DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

8 de Marzo: La Lucha sigue, hoy son otras las consignas

Hoy 43 años después de la oficialización del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, la lucha por la igualdad, integridad y respeto del sector femenino sigue más vigente que nunca en busca de nuevas conquistas. Pero cabe recordar qué llevó a las mujeres a empoderarse hace 100 años ¿Qué cosas no podían hacer hace un siglo y hoy es algo cotidiano?

“El sexo débil”, “Las mujeres son para estar en la casa”, “las mujeres no deben trabajar”, estas y muchas otras frases han perseguido vehementemente a las féminas desde el origen de las civilizaciones. Usadas, vejadas y hasta tratadas como objetos sexuales y domésticos, la lucha se emprendió desde finales de 1800 por la igualdad de condiciones en todos los aspectos, incluso por vestir unos simples pantalones.

Hoy 43 años después de la oficialización del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, la lucha por la igualdad, integridad y respeto del sector femenino sigue más vigente que nunca en busca de nuevas conquistas.

Pero echemos un vistazo hace 100 años atrás y recordemos cuales han sido las batallas más significativas de las mujeres para lograr un mundo más prolijo y parejo entre hombres y mujeres.

A continuación 5 cosas que no podían hacer las mujeres hace 100 años. Pero hay mucho aún porqué luchar y que igualar, esperemos en 100 años estas barreras invisibles morales y sociales hayan sido eliminadas por completo.

Las reglas de la moral y la costumbre, y los roles de género, limitaron históricamente la libertad de las mujeres para vestirse a su antojo.

En las sociedades occidentales los pantalones eran una prenda masculina, y no fue hasta entrado el siglo XX cuando se empezaron a considerar apropiados para las mujeres.

Por ejemplo, Francia no abolió formalmente la obsoleta prohibición de usar pantalones en la capital, París,  hasta 2013. Aunque las normas y presiones morales sobre el aspecto físico todavía perduran , hoy la libertad es mayor que hace 100 años.

2 Votar

El voto es un derecho que se da por sentado hoy en día en muchas partes del mundo. Sin embargo, hace 100 años las mujeres no podían votar en muchos países.

El voto femenino fue permitido por primera vez para todas las mujeres en Nueva Zelanda en 1893. Mientras que en Australia, Finlandia, Noruega y Dinamarca lo aprobaron entre 1902 y 1915.

Los años pasaron y este derecho llegó a América Latina, siendo Ecuador el primer país en consagrar una ley de voto femenino, donde ciertas condiciones aplicaban: las mujeres tenían que ser alfabetizadas y mayores de 21 años para poder sufragar.

3 Formar parte de las Fuerzas Armadas

Aunque las dos guerras mundiales supusieron un avance en este sentido, las mujeres participaron mayoritariamente en roles que no eran de combate.

Pero fue en la década de los 70 cuando el reclutamiento de mujeres al ejército se hizo regular en Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Francia. En Alemania, al igual que muchos países latinoamericanos, las mujeres no alcanzaron un estatus militar completo hasta el año 2000.

4 Divorciarse

Hoy en España el único requisito para poder divorciarse en la actualidad es que hayan pasado tres meses desde la fecha del matrimonio. 

Pero no siempre las cosas fueron tan “sencillas”. Además del linchamiento moral que significaba el divorcio en 1914, las mujeres tenían que probar maltrato físico o adulterio, incluso ambos, para poder disolver la unión civil.

Fue tan drámatica esta batalla por la igualdad que incluso la violación no era considerada, ya que se estipulaba como tener relaciones sexuales forzadas con otra mujer que no fuese la esposa. 

En Reino Unido, la ley de Causas Matrimoniales, de 1923, permitió por primera vez a las mujeres solicitar el divorcio en caso de adulterio del cónyuge, algo que hasta ese momento solo podían hacer los hombres.

En la región el último país en legalizar el matrimonio fue Chile, en 2004.

5 La planificación familiar

La imagen castrante de la iglesia católica sobre las mujeres se extiende hasta la fecha desde la Edad Media, condenando cualquier práctica que interfiriera la concepción e incluso tildándolas de brujería.

Aunque la existencia y utilización de métodos anticonceptivos se remonta a tiempos antiguos, su situación legal ha ido variando.

En Estados Unidos, por ejemplo, la contracepción fue legal durante la mayor parte del siglo XIX, pero en 1873 el Congreso ilegalizó la circulación de anticonceptivos a nivel federal.

La hostilidad de algunos gobiernos a los métodos anticonceptivos se plasmó en numerosos ejemplos como el de Argentina, donde la Junta Militar que estuvo en el poder desde 1976 a 1983 prohibió por decreto cualquier práctica de control de natalidad.

el desarrollo de la píldora, promovida en sus inicios por la activista estadounidense Margaret Sanger, amplió notablemente la disponibilidad de anticonceptivos en países occidentales a partir de 1960, pero no todos la recibieron con los brazos abiertos

En América Latina, por su parte, estos avances médicos, así como las preocupaciones por el rápido crecimiento de la natalidad y su impacto sobre los recursos, provocaron un importante cambio de políticas, por lo que facilitaron el acceso a estos desde la década de los 70.

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