LA CRISIS DE MAYO

¿Lebacs? Ojalá fuesen el problema mayor...

Hay motivos para el enojo colectivo: ¿en base a qué fundamentos la Administración Macri ilusionó a muchos de que en 2018 habría una mejora en la calificación crediticia argentina, de país fronterizo a país emergente? Todo indica que fue un error, en el mejor de los casos. Una estafa, en el peor. Precisamente esto surge del escenario que describe Marcelo Trovato, alarmado con el futuro próximo de la Argentina:

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Pronóstico Bursátil). A través del tiempo que lleva transcurrido el mandato de 'Cambiemos', en algunas áreas ha sabido tener aciertos, pero por su muy mala comunicación han pasado desapercibidos.

Sin embargo, para comunicar a la población que se recurriría al FMI se realizó una transmisión en 'Cadena Nacional', de tres minutos, escueta, que puso en alerta máxima hasta al ciudadano más desprevenido, y en la que, además, no se le dijo la verdad.

El FMI es el prestamista de última instancia: no es menor este dato.

Son expresiones malintencionadas las de los que dicen que, ya que las tasas de interés del FMI son más baratas, ¿por qué no haber recurrido antes?

O ellos padecen de falta de conocimiento acerca de la función que cumple este organismo multilateral.

Al martes 15/05 se lo presenta como el Día D: no hay medio ni texto editorial que no lo mencione como 'la madre de todos nuestros males', y la razón por la cual nuestra moneda lleva depreciándose nada menos que 35% en lo que va del año, y 12% solamente durante el mes de mayo.

El tan mentado Día D solamente servirá para dilucidar una sola cuestión, a saber:

> Si el porcentaje de renovación supera el 80% y a una tasa "razonable" (cabe aclarar que usamos este adjetivo siendo benévolos) en el orden del 40% a 45%.

> Si el porcentaje de renovación es inferior al 70% pese a una elevada tasa de interés.

El resultado develará la velocidad con la que arribaremos a una crisis que se viene incubando a partir de lo heredado de la Administración anterior, y los errores permanentes y concatenados que viene cometiendo la actual Administración.

Desde mayo y hasta la finalización del mandato de 'Cambiemos', la deuda a pagar entre capital e intereses asciende a U$S 80.000 millones.

No está ingresando un sólo dólar genuino a nuestro país y, además, a través de importaciones y turismo se van casi U$S 15.000 millones al año.

Estamos solamente describiendo lo que debe abonar, en caso que no logre conseguir un 'roll-over' parcial o total del capital, ya que los intereses son inamovibles. Pero, además, el país tiene que atender un déficit fiscal que entre Nación y Provincias alcanza a 10% del PBI.

Argentina está literalmente quebrada. Si fuera una empresa privada ya le hubieran decretado la quiebra, puesto que no cuenta siquiera con las condiciones mínimas para arribar a un concurso de acreedores.

Ni capacidad de repago de sus deudas. Y es inviable, evaluándola hacia el futuro.

Así está hoy nuestro querido país.

Tiene veinticuatro provincias, cada una de ellas cuenta con sus tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), municipios, policía provincial y municipal .

De estas veinticuatro, sólo cuatro son autosustentables.

El resto han aprendido a convivir con déficits permanentes, ayuda del Estado Nacional y, cuando no puede asistirlo, se han inventado una cuasimoneda.

Muchas de ellas viven bajo un régimen feudal y los empleos públicos superan en número a los del sector privado.

Argentina continúa en pleno Siglo XXI respirando gracias a su modelo agroexportador, es decir exportamos toneladas de granos e importamos el resto: autodependencia casi absoluta de una buena cosecha y el buen clima para que crezca la materia prima que exportamos y coman las vacas.

No le quepa ninguna duda, lector, que así nos ven desde el exterior, un país con cuatro climas, lleno de riquezas naturales con una mina de oro debajo de Neuquén pero que no hemos sido capaces de usufructuar ni agregar valor a nuestros productos exportables.

Ahora nos encontramos ante lo inevitable, todo tiene un final, toda acción y/o omisión en economía tienen sus consecuencias.

Los mismos personajes que desde hace dos años y medio ignoraron las advertencias de todo el arco económico hoy son los responsables de conseguir una buena negociación en los términos y condiciones del 'stand-by' con el FMI.

Imposible no estar angustiados y llenos de incertidumbre con lo que arreglen finalmente, en semanas más.

