2DO SEMESTRE: CON NOSOTROS, LA ESTANFLACIÓN

¡Pum para abajo! Consumo bajo 0 e industria a media máquina

Emulando la lamentable sentencia del ex presidente Carlos Menem en los ‘90: “ramal que para, ramal que cierra”, con la recesión que golpea las puertas de las plantas, en la Unión Industrial Argentina advierten: “fábrica (Pyme) que cierra no se abre más". En junio sólo aprovecharon, promedio, el 65% de la capacidad instalada como consecuencia del efecto causado por el efecto combinado de la devaluación, el shock de las tasas de interés para frenar las corridas, los tarifazos, la pérdida de poder adquisitivo del salario y el recorte de recursos destinados a la obra pública. El cóctel pegó de lleno en el consumo interno, y por ende en la producción, de las industrias automotriz, metalmecánica, textil, como también en los insumos de la construcción. Y como si no se vende o no se exporta, no se produce y si no se produce, primero se resiente el empleo y detrás se baja la persiana, la gradualista secuencia de la estanflación se puso en marcha en el inicio de este segundo semestre y es escuchado en las fábricas como el tic-tac de una bomba.

Pese a que las 11 terminales automotrices locales operan al 54,5% de su capacidad instalada, de las líneas de producción salió en junio 13,4% menos unidades que en igual mes del año pasado y-15,8% si se toma el mes anterior, mayo, informó la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA).

Y podría haber sido mucho peor la performance de no haber mejorado la exportación 16,2% respecto de junio de 2017, ya que el mercado interno demandó 31% menos.

Con las plantas automotrices haciendo punta junto a las textiles y metalmecánicas, la industria tuvo que bajar varios cambios para adaptar la oferta de bienes a una demanda en repliegue: 2,5% abajo en mayo respecto del mes anterior y 0,7%menos interanual, según el INdEC, con lo que si el uso promedio de la capacidad instalada se estacionó en 65,1% fue gracias a que tiró hacia arriba el promedio del indicador la producción de insumos para la construcción, aluminio, acero, tabaco y la refinación de petróleo.

El freno al giro de dinero para obras públicas pegó de lleno al índice Construya, que sigue la facturación de ladrillos, cemento, cal, acero, carpintería, cerámicos, adhesivos y pastinas, pinturas, sanitarios, grifería y caños de conducción de agua.

Por primera vez en 15 meses las ventas cayeron en junio 5,4% interanual, tendencia decreciente que se ve claramente en el 9,06% negativo que registró con relación a mayo.

Así y todo, el semestre cerró con un crecimiento del 7,8%, pero con la salvedad de que la actividad traspuso el umbral de la recesión, golpeado por la corrida cambiaria, las supertasas y la desaceleración de obras públicas.

BAE Negocios recogió en la jornada anual del Observatorio Pyme una creciente inquietud ante el panorama cerrado que tienen por delante, con un consumo interno deteriorado y sin resto de competitividad para ir por nuevos mercados para las exportaciones.

Mascullan aún definiciones del ministro de Producción, Dante Sica, quien si bien descartó que en la Argentina haya sectores inviables -como su antecesor Francisco Cabrera deslizara desaprensivamente- sí diferenció entre empresas viables y otras inviables, lo cual introduce el síndrome de ruleta rusa.  

El zapato no apretó por igual al sector fabril, según consta en el registro de utilización de su capacidad instalada de mayo último. Por encima del nivel general se ubican las industrias metálicas básicas (acero y aluminio), con un 82%, y productos del tabaco con 79,5%.

Atrás vienen la refinación del petróleo, 77,5%; insumos para la construcción 72,9%, papel y cartón 70,5% y sustancias y productos químicos 65,6%.

Claramente, estuvieron principalmente impulsadas por la demanda proveniente de las obras de infraestructura, que se encuentran al filo de la tijera fiscal.

Por debajo del promedio general de aprovechamiento de la capacidad instalada aparecen la producción de caucho y plástico, 62,4%; edición e impresión, 62,1%, y alimentos y bebidas, 61,5%.

Consumidores en retirada

No es casual que la industria que viene a media máquina sea la directamente vinculada al consumo interno, como la textil y la automotriz, aunque también afecte a una intermedia como metalmecánica.

Mientras la carrera precios-salarios venía un poco más pareja aunque la economía acumulaba atraso cambiario, la importación en esos rubros sacaba ventaja sobre la producción nacional en el marco de una competencia que los impuestos y altos costos internos, frente a un dólar barato, tornaban muy desigual.

Pero entre la devaluación y el shock financiero aplicado por el gobierno para intentar frenar la corrida pegaron de lleno en el consumo, y por ende tanto en la producción doméstica así como en la importación.

Lo explicó el titular de ADEFA, Luis Fernando Peláez Gamboa, al destacar que las ventas de autos se vieron directamente afectadas por el aumento de las tasas, ya que la mitad -ponderó- se materializa mediante la utilización de alguna herramienta de financiación.

En el patentamiento de vehículos, si bien prevalecen los importados, se vio fielmente reflejado cómo pegó en la industria nacional el retroceso general en fue que las plantas despacharon a las redes de concesionarios 26,9% menos automotores que en mayo, quebrando por primera vez una racha positiva que se había enhebrado desde el levantamiento del cepo cambiario, apenas asumió la Administración Macri.  

Mucho tuvo que ver en el comportamiento contractivo que los precios fueron dejando atrás el poder adquisitivo del salario, por más que la medición de los regidos por convenios laborales mostrara lo contrario: hoy se necesitan 13 remuneraciones medias para llegar al valor de lista de un modesto 0 Km y mucho más si se paga en cuotas.

El ingreso de la economía real en la estanflación sería la antesala de turbulencias laborales, cuya secuencia conocida es baja salarial, suspensiones y despidos, compulsivos o mediante acuerdos voluntarios.

Dentro de la UIA ya se hablaba de un fin de año con 90.000 puestos de trabajo perdidos en 3 años de gestión de Cambiemos, pero a la luz de los nuevos sucesos la barrera de los 100.000 "está a la vuelta de la esquina", según publicó BAE Negocios.

Dejá tu comentario