ALGUIEN LO TIENE QUE DECIR

A riesgo de ser agorero: La oportunidad ya está perdida

Es una obviedad: Marcelo Trovato querría haberse equivocado en todos sus pronósticos. Pero acertó, lo cual es una tragedia considerando que él sufragó por Mauricio Macri. Algo similar le sucede a muchos que observan que el desconcierto es tan notable entre los gobernantes como su debilidad que crece, justo cuando se precisa audacia y decisión si es que se aplicará el plan de batalla del Fondo Monetario Internacional. Aquí otra aproximación al descalabro:

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Pronóstico Bursátil). Termina el mes de Mayo con algunas certezas, entre ellas que, a partir de la jugada del Banco Central de estirar los plazos de las Lebacs vía swaps a tasas muy altas, tenemos a la estanflación garantizada, y todavía faltan los recortes exigidos por el FMI.

La otra certeza es que la oposición ya tiene sus tres candidatos para su interna:

> Julián Dominguez, "bendecido" nada menos que por el papa Francisco y por Cristina Kirchner, quien en su momento va a manifestar que, como no piensa presentarse, sus votos se los cedan a Dominguez.

> Tenemos también a Miguel Pichetto, que fue "bendecido" por "el Carlos" y Luis Barrionuevo, jefe del partido intervenido.

> Y, por último, Juan Manuel Urtyubey, apoyado por la Liga de Gobernadores Peronistas que, si bien dejan entrever su apoyo a una eventual candidatura de María Eugenia Vidal, sabe que primero Mauricio Macri deberá terminar su mandato, puesto que si no lo hace, se lleva puesta a la gobernadora de Buenos Aires.

La foto de Nicolás Dujovne como ministro coordinador no es ni más ni menos que la de un vocero del FMI diciendo: "Muchachos, si no junto $ 200.000 millones de recortes no puedo ni empezar a negociar", un triste papel que devengará en un triste final para él.

Pero el recorte de gastos es sólo una parte de lo que hay que hacer. Por algo el Gobierno evalúa sacar a las Fuerzas Armadas a la calle para contener la protesta social.

La otra parte, y si no la más importante, es garantizar la capacidad de repago de las deudas contraídas en el exterior y la que contraerá con el FMI; y esa garantía es una sola: recrear las condiciones para que al país le ingresen dólares.

Si este año se consigue el 'roll-over' del capital, los intereses antes del FMI que debemos pagar ascienden a U$S 18.000 millones.

Y al país no sólo no le ingresan sino que la fuga de capitales es incesante y altamente preocupante.

> Se van por importaciones.
> Se van por turismo.
> Se van por fuga de capitales de los argentinos.

Y lo que hoy son déficits que no alcanza con equilibrarlos sino que se necesitan superávits, dólares a favor para poder honrar las deudas y garantizar el repago de lo que el Prestamista de Última Instancia no va a ceder.

Si milagrosamente pasáramos de categoría, es decir si el MSCI nos sube a emergentes, la ecuación no se modifica en lo más mínimo. El que piensa semejante inocencia goza de una miopía digna de un principiante en cuestiones de mercados y de dinero. Se olvida que estamos frente a un cambio de ciclo de tasas, la aspiradora de dólares de Estados Unidos sigue encendida y provoca el fortalecimiento del dólar en el mundo.

Y sumado a ello, al mercado internacional no se le escapa que lo que habrá que hacer en nuestro país, con Cambiemos en soledad no alcanza. No tiene equipo ni técnicos y mucho menos político para poder llevar adelante un proceso de ajuste, devaluación, recortes de salarios o licuación vía tipo de cambio, y todas las medidas antimpopulares que debió tomar cuando la imagen del Presidente era inmejorable, mucho menos hoy con su imagen y de la gobernadora Vidal en picada y el crecimiento sostenido del malhumor social. Escuchar "yo los voté pero son un desastre" es cosa de todos los días si caminamos un poco por las calles de cualquier ciudad.

Alguien lo tiene que decir, corriendo el riesgo una vez más de ser tildados de agoreros: Esto termina muy mal, con una crisis social económica y política sin precedentes históricos.

La oportunidad ya está perdida. Con la primera parte del crédito que nos otorgue el FMI terminarán de salir los amigos. Luego quedaremos los que quedamos siempre, nosotros, los ciudadanos.

El camino que se ha emprendido nos lleva a una estanflación 1ro., hiperinflación 2do. y 3ro. a una crisis desconocida. Pese a haber vivido tantas, la que viene se dará en un marco de desintegración del tejido social, desempleo, corte de la cadena de pagos y quiebras de empresas.

Ya en la actualidad descontar un cheque en la economía informal (recordemos que tenemos más de 35% de nuestra economía en la informalidad) supera el 120% anual.

Ya a muchos de Uds. les habrá llegado el resúmen de la tarjeta de crédito con tasas de entre el 80% y 110% para la financiación del saldo.

Ninguna, absolutamente ninguna alternativa para evitar este final es indolora cuando un país está quebrado. Y este adjetivo puede ser tan abarcativo que asusta porque la quiebra no sólo es económica, sino moral, política y cultural.

Quizá nos estemos anticipando algunos meses, pero alguien tiene decir a qué debemos de atenernos. Dios ilumine a nuestra República.

En términos de mercados, la renta variable en pesos y dólares se derrite diariamente. Sólo esperar a que las especies "no valgan nada" para pensar en entrar. Cada rebote es venta.

Brasil viene cumpliendo con su ajuste en la renta variable, pero no adivinen, el mercado va a avisar donde se termina la caída.

Donald Trump está como la "gata flora" con Corea del Norte, mientras tanto Irán grita a viva voz que no se acogerá al desarme nuclear, la guerra comercial con China sigue. Italia, tal cual anticipamos hace meses atrás, será el cisne negro para el Euro, luego Portugal y Grecia cantarán nuevamente la "vacía".

En una palabra, el mundo está en pleno estado de ebullición; y adivinar dónde paran las caídas haciendo análisis técnico es para un chico con el curso recién terminado. La que manda es la plata y la plata va a decir adónde y cuándo hay que entrar.

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