MONITOREO DE LAGARDE

Se intensifica la negociación por el Presupuesto, en medio del ajuste preelectoral

Si bien la negociación irá mucho más allá de esta semana, la visita de la titular del FMI, Christine Lagarde, imprime cierta urgencia que provocará que de acá al viernes se intensifiquen las gestiones con los gobernadores de cara al Presupuesto 2019. Pero en las provincias no sólo reina la desconfianza por el monto del ajuste, sino que también preocupa el armado electoral para la elecciones del año que viene, una tarea que no está fácil sobre todo para el peronismo, sobre todo el denominado "racional" que, con diferencias incluso entre los subsectores, se debate entre mostrarse como garante de la gobernabilidad o la verdadera cara de la oposición.

 
 
 
Este viernes llega la titular del Fondo Monetario, Christine Lagarde, para monitorear la marcha del plan de ajuste que exige el préstamo de ese organismo, y para tomarle también el pulso al aval que la oposición debe darle a las condiciones impuestas en ese acuerdo. De ahí la imperiosa necesidad de intensificar los contactos con los gobernadores para acelerar los acuerdos políticos de cara a la negociación por el Presupuesto 2019.
 
Mauricio Macri y sus ministros tendrán con ese fin varios encuentros con  grupos de mandatarios de todos los signos políticos. 
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, trabajaba anoche en el esquema y en la agenda de esa convocatoria de la que intervendrán, además, según publicó el diario 'Ambito Financiero', el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y jefe de la bancada del PRO en Diputados, Nicolás Massot, articulador clave en la Cámara que abrirá el debate del proyecto del gasto en septiembre. 
 
"Bajo el paraguas de un acuerdo nacional para el desarrollo, la aspiración es lograr un entendimiento más amplio con los gobernadores con eje en el Presupuesto 2019", anticipó un estrecho colaborador de las gestiones con las provincias. 
 
La intención del Gobierno es, a priori, atar un esquema de respaldo para el Presupuesto y el plan de ajuste para reducir el déficit al 1,3% del PBI, cuya solidez y su permanencia en el tiempo dependerán del marcapasos de la política. Una mesa en la que el Gobierno da por excluidos de antemano al puntano Alberto Rodríguez Saá y al pampeano Carlos Verna.
 
En la lista de la Casa Rosada figuran el cordobés Juan Schiaretti y el salteño Juan Manuel Urtubey, del denominado "peronismo racional". La intención es que puedan transmitirle a Lagarde su identificación con la necesidad de enderezar las cuentas y aprobar un presupuesto más ajustado para 2019.
 
Los mandatarios peronistas empezaron a jugar este fin de semana un rol clave, al cuestionar el monto (cercano a los $200 mil millones) del ajuste que el Gobierno se verá obligado a materializar en el Presupuesto y que, en gran medida, dependería de un esfuerzo compartido con las provincias.
 
"Los gobernadores ya estamos haciendo nuestro esfuerzo, y estamos alcanzando una situación de superávit primario que demuestra que acá quien tiene que hacer el mayor esfuerzo es la Nación. Si el recorte debe ser 50 y 50, entonces que la coparticipación también se distribuya del mismo modo", cruzó un mandatario de una provincia litoraleña visiblemente molesto por la prédica porteña.
 
Una postura similar esbozó el peronista de Entre Ríos, Gustavo Bordet. "Vamos a defender los recursos que legítimamente nos corresponden. No admitiremos ajustes que afecten los sectores vulnerables", advirtió. "La provincia ya se viene haciendo cargo de programas sociales, de viviendas y salud que antes dependían de Nación. Y esto debe computarse como parte del esfuerzo", cerró.
 
Alicia Kirchner también calentó el clima: "Sería una barbaridad pedirle a las provincias que hagan un esfuerzo a medias con Nación", bramó desde la helada Santa Cruz.
 
Otro peronista que le marcó la cancha al Gobierno fue Mariano Arcioni, de Chubut. Dijo que "bajo ningún punto de vista debemos estar alcanzados por esa reducción porque somos la quinta provincia que más aporta a Nación". Y dirigió su mensaje al ministro Frigerio: "Sabe cuál es nuestra postura y para poder discutir este tipo de cuestiones tenemos que hablar con los números en la mesa", reclamó.
 
