"UNSTOPPABLE" (IMPARABLE)

María Sharapova: "Me di cuenta por qué hago esto"

La famosa tenista rusa rompió el silenció tras 15 meses de sufrir una gran suspensión por haber consumido drogas peligrosas. La ganadora de los cuatro abiertos del Grand Slam aseguró que el asunto se trató de un descuido. Hace pocos meses la rusa volvió a la cancha para seguir triunfando como siempre lo ha hecho. Maria Sharapova se dedicó a escribir "Unstoppable", su autobiografía.

María Yúrievna Sharápova es una jugadora de tenis profesional y modelo rusa. La tenista ha ocupado el número 1 del clasificación de la WTA durante 21 semanas.

En el Abierto de Australia de 2016, la rusa dio positivo por Meldonium y fue suspendida cuatro años por la Federación Internacional de Tenis, sanción que fue reducida a 15 meses.

La exN°1 del mundo, que asegura se trató de un descuido, se sinceró y aceptó que jamás se esperaba tal noticia aunque nunca pensó que fuera el final de su carrera.

“Fue impactante, sorprendente y con mucha incertidumbre, esa fue la emoción más fuerte con la que tuve que lidiar. No (retirarse), pero no sabía cuanto tiempo pasaría y eso me daba miedo”, dijo en entrevista a CNN.

Sharapova comentó que tras enterarse de la suspensión pasó mucho tiempo con su madre y que esa pausa le ayudó a confirmar su amor por el tenis.

 
Maria Sharapova se dedicó a escribir "Unstoppable" (Imparable), su autobiografía.
 Sharápova ganó cinco títulos individuales de Grand Slam: Wimbledon 2004, Estados Unidos 2006, Australia 2008 y Roland Garros 2012 y 2014. También venció en el WTA Tour Championships 2004 y fue finalista en 2007 y 2012.
 
Tuvo que pasar más de un año y tres meses para que le tenista por fin diera su postura y hablará de la suspensión que recibió por consumir sustancias prohibidas.
 
En el Abierto de Australia de 2016, la rusa dio positivo por Meldonium y fue suspendida cuatro años por la Federación Internacional de Tenis, sanción que fue reducida a 15 meses.
 
Fue impactante, sorprendente y con mucha incertidumbre, esa fue la emoción más fuerte con la que tuve que lidiar.   No (retirarse), pero no sabía cuanto tiempo pasaría y eso me daba miedo”, dijo en entrevista a CNN.
 
Cuando la rusa se enteró de la suspensión pasó mucho tiempo con su madre y en ese tiempo de descanso confirmó su gran amor por el tenis.
 
Siempre supe que tenía una pasión por el tenis, pero sabía que algún día quería sentarme en el sofá, pero la verdad se vuelve bastante aburrido”.
 
Sobre las reacciónes de otras tenistas dentro del circuito, en especial Genie Bouchard, Maria simplemente le restó importancia.
 
Si las reacciones fueran basadas en hechos, las consideraría, pero cuando parten de opiniones, no les presto atención”.
 
La mujer de 30 años vuelve este 2017 a las pistas del US Open tras vencer a Jennifer Brady en un partido que jamás olvidará.
 
“Nunca antes sentí esas emociones que me hicieron darme cuenta porque hago esto, porque trabajo duro y porque uno tolera las lesiones y fracasos. Lo hago por esos momentos”, expresó.
 

Sharápova ganó cinco títulos individuales de Grand Slam: Wimbledon 2004, Estados Unidos 2006, Australia 2008 y Roland Garros 2012 y 2014. También venció en el WTA Tour Championships 2004 y fue finalista en 2007 y 2012.

En total ha conseguido 35 títulos individuales de WTA, que incluyen 12 títulos de WTA Tier 1. Por otra parte, fue medallista de plata en la prueba individual de tenis en los Juegos Olímpicos de 2012.

