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Alzheimer: los medicamentos ayudan a controlar los síntomas

Si bien se sabe que el Alzheimer aún no tiene cura, existen 2 tipos diferentes de medicamentos que tienen como tarea primordial ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad. Desde Mayo Clinic mencionan diversos consejos sobre la enfermedad.

El Alzheimer es la forma más común de la demencia. Demencia es un término general para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de la demencia.

Actualmente, se estima que 5,4 millones de personas en USA tienen la enfermedad de Alzheimer. Para el año 2050, el número de personas en los Estados Unidos con la enfermedad puede alcanzar a los 16.000.000.

Debido a que un 70% de aquellas personas que padecen del Alzheimer viven en sus hogares, el impacto de esta enfermedad se extiende a millones de familiares, amigos y cuidadores.

La enfermedad de Alzheimer es un diagnóstico desalentador, pero trabajar en estrecha colaboración con el equipo de atención médica a fin de encontrar las mejores estrategias para controlar los síntomas puede ayudarte a enfrentarla y a vivir mejor.

Los medicamentos para la enfermedad de Alzheimer podrían ser una estrategia para ayudarte temporalmente a controlar la pérdida de la memoria, los problemas de pensamiento y razonamiento, y el funcionamiento diario. Desafortunadamente, los medicamentos para la enfermedad de Alzheimer no funcionan para todas las personas y no pueden curar la enfermedad ni detener su progresión. Con el tiempo, dejan de tener efecto. 

Se siguen llevando a cabo investigaciones sobre los medicamentos más efectivos para la enfermedad de Alzheimer. Si no puedes tomar los medicamentos autorizados o estos no funcionan contigo, consulta al médico si podrías ser candidato para un ensayo clínico.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de USA (FDA, por sus siglas en inglés) ha autorizado 2 tipos de medicamentos específicamente para el tratamiento de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Por un lado, Inhibidores de la colinesterasa y por el otro Memantina.
 
Dichos medicamentos están autorizados para ciertas etapas de la enfermedad de Alzheimer. Las etapas leve, moderada y grave se basan en los puntajes de las pruebas que evalúan la memoria, la conciencia temporal y espacial, el pensamiento y el razonamiento.
 
No obstante, los médicos podrían recetar medicamentos contra el alzhéimer para otras etapas de la enfermedad diferentes a las autorizadas por la FDA, porque las etapas de la enfermedad de Alzheimer no son exactas, las reacciones personales a los fármacos varían y existen pocas alternativas de tratamiento.
 
Si el médico receta medicamentos como parte del plan de atención para la enfermedad de Alzheimer, es importante que entender bien los posibles riesgos y beneficios de esos fármacos según la situación personal.
 
Es importante saber que no están autorizados para el deterioro cognitivo leve. Esta afección, que implica cambios sutiles en la memoria y el pensamiento, puede ser una etapa de transición entre los cambios normales de la memoria propios de la vejez y la enfermedad de Alzheimer. Muchas personas con deterioro cognitivo leve —aunque no todas— terminan por padecer alzhéimer u otro tipo de demencia.  
 
Los ensayos clínicos para probar si los fármacos contra la enfermedad de Alzheimer evitarían el avance desde el deterioro cognitivo leve al alzhéimer, en general, no han mostrado beneficios duraderos.
 
Una manera en la que la enfermedad de Alzheimer daña el cerebro es mediante la disminución de los niveles de acetilcolina, sustancia química que es importante para el estado de alerta, la memoria, el pensamiento y el razonamiento. Los inhibidores de la colinesterasa mejoran la cantidad de acetilcolina disponible para las neuronas porque evitan su descomposición en el cerebro.
 
Los inhibidores de la colinesterasa no pueden revertir la enfermedad de Alzheimer y tampoco detienen la destrucción de las neuronas. Estos medicamentos terminan perdiendo eficacia debido a que, a medida que avanza la enfermedad, las células cerebrales en decrecimiento producen menos acetilcolina. 
 
Los efectos secundarios frecuentes son, entre otros, náuseas, vómitos y diarrea. Iniciar el tratamiento con una dosis baja y aumentar progresivamente a una dosis más alta puede ayudar a reducir los efectos secundarios. Tomar estos medicamentos con alimentos también podría ayudar a reducir al mínimo los efectos secundarios.
 
Las personas que padecen ciertos tipos de arritmia cardíaca no deben tomar inhibidores de la colinesterasa.
 
Los inhibidores de la colinesterasa que frecuentemente se recetan son tres:
 
•Donepezil (Aricept) es el único medicamento contra la enfermedad de Alzheimer autorizado para tratar todas las etapas de la enfermedad. Se toma en forma de pastilla una vez al día.
•Galantamina (Razadyne) está autorizada para tratar las etapas leve a moderada de la enfermedad de Alzheimer. Se toma en forma de pastilla una vez al día, o como cápsula de liberación prolongada dos veces diarias.
•Rivastigmina (Exelon) está autorizada para tratar las etapas leve a moderada de la enfermedad de Alzheimer. Se toma en forma de pastilla. Existe también un parche cutáneo que puede servir para tratar la etapa grave de la enfermedad de Alzheimer.  
 
La FDA autorizó la memantina (Namenda) para el tratamiento de las etapas moderada a grave de la enfermedad de Alzheimer. Funciona porque regula la actividad del glutamato, otra sustancia química que interviene ampliamente en las funciones cerebrales, como el aprendizaje y la memoria. Se toma en forma de pastilla o jarabe. Los efectos secundarios frecuentes son mareos, dolores de cabeza, confusión y agitación.
 
La FDA también autorizó una combinación de donepezil y memantina (Namzaric), que se toma en forma de cápsula. Los efectos secundarios incluyen dolor de cabeza, mareo, náusea y diarrea.
 
Debido a que el alzhéimer es progresivo, los síntomas y el plan de atención médica cambiarán con el paso del tiempo. Si tomas un medicamento para la enfermedad de Alzheimer, como parte de la revisión continua de tu plan de atención médica deberás colaborar con el médico para decidir por cuánto tiempo continuarás tomando los medicamentos.
 
El efecto de los medicamentos para la enfermedad de Alzheimer generalmente es moderado, por lo que tal vez sea difícil saber si te ayudan. Sin embargo, tampoco puedes saber si tus síntomas serían más fuertes sin el medicamento.
 
Antes de suspender los medicamentos para el alzhéimer, habla con tu médico y avísale si tu afección empeora después de suspenderlos.
 
 
 
Consejos de salud por Mayo Clinic

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