CONFLICTO COMERCIAL GLOBAL

Trump se queja de la previsible guerra cambiaria

El presidente Donald Trump acusó a China y Rusia de devaluar sus monedas, lo que abre un nuevo frente en su argumento de que los gobiernos extranjeros se están aprovechando de la economía estadounidense para apoyar sus propias expansiones. Apenas 3 días después de que el Tesoro de USA afirmara que ningún país manipula su tipo de cambio, Trump declaró en Twitter que China y Rusia están jugando lo que llamó un "juego de devaluación de la moneda" en un momento en que la Reserva Federal está subiendo las tasas de interés. "¡No es aceptable!", escribió Trump. Pero esta era previsible como consecuencia de la guerra comercial que inició USA.

 

"Por supuesto, una guerra de divisas junto con una guerra comercial sería peligrosa, y posiblemente desastrosa. Como mínimo, los mercados financieros podrían desestabilizarse y podrían verse afectados los flujos internacionales. Desafortunadamente, un hombre que piensa que 'las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar' es poco probable que se desanime por estas posibilidades. Solo podemos esperar que las cabezas más frías prevalezcan",
Benjamin Cohen,
profesor de Economíav Política Internacional en la Universidad de California, Santa Bárbara,
autor de "Currency Power: Understanding Monetary Rivalry",
04/04/2018.


La sugerencia de Donald Trump de que hay una guerra de divisas se produce cuando los representantes de bancos centrales y ministros de Finanzas de todo el mundo se preparan para reunirse en Washington DC para las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional.

Donald Trump ha criticado reiteradamente a China por no reducir su superávit comercial y abrir sus mercados a la inversión estadounidense. Pero el renminbi o yuan chino había llegado en marzo al nivel más fuerte desde agosto de 2015.

El tuit de Trump hace referencia a lo que considera como ventajas comerciales injustas: si la moneda de un país está artificialmente baja, sus exportaciones son más competitivas. Una subida de tasas de interés de USA impulsará al alza por lo general el valor del dólar, encareciendo sus exportaciones.

El rublo se ha debilitado un 10% frente al dólar en el último año, y la mayor parte del declive se produce tras la introducción de sanciones por parte de USA a docenas de magnates, compañías y aliados rusos clave del presidente Vladimir Putin.

Frente al renminbi, la divisa estadounidense ha caído un 8.6% desde el 20/01/2017, mientras que se apreció un 4.5% ante la moneda rusa. No obstante, hasta el anuncio de de sanciones contra oligarcas rusos, el dólar se había depreciado cerca de un 4% ante el rublo.

Por su parte, el índice dólar, que compara a la moneda estadounidense con una cesta de destacadas monedas rivales, ha declinado un 11,2% desde que Trump se convirtió en Presidente.

"Rusia y China están jugando al juego de la Devaluación Monetaria mientras Estados Unidos sigue subiendo sus tasas de interés. ¡No es aceptable!", dijo Trump en un mensaje matutino en Twitter. No se entiende la queja de Trump en el marco de una guerra comercial que él ha iniciado. Sí se conoce que el secretario del Tesoro de USA, Steven Mnuchin, planifica anunciar nuevas sanciones contra Rusia... que volverán a devaluar el rublo ante el dólar.

Según la embajadora de USA ante la ONU, Nikki Haley, las próximas medidas punitivas "estarán dirigidas contra todo tipo de compañías que comercien con equipamiento relacionado con [Bashar al] Assad y el uso de armas químicas" y ha estimado que "todos saben que enviamos un mensaje fuerte y esperamos que lo escuchen".

El viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, ha anunciado por su parte que Rusia no tardará mucho en aprobar un proyecto de ley con contramedidas de respuesta a las sanciones estadounidenses.

En el caso de China, Trump ha lanzado un ataque al plan chino de convertir a ese país en una potencia manufacturera para el año 2025. Los objetivos de las barreras arancelarias estadounidenses se enfocan en bienes críticos para el desarrollo tecnológico de China.

China podía responder con una devaluación competitiva parecida a la de 2015.

El problema es que la deuda corporativa china es superior al 170% del PIB, con una devaluación semejante provocaría una crisis propia de deuda corporativa.

En un reporte semianual publicado el viernes 13/04, el Departamento del Tesoro de USA evitó calificar a algunos de sus principales socios comerciales como manipuladores cambiarios.

