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Aerolíneas Argentinas utiliza empresas offshore para no pagarle a AFIP

Los K y los M se acusan mutuamente de tener empresas offshore, tal como si fuese un delito en sí mismo. Pero tanto los K como los M han multiplicado las empresas offshore para que Aerolíneas Argentinas no tribute a la Administración Federal de Ingresos Públicos, lo que provoca sorpresa en muchos y la conclusión de que la hipocresía es la moneda corriente en la política criolla: el Estado tiene privilegios que se castigan si los practica el privado.

Aerolíneas Argentinas es el grupo aerocomercial que controla las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas, cuyo accionista es el Estado argentino desde que se lo robó/estafó al ex Grupo Marsans en un turbio proceso de expropiación que aprobó el Poder Legislativo doméstico. Por entonces, Marsans era un holding español bastante fuerte pero, consecuencia de todo eso, se derrumbó. Un accionista murió y el otro está preso en España.

Quienes promovieron aquella acción están presos (Julio De Vido y Ricardo Jaime), aunque los legisladores que votaron están libres (bueno, algunos: Eduardo Fellner va a prisión pero por otro motivo). Y Aerolíneas Argentinas es un desastre financiero, sin capacidad de competencia en los cielos latinoamericanos, holding al que puede poner en jaque cualquier empresa, y repleto de prebendas para sus empleados, lo que obliga a los contribuyentes argentinos a destinarle una porción diaria de su trabajo para mantenerla operativa.

Cada vez que Aerolíneas Argentinas y/o Austral alquila una aeronave, o se financia, el 'lessor' (arrendador) escribe una cláusula de “no grossing up”, que básicamente significa que la renta es neta.

La cláusula estándar es la siguiente:

“The Lease will be a “net” lease with Lessee responsible for all costs, duties and taxes (including VAT and withholding taxes) associated with the delivery, possession, use, operation, ownership, rental, maintenance, insurance, import/export clearances and compliance with applicable laws, regulations and airworthiness directives”.

Si el 'lessor' suscribiera el contrato de arrendamiento directamente desde su sede original, Aerolíneas Argentina y/o Austral estarian obligados en Argentina a cumplir las normas tributarias que establecen que deben “practicar la retención los agentes, representantes u otros mandatarios que perciban beneficios por cuenta de beneficiarios del exterior”.

Por lo cual la renta a pagar se incrementaría (la empresa de 'leasing' no acepta deducciones). Entonces, se busca la manera de no incrementar el costo con esa gabela.

Para ello, se solicita al 'lessor' crear una empresa en el exterior, en un país donde se acepten las empresas 'offshore' (de manera de no tener un costo extra para el 'lessor') y que tenga un convenio de “no doble imposición con la Argentina”.

Al no pagar impuestos en el país de origen de la empresa offshore, pero donde se le dan por cumplidos todos los impuestos, queda claro que en Argentina no deberán retenerle nada.

Las cuentas que hace abrir Aerolíneas Argentinas y Austral son en el Reino de Suecia, aunque también lo ha hecho en islas Caiman e Irlanda. Y lo realizan por recomendación de los estudios externos de impuestos.

La operatoria preferida de Aerolíneas Argentinas y Austral se denominan "compañías de responsabilidad Limitada" o Swedish Limited Liability Company (AB).

Habrá quien defienda la operatoria, afirmando que el accionista de la empresa offshore es el 'lessor', pero la realidad es que lo que se busca es beneficar los costos de Aerolíneas Argentina/Austral. Y esto ocurrió con la tolerancia, por ejemplo, de Alberto Abad, quien se marchó de la AFIP considerado un funcionario leal organismo, al Fisco y a los contribuyentes. Sin embargo, Abad tenía una doble moneda, evidentemente.

Existen 2 palabras que significa los mismo, pero representan lo opuesto ante la Justicia.

Ellas son “evasión” y “elusión”. Ambas implican no pagar los impuestos. Sin embargo, la "evasión" es penalizada por la justicia y considerada ilegal. La "elusión" es la forma legal de no pagar.

Las grandes empresas pagan honorarios a los abogados o contadores, para que encuentren cómo practicar la "elusión".

Luego está la autoridad fiscal de turno, quien con criterios políticos puede premiar a uno o castigar a otro. Por ejemplo, en un caso hipotético, frente a un mismo hecho en tiempos de Mauricio Macri es evidente que Abad no trataría igual a Grupo Clarín que a Indalo.

En la mayoría de los casos, una empresa “offshore” no se crea para blanquear dinero o evadir impuestos, sino para “eludir” los gravámenes que se deberían pagar a un Fisco codicioso, de angurria ilimitada. Macri lo sabe pero nada hizo hasta el presente al respecto.

No es un delito ser ciudadano argentino y tener una empresa offshore en el extranjero, siempre y cuando se la declare.

En general se busca un país que permita a las 'offshore' y que tenga un acuerdo de “no doble imposición” de manera de “figurar” como que paga los impuestos en el país donde se radica la empresa y por ende no deba hacerlo en la Argentina.

La pregunta que surge es si una empresa estatal o con mayoría accionaria estatal tal como el holding Aerolíneas Argentina debería tener compañías 'offshore' cuando se le critica a los privados que las tengan.

Otra pregunta: ¿Por qué el Estado Nacional incentiva el “no pago de los impuestos”?

Y esto vale tanto para Axel Kicillof y Mariano Recalde, que no deberían criticar tanto a las 'offshores' porque ambos pasaron por Aerolíneas Argentinas, como para los macristas que ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

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