduanas de la Provincia de Santa Fe que difundió el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) en base a datos propios y del INdEC.

Del análisis se desprende la gran disparidad en el funcionamiento de los puertos santafesinos: San Lorenzo y Rosario son las aduanas de salida más relevantes. Ambos puntos de salida mostraron variaciones positivas en los registros respecto del año anterior. Las exportaciones a través de Santa Fe y Villa Constitución, en cambio, experimentaron importantes variaciones negativas, siendo que a la vez comercializan volúmenes menores en comparación con las dos restantes.

“Pero para replicar este proceso en las zonas urbanas del resto del país se necesitan políticas públicas más profundas y sofisticadas. Entre las fundamentales, reducir el gasto público improductivo, modernizar el sistema tributario, aumentar la inversión en infraestructura, reducir los costos laborales no salariales, desburocratizar la legislación laboral y simplificar los trámites del Estado”, puntualiza Colina, a quien la adhesión que mostró en un principio con el advenimiento del gobierno de Mauricio Macri no le impide alertar que, hasta ahora, “se observa mucha más eficacia en tomar deuda en moneda extranjera que en avanzar en la mejora de la administración tributaria y en la modernización de la gestión del sector público”.

La tasa de desocupación más alta se registra en aglomerados más asociados a la industria como Mar del Plata (10%), los partidos del Gran Buenos Aires (9,4%) y Bahía Blanca (9,2%).

Según los datos del INdEC, en 3 meses -de septiembre a diciembre de 2016- se perdieron 18 mil puestos de trabajo en el país, lapso en que la tasa de desocupación se redujo de 8,5% a 7,6% en Argentina, pero con la aclaración que 150 mil trabajadores en 3 meses dejaron de buscar empleo en Argentina, y otros 150 mil perdieron las esperanzas de conseguirlo y pasaron a estar inactivos.

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