SI NO SE ATACA EL GASTO PÚBLICO...

Esto ya lo viví... ojalá que termine mejor

La Argentina no sólo es pendular. También es previsible en sus errores más que en sus aciertos. Es importante recordarlo para no protagonizar engaños, en especial los que surgen del triunfalismo berreta que está en el ADN de la argentinidad, aunque Marcos Peña afirme que el autoboicot es la tradición. Fácil decirlo cuando nunca se pagó una nómina salarial.... En fin, aquí la nota de Marcelo Trovado:

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Pronóstico Bursátil). CARLOSMBIEMOS LO HIZO. La década de los '90 fue el período más espectacular en todo el siglo XX en lo relacionado a la transferencia de riqueza de América Latina a los Estados Unidos y Europa.

Fueron los años durante los cuales una importante cantidad de presidentes surgidos de elecciones sufrieron distintas suertes: algunos fueron juzgados y condenados por fraude y enriquecimiento ilícito (Fernando Collor de Mello en Brasil, Carlos Andrés Pérez en Venezuela y Abdalá Bucaram en Ecuador); otros fueron públicamente identificados con asesinatos y narcotráfico (Carlos Salinas de Gortari en Méjico), drogas y contrabando (Jaime Paz en Bolivia), y venta fraudulenta de empresas públicas (Fernando Henrique Cardoso en el Brasil).

La presidencia de Carlos Menem tuvo la particularidad de combinar todos los vicios de sus colegas presidentes, con una diferencia: mantuvo el apoyo de Wall Street, la Comunidad Económica Europea y las más importancias instituciones financieras (FMI, Banco Mundial, BID).

Comprender al menemismo es enfocarlo como un fenómeno relacionado con un patrón general de comportamiento en América Latina. Los presidentes de Méjico, Brasil, Chile, Venezuela, Ecuador, etc. sirvieron de instrumentos para hacer que la década del 90 haya sido la más lucrativa para los bancos y multinacionales de los Estados Unidos y Europa: cerca de US$ 1 trillón en ganancias, pagos de intereses de la deuda, excedentes comerciales y pagos en concepto de regalías, sumados a la venta de la mayor parte de los activos de las empresas más valiosas, y la transferencia del control del grueso de los mercados internos.

El riojano heredó una economía en rápida descomposición, una hiperinflación cercana al 5.000% y una deuda externa que rondaba los US$ 63.000 millones. Una vez en la Presidencia, cambió el mensaje populista de su campaña por un duro programa de ajuste, cuyo carácter ultraliberal provocó divisiones en la CGT y acusaciones de diversos sectores, por considerarlo contrario a los postulados del general Juan Perón.

El nuevo Presidente no hacía más que poner en marcha aquello que académicos, economistas y funcionarios estadounidenses y del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional aconsejaban, y que expresaban las necesidades y las opciones del mundo hacia el siglo XXI: disciplina fiscal, prioridad del gasto público en educación y salud, reforma tributaria, tasas de interés positivas determinadas por el mercado, tipos de cambio competitivos, políticas comerciales liberales, mayor apertura e la inversión extranjera, privatización de empresas públicas, desregulación y protección de la propiedad privada.

En 1991 fue designado ministro de Economía, Domingo Cavallo, una figura aceptada por el establishment ya que había estatizado la deuda de los grandes grupos económicos privados cuando presidía el Banco Central durante la dictadura.

Pronto el Congreso aprobarla la Ley de Convertibilidad Monetaria que fijaba la cotización del austral en razón de 10.000 unidades por US$ 1. En 1992 el Plan recuperaba el peso como unidad de cuenta nacional sobre la paridad exacta y fija con respecto al dólar. Se prohibía, además, toda emisión de moneda sin el respaldo en las reservas internacionales de divisas.

Estas medidas lograron una estabilidad económica sin inflación significativa que ofreció un clima favorable para el surgimiento de inversiones y el ingreso de capitales desde otros países, produciéndose un marcado crecimiento del PBI. Ese aumento estuvo caracterizado por el incremento del sector servicios, mientras el PBI industrial se contraía y se privatizaba la economía.

La estabilidad económica fue, entonces, sólo aparente, ya que la capacidad de emplear mano de obra disminuía y se cerraban incontables establecimientos industriales.