Guillermo Valencia escribió en El Blog Salmón:

"(...) En el corto plazo China está atrapada en una encrucijada que en cualquiera de las potenciales retaliaciones causaría un menor crecimiento económico. Es ahí donde radica la mayor diferencia entre los liderazgos estadounidense y chino: el primero se enfoca en el corto plazo, mientras el segundo se prepara para una carrera de resistencia.

Por lo tanto, la prioridad del primer ministro chino, Xi Jinping, es preparar a la economía China para que esta no dependa de las exportaciones, sino de un mercado de consumo interno que pueda sostenerse ante los embates externos. La primera tarea de Xi Jinping es convertir la deuda corporativa en deuda nacional y así manejarla en moneda local. Además, deberá iniciar el desapalancamiento de las corporaciones chinas.

Cuando el desapalancamiento sea una realidad, Xi Jinping podrá impulsar reformas que le permitan crear un sistema cambiario flexible para que el Yuan se convierta en la moneda más usada en el Pacífico y el Indico. De esta manera, la dependencia del dólar como activo de reserva disminuirá notablemente. (...)".

La guerra cambiaria

Desde la crisis financiera mundial de 2008, el gobierno de China ha hecho todo lo posible para promover la posición internacional del renminbi. Por ejemplo, ha flexibilizado las regulaciones para que se puedan liquidar más transacciones relacionadas con el comercio yuanes, evitando así las divisas de facturación tradicionales como el dólar estadounidense, explicó semanas atrás Benjamin Cohen, profesor de Economíav Política Internacional en la Universidad de California, Santa Bárbara; autor de "Currency Power: Understanding Monetary Rivalry",.

"China ha establecido una red de bancos de compensación en renminbi que abarca centros financieros de todo el mundo. Ha cultivado mercados activos para depósitos en renminbi y bonos denominados en renminbi en Hong Kong y otros lugares", agregó Cohen. También, alcanzó acuerdos de intercambio de divisas con docenas de bancos centrales extranjeros, con la esperanza de que el renminbi se convierta en un nuevo activo de reserva global.

Además, China ha logrado un hito importante en 2015, cuando el Fondo Monetario Internacional aprobó incluir el renminbi en la canasta de monedas que determina el valor de su activo de reserva sintético, el Derecho Especial de Giro (SDR).

Anteriormente, ese privilegio se otorgaba únicamente al dólar estadounidense, la libra esterlina, el yen japonés y el euro. La inclusión en la cesta de monedas del SDR proporcionó así un gran impulso a la posición internacional del renminbi, y alentó a China a avanzar aún más en la promoción de la moneda. Más recientemente, China lanzó una nueva bolsa de futuros de crudo en renminbi, que algunos observadores ven como un desafío directo al dólar.

"Como parte de su cada vez más ambiciosa apuesta por la influencia global, China apunta a desarrollar una moneda que podría ser digna de una superpotencia global. Estados Unidos se ha beneficiado durante mucho tiempo de la posición dominante del dólar en los mercados financieros y las reservas del banco central, y China ahora quiere obtener recompensas similares. Si el aumento del renminbi se produce a expensas del dólar, es una lástima", destacó el economista de la Universidad de California.

"Antes de Trump, la política de Estados Unidos para mantener la primacía del dólar era en gran medida pasiva, si no conciliadora. Incluso cuando estaba claro que China promocionaba el renminbi como alternativa al dólar, la administración Obama hizo poco para defender al dólar. De hecho, USA en realidad apoyó la entrada del renminbi en la canasta de DEG, a pesar de las dudas generalizadas sobre las calificaciones de la moneda, porque quería alentar a China a convertirse en una parte interesada más fiable en el sistema monetario existente", argumenta Cohen.

Pero después ha llegado Donald Trump, y todas las apuestas se han desvanecido. Aunque su posición internacional ha aumentado, la divisa de China aún está muy lejos del estatus de las 'Grandes Ligas'. "Trump, el autoproclamado negociador, supuestamente lo sabe, y tendrá la tentación de explotar las vulnerabilidades del renminbi ahora que puede", comentó el economista estadounidense.

"Por ejemplo, si China no obedece a las reclamaciones de Trump en cuanto al comercio USA podrían prohibir el uso del renminbi en la facturación o liquidación de negocios estadounidenses que realizan transacciones con socios chinos". También, podría desalentar o establecer nuevas barreras a las inversiones en activos denominados en renminbi. O podría ofrecer acuerdos de swap (intercambios de divisas) en términos favorables a cualquier banco central que esté dispuesto a abandonar su acuerdo con China.

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