En 2004, con 17 años de edad, ganó su primer Grand Slam tras vencer en la final de Wimbledon a Serena Williams por 6-1, 6-4.3​ Dos años más tarde, en 2006, ganó su segundo al derrotar en la final del Abierto de Estados Unidos por 6-4, 6-4 a la belga y n.º 2 del mundo de entonces Justine Henin.4​ En 2008, ganó el primer Grand Slam del año tras vencer en la final del Abierto de Australia por 7-5, 6-3 a la serbia Ana Ivanović.5​ En 2012, obtiene el título de Roland Garros al vencer a la italiana Sara Errani por 6-3, 6-2 y lograr así el Grand Slam de Carrera, siendo junto a Serena Williams las únicas jugadoras en activo que lo han conseguido. En el 2014, se adjudicó su segundo título de Roland Garros, y el quinto Torneo de Grand Slam de su carrera; al vencer en la definición a la rumana Simona Halep en tres sets por 6-4, 6-7, 6-4.

El 7 de marzo de 2016, anunció que dio positivo en un control antidopaje por el consumo de meldonium.6​ Por este caso, recibió una sanción de dos años por parte de la Federación Internacional de Tenis, en un comunicado difundido el 8 de junio de 2016.7​ Sharapova anunció que apelaría la decisión.Sharapova apeló la suspensión inicial de dos años impuesta por el Programa Antidopaje de Tenis en julio, fue concedido la apelación y se redujo de dos años a 15 meses.

Aunque este 3/09 Sharapova se despide del US Open eliminada por la tenista letona, Anastasija Sevastova.

Sharapova fue vencida en tres sets de 5-7, 6-4, 6-2, quien aseguró pasaje a los cuartos de final del torneo en Nueva York. El regreso de la campeona del US Open de 2006 después de una suspensión de 15 meses por dopaje terminó en la cuarta ronda ante Sevastova, la decimosexta cabeza de serie. Sevastova, que tocó por segundo año consecutivo los cuartos de final del US Open, disputará el pase a las semifinales contra la estadounidense Sloane Stephens (83ª WTA) , ganadora sorpresiva sobre la alemana Julia Goerges (N.30) por 6-3, 3-6, 6-1.

La rusa también tuvo una pobre devolución del primer servicio, con solo 23%, y pudo salvar uno de los seis puntos de quiebre que concedió.

Aunque su paso por el torneo fue corto sin duda Sharapova no se arrepiente de dar a conocer las verdaderas razones por las que en este tiempo se ausento y qué sintió en el proceso. 

En su libro "Unstoppable" (Imparable), Sharapova contó detalles de su relación con Grigor Dimitrov, actual N°8 en el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales:

"Era octubre de 2012. Terminé mi partido de cuartos de final en Beijing y tenía un mensaje de Max (mi agente). 'Gracias', le respondí, como hago siempre. 10 minutos después, recibí un segundo mensaje, lo cual me sorprendió ya que él debería estar en Miami y eran las 4 de la mañana. 'Grigor Dimitrov quiere tu número'. Miré la pantalla del teléfono sorprendida y, ¿debería decir emocionada? Metí el teléfono en mi bolsillo y me fui a la sala de masajes mientras mi entrenador no dejaba de hablarme del partido. Mi mente no estaba prestándole atención realmente. Saqué el móvil del bolsillo y tenía otro mensaje de Max. 'Grigor Dimitrov quiere tu número'.

¿Por qué dos mensajes? Le pregunté que para qué lo quería. Max me dijo: '¿Para qué? ¿Eres tonta?'. Metí el nombre de Dimitrov en Google para saber su edad. No sabía si era menor. 21. Bueno, más o menos. 'Dale mi email', le dije. Recordé a un chico caminando por Wimbledon. Alto, delgado y portando una mueca bonita, sabiéndose guapo. Recuerdo que le dije a mi entrenador que gracias a Dios él no existía en mi generación porque eso hubiera sido peligroso. Una distracción peligrosa.

Después de varios emails me pide el teléfono. Me hice la dura para dárselo. Nuestros mensajes se convirtieron en llamadas. Las llamadas en Skypes. Todo muy simple y sincero. No me daba cuenta de nada hasta que un día, después de una llamada de teléfono, Grigor me vuelve a llamar 30 segundos después y me dice: 'Lo siento, pero echaba de menos tu voz. ¿Podemos hablar por unos segundos más?'.

