LA NOCHE DE LOS CRISTALES ROTOS

Cuando el nazismo avisó

En 1935, las Leyes de Nuremberg definieron a los judíos por raza y obligaron la separación total de los "arios" de los "no arios". El 09/11/1938, los nazis destruyeron sinagogas y las vidrieras de tiendas cuyos dueños eran judíos por toda Alemania y Austria (Kristallnacht). Estas medidas apuntaban a la segregación legal y social de los judíos de los alemanes y austriacos. 'Kristallnacht', el comienzo de la 2da. Guerra Mundial en 1939 y la invasión de la Unión Soviética en 1941 marcaron la transición a la era de la destrucción, en la cual la 'limpieza racial' fue una cuestión de Estado.

 

Adolf Hitler se convirtió en el líder del Partido Nazi en 1920, y 10 años más tarde fue el comandante de los camisas pardas, las Sturmabteilung o SA (sección de asalto, brazo militar del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei o NSDAP).

Hitler llegó al Ejecutivo alemán en 1933 cuando el entonces presidente, Paul von Hindenburg, lo nombró, a su pesar, canciller (jefe de Gobierno), y un año más tarde Hitler creó el cargo de Führer.

Los judíos en Alemania no siempre vivieron un calvario. La agresión y el rechazo fueron progresivamente aumentando a medida que el nazismo comenzaba a adoptar una postura mucho más radical.

La política nazi dividía a la nación en razas, para Hitler todos los grupos, razas o pueblos tenían rasgos que se transmitían de generación en generación. Muchos de ellos eran perseguidos por considerar que no pertenecían al cuerpo histórico y cultural del país, como fue el caso de los judíos, gitanos, discapacitados, homosexuales y testigos de jehová, entre otros.

La tensión comenzó en 1933: los nazis acusaban a los judíos de todos los problemas de Alemania, desde la pobreza hasta la derrota en la 1ra. Guerra Mundial, y en abril comenzó el boicot laboral que, entre muchas cosas, prohibió a los judíos ser empleados del gobierno.

La noche de los cristales rotos

En mayo de 1935, se prohibió a los judíos ingresar en el Ejército y ese mismo año, la propaganda anti-judía apareció en tiendas y restaurantes de Alemania. Más tarde, a medida que aumentaba el desprecio, los judíos fueron apartados de todas las profesiones liberales, apartándolos de la educación, política, formación universitaria y/o de la industria.

Además el 15 de septiembre de 1935 fueron aprobadas las Leyes de Nüremberg, las cuáles definían exacta y detalladamente qué personas eran consideradas judías, más allá de su religión: esto se hizo para identificarlas ya que dichas leyes prohibian todo tipo de unión entre alemanes y judíos, tanto por matrimonio como por relación sexual.

Según Nüremberg, había distintos porcentajes de judío, por ejemplo: Tener 3 abuelos judíos y 1 abuelo alemán era considerado judío 100%, pero tener 2 abuelos judíos y 2 alemanes era considerado mestizo (judío al 50%). Si se tenía 1 abuelo judío era considerado Mischlinge o mestizo al 25%.

Un no judío que simpatizara o se convirtiera al judaismo sería considerado judío al 100%, sin embargo un judío que se convirtiera a otra religión cristiana (católicos o protestantes) también era considerados judío.

En agosto de 1938 fueron cancelados todos los permisos de residencia para extranjeros de un instante a otro, por lo tanto todos se vieron obligados a pasar por la ventanilla para renovarlos. En octubre del mismo año Hitler ordenó sacar de sus casas a más de 17.000 judíos de origen polaco, estos fueron transportados hasta la frontera con Polonia, pero cuando su país natal tampoco quiso aceptarlos, estos quedaron a su suerte varados durante semanas en tierra de nadie.

La noche de cristales rotos

El 07/11/1938 un polaco que se encontraba en París se enteró de lo que le estaban haciendo a aquellas familias en Alemania (entre ellas la suya), y no pudo contener su enojo. El joven Herschel Grynszpan compró un revólver y fue decidido hasta la Embajada Alemana en la capital Francesa, allí solicitó hablar con el secretario, Ernst vom Rath, a quien le disparó tres tiros en el abdomen. Tres días más tarde, el 9 de noviembre, Rath murió.

Al nazismo esto le vino como anillo al dedo, hace tiempo que Hitler en conjunto con su ministro de propaganda, Joseph Goebbels, habían organizado cuidadosamente un linchamiento judío, el cual no podía lanzarse así nomás, por lo que el atentado de un judío contra un alto funcionario alemán fue la excusa perfecta, y el 9 de noviembre por la noche comenzó todo.

La SA, las tropas paramilitares, inundaron las calles, 1.574 sinagogas judías fueron incendiadas, 7.000 tiendas judías fueron saquedas, miles de domicilios fueron asaltados, más de 100 judíos fueron golpeados hasta su muerte y 30.000 más fueron arrastrados hacia Mauthausen, uno de los complejos de campos de concentración más grandes de la zona nazi de Europa.

La noche de los cristales rotos

Tras los incidentes, el gobierno nazi impuso una multa de 1.000 millones de marcos a la comunidad judía de Alemania, también fueron obligados a limpiar y reparar los desperfectos y se les prohibió cobrar los seguros por los daños, en su lugar el gobierno confiscó los pagos de las aseguradoras.

Fueron 48 horas de brutales ataque que marcaron el inicio de la "solución final". Un año más tarde, a fines de 1939, comenzó oficialmente el Holocausto, es decir, cuando los campos de trabajo o concentración, pasaron a ser de exterminio, y el genocidio judío se volvió algo enormemente masivo y por mucho tiempo, imparable.

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