SEXUS

CASADOS O SOLTEROS

Los hedonistas tenían razón: Para encontrar sentido a la vida, ¡sexo!

El psicólogo Todd Kashdan llevó a cabo un estudio para descubrir si tener sexo incrementa nuestra sensación de estar viviendo una vida con significado. Descubrió que sí, tanto en hombres como en mujeres, así como en personas que están en pareja y en aquellos que no lo están pero mantienen relaciones sexuales casuales.

Desde los días de la Antigua Grecia, hay una pregunta que es eje de debate de los filósofos, apunta David Ludden, doctor en Psicología, en la revista Psychology Today:  ¿Qué es lo que da sentido a la vida? Y aquí se abren 2 bibliotecas: la que asegura que lo más importante par vivir una vida rica es dedicarse a los placeres del cuerpo y la que prioriza los placeres de la mente.

Que estos 2 ámbitos sean considerados esferas separadas responde a una visión dualista cartesiana. René Descartes sostuvo que el ser humano se componía de 2 sustancias, denominadas "cuerpo" y "alma". Para Descartes, el "alma" es la que tiene la capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo, y juega el papel de lo que ahora llamamos "mente", explica Wikipedia. Ya Platón había introducido la noción de 2 mundos opuestos: el mundo inteligible de las ideas, eterno, inmutable y necesario, y el mundo sensible de la materia, temporal, mudable y corruptible (alma encerrada en un cuerpo). Más tarde, la noción del inconsciente, introducida por el psicoanálisis, puso en cuestión la separación tajante entre alma y cuerpo.

Pero en la discusión sobre cuál es el sentido de la vida, si los placeres del cuerpo o los de la mente -discusión que implica que estas son 2 cosas separadas- fueron surgiendo, entre otras, 2 grandes ideas:

1. La que define la felicidad como la experiencia del placer y la ausencia del dolor. A quienes que suscriben a esta idea se los llama 'hedonistas', explica Ludden. Para ellos, una vida con sentido, será aquella que esté repleta de placeres sensuales corporales: la comida, la bebida, el deporte, la danza, la música y, el sexo.

2. Pero hay otros que desacreditan a los placeres del cuerpo en relación a aquellos que pasan por la mente. Creen que para vivir una vida con sentido, es necesario ir tras ello que los Antiguos Griegos llamaban Eudaimonia (el término se traduce como 'estar bien de espíritu'). Para ellos, los placeres más significativos de la vida vienen de la actividad de la mente.

Ambas creencias coexisten en el mundo, y hay culturas, sociedades o grupos que otorgan más valor al hedonismo, mientras que otras promueven la renuncia parcial o total a los placeres materiales.

La psicología positiva -que estudia de manera científica las bases del bienestar psicológico y la felicidad, así como las fortalezas y virtudes humanas- tiene algo para decir sobre el tema.

El científico y profesor de psicología, Todd Kashdan, junto a sus colegas, se embarcaron en un estudio con la siguiente pregunta en mente: ¿Tener sexo puede incrementar nuestra sensación de que estamos viviendo una vida con significado?

La elección de este tema para investigar surgió a partir de que consideran que la psicología positiva ha estado mucho más centrada en aspectos de la Eudaimonia que en los del hedonismo como fuentes de bienestar. "Todavía hay una tendencia subyacente de puritanismo en Estados Unidos, y esto se refleja en los tipos de estudios que las agencias que otorgan financiamiento están dispuestas a financiar, y que los editores de los periódicos están dispuestos a publicar", explica Ludden.

En el estudio, los investigadores reclutaron a 12 estudiantes universitarios, quienes cada noche durante 3 semanas, antes de irse a dormir, debían responder a la pregunta: "¿Cuán significativa sentiste a tu vida hoy?" en una escala del 1 al 7, al tiempo que debían registrar sus niveles de 4 emociones positivas (entusiasmo, felicidad, satisfacción y excitación) y 4 negativas (vergüenza, decepción, ansiedad, tristeza). Además, debían expresar si habían mantenido relaciones sexuales ese día. Si la respuesta era sí, debían registrar sus niveles de placer e intimidad.

Alrededor del 64% de los estudiantes había indicado antes del estudio que estaba en una relación comprometida, algunos de ellos saliendo, otros conviviendo o casados.

Kashdan y sus colegas encontraron que el sexo estaba relacionado tanto con el buen estado de ánimo como con el sentimiento de estar viviendo una vida con sentido. Los resultados fueron iguales para hombres y para mujeres, así como para quienes estaban pareja como para los solteros que mantenían relaciones sexuales casuales. Esto sugiere que la sabiduría popular, que dice que el sexo en el marco de una relación comprometida es más satisfactorio que el sexo casual, podría estar equivocada.

Los investigadores consideraron si el hecho de haber tenido sexo el Día 1 podía predecir que la persona lo volviese a tener el Día 2, y resultó que no era así. Es decir, que si bien se puede afirmar a partir del estudio que el sexo genera buen ánimo y sensación de vida con significado, estos factores no influyen en que ocurra la actividad sexual.

"Quizás el sexo nos ofrece la sensación de significado en la vida", describe Kashdan en cuanto a lo que los motivó a llevar a cabo el estudio.

Kashdan buscaba cuestionar el concepto de que el sentido de la vida proviene de manera inefable de experiencias muy profundas, sombrías o preciosas. Una investigadora de la Universidad de Missouri, Laura King, encontró que el sentido de la vida a veces surge de actividades mundanas, como escuchar música o contemplar una obra artística. Podés encontrar sentido en el entusiasmo que te genera dirigirte a una entrevista de trabajo y que el semáforo se ponga en verde (lo que interpretarías como que el mundo está de tu lado), explica Kashden. O cuando tenemos la oportunidad de mostrar la cara más vulnerable y verdadera de uno mismo. Quizás nuestras experiencias sexuales puedan hacer lo mismo, se le ocurrió.

Los resultados del estudio demostraron que estaba en lo correcto. "Para tener una vida con un sentido profundo, tené sexo", sugiere Kashdan.

Dejá tu comentario