Por Santa Fe, en cambio, habló el senador nacional peronista Omar Perotti, quien descartó, en primer lugar, que gobernadores y senadores acompañen un ajuste tan fuerte en las provincias. Sostuvo que algunas pautas "hay que revisarlas" y afirmó que "si hay alguna desconfianza en el mundo es hacia el Gobierno, no hacia el peronismo".
         
Consultado respecto de si los senadores privilegiarán la posición de los gobernadores peronistas a la hora de analizar el Presupuesto, aclaró que "ninguno de los senadores ha planteado que son los gobernadores los que le definen qué votan. Cada uno tiene su capacidad de decisión y ya se ha dado en algunos de los puntos del pacto fiscal, la reforma previsional y en el tema tarifas donde no hubo una coincidencia lineal con lo que algunos gobernadores habían conversado con el Gobierno nacional".
 
Durante una entrevista con 'Clarín', Perotti señaló que "el bloque de senadores justicialistas ha dado sobradas muestras de dar herramientas para llevar adelante la gestión de Mauricio Macri", y aclaró que "el Gobierno es el que ha decidido un acuerdo con el FMI. No acordó con los gobernadores ni con las fuerzas políticas antes de acordar con el Fondo".
 
A su juicio, "si hay alguna desconfianza en el mundo es hacia el gobierno no hacia el peronismo, porque cambia a sus actores después de haber sostenido durante un tiempo definiciones de políticas del Banco Central, de manejo financiero y económico y decide cambiarlas y a los actores que la estaban protagonizando como el presidente del BCRA y los ministros de Industria y Energía".
 
El senador santafesino criticó del Gobierno haber cambiado las reglas de juego con las que se estaba produciendo. "Entonces, muchos procesos de inversión y de producción se pararon", concluyó. 
 
Lo cierto es que la alternativa entre pactar con el Gobierno la aprobación de una ley de Presupuesto consistente con el contexto de restricción o cerrarse en una postura opositora en función del año electoral abre debates internos en el peronismo.
 
Aquí, el "peronismo racional" es el que tiene el papel más difícil: se debate entre ser el garante de la gobernabilidad y ocupar el rol de la oposición política, mientras que la correlación de fuerzas legislativas lo coloca indefectiblemente en una posición decisiva. 
 
Cargan con la desventaja de que no hay interlocutores claros dentro del peronismo por lo que Macri justamente decidió apuntar a esta especie de acuerdos parciales. 
 
Según el cordobés 'Diario Alfil', que plantea esa disyuntiva (y omite la visita de Lagarde), será este un "duro mes de conversaciones entre el ejecutivo y los gobernadores provinciales". 
 
Agrega que "habrá diálogos cara a cara entre el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y los líderes de la liga de gobernadores peronistas. Se descuenta que Juan Schiaretti y Juan Manzur funcionarán como representantes del grupo".
 
Recuerda que Carlos Caserio, senador de Unión por Córdoba y segundo al mando del interbloque Argentina Federal en la cámara alta, aseguró hace días que su bancada "quiere un presupuesto y trabajará para tenerlo". Si bien al mismo tiempo, pidió que "el ajuste sea equitativo y no como hasta ahora, en los hombros de la gente del interior, mientras la gente de Buenos Aires se sigue beneficiando, a pesar de lo que dice el presidente".
 
Aunque en el peronismo federal, esa postura no sería compartida por todos: el bloque massista, aliado al PJ Federal, pero con autonomía en la estrategia parlamentaria, estaría evaluando la posibilidad de votar en contra del proyecto que envíe el gobierno. Ocurre que el Frente Renovador no tiene la responsabilidad de gobernar provincias y esa situación facilita sus posturas principistas.
Además, Sergio Massa parece decidido a ir por otra candidatura presidencial por lo que no ve con buenos ojos que sus legisladores queden vinculados al oficialismo. Y esa posición incomoda a los gobernadores que temen que Macri, tal lo hizo la ex mandataria Cristina Fernández, se vea beneficiado ante la no sanción de la norma ya que eso implicaría la posibilidad de manejar sin condicionamientos las partidas presupuestarias.
 
"Durante un poco más de un mes, el principal eje de la política argentina pasará por esta negociación. Paralelamente, el peronismo tiene decidido presentar en sociedad lo que será su armado electoral para las elecciones de 2019. La tensión entre la gobernabilidad y la carrera electoral se repite nuevamente con la pelea por la presidencia cada vez más cerca", concluye 'Diario Alfil'.
 
Más corta o más larga, hasta inconclusa, lo cierto es que esta batalla recién comienza.

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