PRIMERA DIVISIÓN

La Superliga prepara cambios en su formato para después del Mundial

El campeonato de Primera División “Superliga Argentina de Fútbol” tendrá demasiados cambios después de la disputa del Mundial Rusia 2018. Entre el 1º de abril y el 30 de junio, los participantes de Primera deberán tramitar la licencia, cumpliendo con una serie de requisitos organizativos y monetarios que serán tenidos en cuenta para la próxima temporada. Los clubes de Primera División deberán cumplir algunos requisitos que les exigirá la Superliga, a partir de abril, y que se implementarán desde la próxima temporada. Entre esos requisitos, los clubes no pueden incorporar jugadores si tienen deudas, algo que la Superliga evaluará muy de cerca, para poder darles una “licencia”. Con miras al segundo semestre, cobra mucha fuerza la posibilidad de programar un campeonato corto –similar al que se jugó en 2016– junto con la vuelta de los hinchas visitantes a las canchas. El plan para impulsar un certamen dividido en dos zonas está en marcha. Se trata de un proyecto que está ligado al calendario que propone la Copa Libertadores, la Sudamericana y el Mundial de Clubes organizado por la FIFA. Aunque se pensaba que iba a suceder desde 2020, luego de la progresiva decantación a 22 participantes, la idea de organizar un Torneo de Transición comenzó a tomar cuerpo en los pasillos de la AFA a fines de 2017 y avanzará seguramente en los próximos meses.

A partir de la última semana de enero se pondrá en marcha la segunda parte de la Superliga Argentina de Fútbol 2017/2018 que lo tiene puntero a Boca Juniors con puntaje ideal y aunque restan quince fechas para su finalización ya se piensa en un cambio de formato.

A partir de su reanudación, los clubes de Primera División deberán cumplir algunos requisitos que les exigirá la Superliga, a partir de abril, y que se implementarán desde la próxima temporada.

Entre esos requisitos, los clubes no pueden incorporar jugadores si tienen deudas, algo que la Superliga evaluará muy de cerca, para poder darles una “licencia”.

A partir del 1º de abril y hasta el 30 de junio, los clubes podrán iniciar el trámite para conseguir su licencia. Otras de las exigencias de la Superliga, y que están avaladas por la AFA, tienen que ver con cuestiones organizativas e internas de cada club como ser una buena profesionalización en sus estamentos.

En cuanto a la organización, la Superliga quiere que los clubes tengan mejores recursos en diferentes aspectos como seguridad, prensa, marketing, operaciones y dirección deportiva y también que los cuidados médicos se den tanto en el fútbol profesional como en el juvenil. Además, será obligatorio que los clubes cumplan con el Reglamento de Prevención contra la Violencia en Espectáculos Deportivos. 

El proyecto que la Superliga quiere comenzar a implementar luego del Mundial de Rusia, incluye además la creación de Órganos de Control para lo económico-financiero y la infraestructura para realizar un seguimiento sobre los temas contables mensuales y los pedidos de modificaciones en instalaciones y predios.

Si los clubes no cumplen con los pedidos y exigencias de la Superliga recibirán sanciones que pueden ser: multas, quita de puntos, partidos a puertas cerradas, inhabilitación de estadio, prohibición de inscribir jugadores y suspensión o quita de la licencia. 

Con miras al segundo semestre, cobra mucha fuerza la posibilidad de programar un campeonato corto –similar al que se jugó en 2016– junto con la vuelta de los hinchas visitantes a las canchas.

El plan para impulsar un certamen dividido en dos zonas está en marcha. Se trata de un proyecto que está ligado al calendario que propone la Copa Libertadores, la Sudamericana y el Mundial de Clubes organizado por la FIFA.

Aunque se pensaba que iba a suceder desde 2020, luego de la progresiva decantación a 22 participantes, la idea de organizar un Torneo de Transición comenzó a tomar cuerpo en los pasillos de la AFA a fines de 2017 y avanzará seguramente en los próximos meses.

Con cuatro descensos y dos ascensos, serán 26 los equipos que intervendrán en la próxima Superliga. De esa manera, la competición tendría dos grupos de 13 conjuntos cada uno, con un Interzonal clásico por fecha.

El armado sería parecido al certamen que ganó Lanús a mediados de 2016 y restaría definirse cómo se implementará la clasificación para las copas internacionales de 2019. 

En cuanto al regreso de los hinchas visitantes, los clubes no estarán obligados a recibirlos. La decisión dependerá de quienes sean locales, de la cantidad de socios abonados y la capacidad de los estadios. Extraoficialmente, Boca, River, Rosario Central y Newell’s, por ejemplo, ya avisaron que no podrán ceder localidades a simpatizantes de otros equipos.  

Los amistosos de verano y la final de la Supercopa del 14 de marzo próximo entre Boca y River serán pruebas que marcarán el futuro de la iniciativa y el convencimiento o no de los organismos de seguridad.  

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