No sabía cuál era su ranking en esos momentos. Mi madre decía que él era mi sesión de terapia porque cada vez que hablábamos, terminaba con una sonrisa en la cara. Una noche me di cuenta que llegó a París demasiado pronto como para disputar el main draw del torneo. No me cuadraba. Miré el cuadro y él no estaba. Le busqué en la qualy y le vi. Era el 60º del mundo. Lo siguiente que recuerdo es mirar el livescore de los partidos de clasificación. Todo continuó hasta que un buen día aparece en mi puerta con un ramo de rosas y un oso gigante de peluche.

Pasamos mucho tiempo juntos los siguientes meses. Un día me preguntó si quería ser su novia. Me pilló con la guardia baja. No estaba preparada para nada así. Él me dijo que me esperaría hasta que estuviera preparada. '¿Quién es esta persona?', me preguntaba. Lo miraba y me cuestionaba: ¿Por qué este chico tan guapo, que podría estar con cualquiera, esperaría a una chica como yo que no está preparada para iniciar una relación? Le dije que sí, pero que no sabía cuándo lo estaría. Podrían ser meses. Él me respondió que me esperaría. 'Sé lo que quiero y te quiero a ti', me dijo.

Pasaron meses y ya nada podía pararnos. Le vi crecer, triunfar, sufrir, recuperarse. Arriba y abajo. Me encantaba verle jugar. Un día me vi sentada en una silla de caucho, el día de Navidad, viéndole entrenar. Sólo yo, mi mejor amiga Estelle, él y su hitting partner, un día caluroso en California que parecía cualquier cosa menos el día de Navidad. Le vi ascender en el ranking. Le vi pasar de estar en un hotel horrible en la autopista en Madrid (un hotel donde incluso las ratas no querían estar ahí) a una suite en el Cuatro Estaciones en París o en el Carlyle en Nueva York. Le vi pasar de ser un niño que viajaba en economy-plus a Australia a ser un hombre que tenía un jet privado provisto por un nuevo amigo multimillonario.

Después de un partido en Brisbane, le dio a todo mi equipo una camiseta con una frase en la que decía que deseaba un día tener un equipo como ellos. Y antes de que nos diéramos cuenta, ya lo tenía. Le vi crecer hasta convertirse en una persona capaz de tomar sus propias decisiones. Le vi hacerse un hombre.

Grigor ha sido llamado a ser el próximo Roger Federer, el próximo tal o el próximo cual. Ha sido número 8 del mundo y tiene mucho potencial. Tiene unos golpes fantásticos. La forma en la que golpea, se desliza... es inspirador. Él es capaz de hacer cosas increíbles con su cuerpo. Es un regalo, pero también una maldición. De la forma en la que es, no sólo lo tiene todo para ganar sino para hacerlo bonito. Debe ser perfecto o él no lo quiere para nada. O increíble, o fuera. Por eso él debe aún encontrar todo su potencial. (...)

Grigor me dijo recientemente -hablamos al teléfono después de que alcanzara las semis en Australia- que una de las peores cosas de la vida es tener lo correcto en el momento equivocado. Me hizo acordarme de una tarde que pasamos antes del torneo de Wimbledon 2015. Él había alcanzado las semis el año anterior derrotando a Andy Murray. Perdió ante Novak en cuatro sets. Sacó un libro que Wimbledon hace cada año de ediciones anteriores. Tranquilamente, empieza a pasar las páginas hasta que encuentra una foto de mí, sentada en su box viendo su partido. Me miró, triste -creo que con lágrimas en los ojos- y me preguntó: '¿Has visto esto? Esto significa todo para mí. Verte en mi box al lado de mi madre'.

Fue entonces, en ese momento, que toda la parte sentimental por la que estaba luchando llegó a su final. Lo supe yo y lo supo él. No podía ser esa persona en ese momento de mi vida. Se suponía que yo debía estar centrada, preparándome para mis partidos, mis triunfos y mis derrotas, en la etapa más grande de mi carrera. Vi su partido aquél día solo porque había perdido antes que él. Su buen recuerdo era uno malo mío. Lo que más significaba para él ocurrió solo porque yo había perdido.

Justo lo que él me dijo. Puedes tener lo correcto, pero puedes tenerlo en el momento equivocado".

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