Pero, en virtud de la realidad macroeconómica argentina, no seremos bendecidos con más de U$S 20.000 millones o U$S 30.000 millones.

Cifra aproximada para que terminen de dar salida a fondos que no fueron tan rápidos ni avisados a tiempo como sí el JP Morgan, si fuéramos mal pensados.

Y si no, para que el Plan Durar demore su agonía mientras se gesta, a partir de las condiciones que nos impongan -aunque sean mínimas-, una crisis económica y social sin precedentes históricos.

Seguramente habrán muchos quienes nos juzquen exagerados. A ellos, nosotros les decimos: "¿No estarán Uds. mal informados....?"

En 2002 se iniciaba en el mundo un ciclo de baja de tasas de interés y suba del precio de commodities. El mejor de los escenarios.

En 2008, cuando empezaba a tambalear la economía y dejábamos atrás los superávit gemelos, llegó el climax de la tasa 0% y la fiesta de liquidez mundial: otra vez Dios es argentino, dijimos.

En 2018 nuestro país tiene a su clase media ahogada por la altísima carga impositiva, corrección de tarifas de servicios y transporte, y la inflación le va comiendo a diario su poder adquisitivo.

> Pobreza estructural del 25%.

> Economía informal en 40%.

> Las Pymes a punto de cortar la cadena de pagos por las excesivas tasas de interés y cambios permanentes de las reglas de juego.

> Los exportadores con las manos atadas por retenciones y tipo de cambio hiper atrasado.

> Las grandes empresas ajustando a partir de la caída del consumo.

Y el mundo esta vez no nos va a ayudar. Ya está entre nosotros un nuevo ciclo de suba de tasas, la aspiradora de dólares de Estados Unidos ya apretó el botón "on", el dólar va ganando fortaleza frente al resto, la caída de los precios de nuestras materias primas en pleno ciclo de baja, mientras el valor del barril de petróleo puede alcanzar, en el corto plazo, los U$S 120, y en el largo plazo los U$S 300.

Nuestro ministro de Energía, y con la anuencia de un mal asesorado Presidente en los valores mínimos del 'oro negro' (U$S 28) decidió desregular el valor del combustible y atarlo a la cotización internacional.

Jaime Duran Barba descansaba sobre el 'colchón' que Cambiemos tenía con el 'cuco' Cristina Fernández de Kirchner, y el peligro de parecernos a Venezuela.

La estrategia se dió un porrazo contra la realidad: para ganar elecciones, también hay que gobernar, gestionar y decir la verdad. Más tarde o más temprano, la verdad sale a la luz.

Y entonces hoy, luego de una década en la cual a la sociedad se la acostumbró a un estado de bienestar artificial, en lugar de aplicar el liderazgo y legitimidad obtenidos en dos comicios consecutivos, se la obliga a modificar drásticamente su estilo de vida, tal como lo viene haciendo -y lo deberá hacer aún mucho más con la intervención del prestamista de última instancia en casa-, es hora de empezar a mirar con gran preocupación a Nicaragua, porque existen varias condiciones socio económicas que están proliferando mas rápido de lo que hasta nosotros mismos habíamos previsto.

Si nuestro Presidente no actúa, las bases para un estallido social sin precedentes están dadas. Dios ilumine al ingeniero Mauricio Macri para que, de una vez por todas y por Cadena Nacional, pida sangre, sudor y lágrimas, antes que un 'tano' (Lic. Roberto Cardarelli, jefe técnico del FMI) lo venga a hacer de mala gana.

En cuestiones de mercados, ya está todo dicho. En algún momento de la historia, la Ley de Financiamiento Productivo será de suma utilidad pero hoy no están dadas las condiciones para ponerla en práctica.

Difícil pasar a país emergente mientras le estamos pasando la gorra al prestamista.

Las tasas superiores al 40% omiten cualquier comentario sobre renta variable salvo: "Venda, si aún no lo hizo".

Seguimos refugiándonos en el DICA en pesos, aunque pierda paridad, ya será el momento de ver al Real en $ 4.20 'anque' $ 6 (dependerá del contexto global) y el momento de entrar en APBR y VALE llegará.

Hay varios bonos en pesos para arbitrar mientras se derrite la renta variable, por ahora en DICA. La semana que viene, tal vez contra alguno más desarbitrado. La dinámica de la economía real se ocupará de decirnos hacia dónde ir cuidando las balas sin que se nos desvaloricen frente al tipo de cambio.

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