LA OPERACIÓN DEL SIGLO

China oferta a Arabia Saudí por el 5% de Aramco

Aramco es la joya de la corona saudí y la mayor compañía petrolera del mundo. Sus reservas estimadas rondan los 266.000 millones de barriles. Con esta cantidad se podría cubrir la demanda mundial de crudo durante casi 9 años. Aramco equivale a 7 Exxon Mobil. La familia real saudí anunció en 2016 que vendería el 5% de la empresa. China ha puesto sobre la mesa una oferta para comprar el paquete que tendría un valor de US$ 100.000 millones (85.000 millones de euros). En los últimos meses la fecha de salida ha bailado en el calendario de los saudíes. Últimas informaciones de Bloomberg retrasaban el inicio de cotización a 2019, algo que Aramco desmintió para después asegurar que sus planes seguían en marcha para 2018.

El príncipe Mohamed bin Salman, heredero de la corono saudí, estimó el valor de Aramco en 1,7 billón de euros o un equivalente a US$ 1,99 billón.

Si se multiplica los 266.000 millones de barriles que tienen de reserva por 7 euros –un valor estándar que usan los analistas- el resultado se aproxima a la estimación de la corona.

“Basándonos en los balances de Riad, Aramco tuvo en 2016 ingresos de cerca de 145.000 millones provenientes del crudo y de la exportación de productos refinados, cuando el precio de barril rondaba los 38 euros de media”, ha dicho Fareed Mohamedi, economista jefe del Rapidan Group, a Reuters.

“Si el precio sube a 60 el barril y tenemos en cuenta que los precios operacionales de Aramco son de los más bajos del mundo, no resulta difícil que puedan superar los 100.000 millones al año”, ha añadido.

Desde la nacionalización de Aramco en los años '80, las cuentas públicas saudíes han tenido una fuerte dependencia del petróleo y el desplome del precio del crudo desde 2014 ha herido la economía del reino. En 2016 pidieron un préstamo a 5 años, el primero desde 1991, y se aplicaron los primeros recortes en subsidios y gasto social. Los problemas de vivienda y desempleo – en un país donde la mitad de la población tiene menos de 25 años- comenzaron a hacerse evidentes.

Para acabar con esta situación, Arabia Saudí ha apostado por lo que han llamado “Visión 2030”, una reforma económica basada en la diversificación, inversión y privatización. Muchos son pesimistas con el resultado futuro: es muy difícil crear en apenas 13 años un país competente con una industria solvente para no depender del crudo.

China ha puesto sobre la mesa una oferta para comprar el paquete de 5% de la petrolera saudí Aramco, la más grande del mundo, según ha informado Reuters.

5% el porcentaje que la compañía sacará a Bolsa en 2018 y cuyo valor ha estimado en 85.000 millones de euros o US$ 100.000 millones.

Sin embargo, se desconoce el monto de la oferta lanzada por el gigante asiático. Según la agencia, este movimiento permitiría a Aramco obtener liquidez y barajar mejor las opciones para su futuro.

La ofensiva de Aramco provocaría que Exxon Mobil deje de ser la mayor petrolera cotizada pero la comparaciónno es justa: Exxon no alcanza la mitad de la producción de Aramco ni llega al 10% de las reservas de los saudíes.

PetroChina y Sinopec, las petroleras estatales del país bajo el mandato de Xi Jinping, han escrito en las últimas semanas a Arabia Saudí para mostrarle su interés en llegar a un acuerdo de compra privado, según Reuters.

“Los chinos quieren asegurarse el suministro de crudo. Están dispuestos a hacerse con el 5% o incluso más ellos solos”, ha asegurado una una fuente citada por la agencia.

La posible oferta no ha recibido todavía una respuesta por parte de Riad. De aceptarse la oferta ¿se cancelaría la salida a Bolsa de la petrolera?

Según Reuters, Corea del Sur, Japón y Rusia también están interesados en el 5% de Aramco.

Una alianza entre China y Arabia Saudí haría más fuerte a la petrolera, en días cuando quiere afianzar su poder en China, el 2do. mayor consumidor de crudo del mundo.

En agosto los saudíes iniciaron conversaciones para llegar a un acuerdo con PetroChina para invertir en una refinería en el sur de la república popular, con lo que se asegurarían una participación en la planta que procesa 260.000 barriles de petróleo por día.

La oferta de China coincide en el tiempo con informaciones de las que se ha hecho eco el Financial Times que aseguran que el país del Golfo Pérsico estaría estudiando retrasar su salto a la Bolsa hasta 2019. Esto fue desmentido por Aramco, que ha respondido oficialmente afirmando que sus planes siguen adelante.

Aramco y el banco de inversión estadounidense Moelis & Co, contratado para para asesorar en el proceso, trabajan en una operación 'dual track', en la que no se descarta ni la salida a Bolsa ni la posibilidad de cerrar una operación al margen del mercado.

Una fuente estrechamente relacionada con el proceso de salida a Bolsa ha asegurado que una colocación privada, como la que ofrecen los chinos, combinada con su debut en Bolsa en Arabia Saudí sería “más fácil de gestionar, aumentaría la valoración de la compañía y reforzaría el desarrollo del mercado saudí”.

Sin embargo, renunciar a la Bolsa de Londres o Nueva York supondría alejar la atracción de los grandes fondos de inversión internacionales.

Si Aramco decide renunciar a su estreno en la Bolsa británica supondrá un revés para la primera ministra británica, Theresa May, que impulsó cambios en el sistema de la Bolsa de Londres para atraer a empresas estatales como la petrolera de la corona saudí.

De acuerdo con el diario económico, May tenía prevista una visita al país del Golfo Pérsico para convencer a los saudíes de que la Bolsa del Londres era la mejor opción para la Oferta Pública de Venta.

Arabia Saudí aprovecha su posición dominante en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para que los miembros cumplan con los recortes de producción de 1,8 millón de barriles al día, aprobados en mayo. Si la OPEP se mantiene firme, el precio del crudo irá remontando hasta el año que viene, que es lo que tienen en mente los sauditas.

El más reciente movimiento saudí en materia económica es, según Bloomberg, aumentar el precio doméstico del combustible. El Gobierno fijará el coste en función de las variaciones internacionales lo que se podría traducir en un incremento del 80% o, lo que es lo mismo, 0,36 centavos más por litro. Esta subida prevista para noviembre, “como muy tarde”, será la 2da. desde 2015.

Una situación económica y social complicada.

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