Durante su gobierno la deuda externa pública se multiplicó desde los US$ 45.000 millones que había dejado el gobierno de Raúl Alfonsín, hasta llegar finalmente en el 2000 a US$ 145.000 millones.​

En los servicios públicos las privatizaciones produjeron mejoras de calidad en algunos rubros (electricidad, telefonía), mientras que en otros el impacto fue negativo, como en los transportes ferroviarios, este último en particular por el cierre masivo de los servicios de pasajeros de larga distancia, ocurrido el 10 de marzo de 1993. Si bien los servicios de trenes privatizados urbanos del área metropolitana y cargas en general registraron leves mejorías, finalmente con la crisis de 2001 y la devaluación, desnudaron las frágiles condiciones contractuales que llevaron a las empresas a la quiebra, el posterior vaciamiento de su infraestructura y finalmente a un deterioro del servicio en parte sostenido por subsidios.

Al mismo tiempo, los principales inconvenientes económicos generados por esta política fueron una disminución de la competitividad basada en el tipo de cambio y un crecimiento del desempleo.

En el siguiente chart se puede observar claramente como el mercado bursátil, quien siempre se anticipa, hasta las elecciones de medio término donde gana holgadamente el menemismo el valor creció 250% (desde la Ley de Convertibilidad puesta en marcha). Post elección corrige 30%. Rebota un 37% y vuelve a caer un 26%. Luego otro rebote con nuevo récord del 46% y cuando la economía pasaba por su "mejor momento". Desde Junio 1992 hasta Octubre (sólo en 4 meses) el #Merval cae un 65%, generando bancarrotas históricas.

En ese momento (Abril hasta Octubre) se escuchaban voces de nuevos máximos, inversiones extranjeras y demás cantos de sirena. Casi con la misma fuerza y voluntarismo que se escucharon esta semana en el Coloquio de Idea en Mar del Plata.

Dicho esto, la semana pma.pda. decíamos en nuestra anterior editorial: "La inflación núcleo no cede del 2% mensual y no debe de sorprendernos porque además de la consabida carga impositiva, cadena de valor y perspectiva de incremento de los combustibles, del presupuesto 2018 no se desprende que el Déficit Fiscal se ajuste mucho, sino que si hilamos fino es muy probable que a lo largo del año se incremente....."

Finalmente el dato que arrojó en INdEC fue de 1,9%, que salvo raras excepciones y en el marco del Coloquio Marplatense se le dió muy poca trascendencia.

La Ley de Convertibilidad duró 10 años, sustentado sobre tres factores claves:

> el permanente endeudamiento,
> privatizaciones y
> el buen contexto internacional.

Terminó en una crisis, hasta ahora inolvidable.

Hoy, ya en pleno siglo XXI, y luego de haber vivido las dos circunstancias parecidas, es decir, Cambiemos heredó un país destrozado y quebrado. El Menemismo había heredado una país desmadrado en sus cuentas públicas y en medio de una hiperinflación. Y si se han tomado el trabajo de leer hasta aquí podrán apreciar que las semejanzas con aquel plan de Cavallo son llamativamente muy parecidas, lo que se debe evitar entonces es un final aún peor que el de aquel 2001/2002.

Quizá no sea el momento oportuno para desarrollar esta idea, porque inversiones van a llegar, el rebote de la economía se va a sostener, no sabemos por cuanto tiempo, pero se va a sostener. Y mucho menos aún cuando nadie quiere escuchar malas noticias.

Lo decimos hoy Octubre 13 de 2017, si no se ataca el Gasto Público de manera agresiva, sino dejamos de emitir deuda para tapar agujeros, sino dejamos de subsidiar cosas que salvo los planes sociales, que no puede esperar, están atrasadas y desfasadas, este proceso tendrá un final mucho peor que el estallido de la Convertibilidad.

En términos de renta variable ya lo sostuvimos en anteriores semanas, no vemos rotación de carteras, no vemos correcciones pequeñas, no vemos sino una gran distribución y venta de especies que estaban "guardadas en los cajones" y aprovechando el clima de euforia se pudieron armar movimientos de salida, caso Boldt (de $3.- a $12.-) en 10 minutos, Celu, Carc, Capu, por mencionar algunas y hasta le toque a CADO (Carlos Casado si les dan los tiempos)

Las líderes están agotadas, aunque les quedan algunas marcas más por batir antes del final, 10% para ganar, 65% para perder, Usted elija si vale la pena.

Post elecciones y a mediados de Noviembre cuando las bolsas del mundo comiencen la corrección, sino antes, nuestro mercado sufrirá una caída similar o mayor (dependerá del tipo de cambio) al chart anterior.

Luego vendrá la etapa del desánimo, la apatía, donde los precios "allá bien abajo" van a lateralizar muchos meses, porque será el tiempo de la acumulación, ahí si y de verdad los fondos extranjeros van a comprar, pero el mercado va a amagar a subir y seguirá lateral, la acumulación es lenta. Y, finalmente, un día arrancará el nuevo ciclo alcista donde superaremos los 30.000 puntos de Merval.

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