INDUSTRIA TEXTIL

De vivir en la villa a poseer una de las textiles más importantes

Yael Kim es oriundo de Corea del sur y llegó a Argentina en 1976 junto a su familia. Se instalaron en la villa 1.11.14 y trabajaron en el mercado textil. Hoy, Kim es el empresario más importante de esa industria y, a partir de este año, el presidente de la Fundación Pro Tejer.

Yael Kim es oriundo de Corea del Sur y llegó a Argentina en 1976 junto a su familia. Se instalaron en la villa 1.11.14 y trabajaron en el mercado textil. Hoy, Kim es el empresario más importante de esa industria y, a partir de este año, el presidente de la Fundación Pro Tejer.

El empresario brindó una entrevista en el programa La mirada de Roberto García, en el canal 26, contó su historia y habló de las dificultades que atraviesa el sector textil.

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Tenía 18 años cuando llegó a Argentina. En Seúl, su padre tenía una empresa textil pero tuvieron quue viajar porque le fue imposible sostener a su familia con el negocio. "Mi padre tenía una pequeña fábrica en Corea, donde fabricábamos pulóveres", contó el empresario en el programa de televisión, "pertenecíamos al nivel socio económico medio, pero era dificil cuidar a todos, somos 7 hermanos".

Dentro de la villa, Kim comenzó a construir su proyecto industrial. El coreano contó cómo los amigos de su familia describían a Argentina: "hablaban de ella como un paraíso, como la tierra prometida, con mucha comida, carne abundante y gente muy buena". Con esa imagen esperanzadora, la familia llegó en 1976.

Sin ningún capital a disposición, recurrieron a los amigos para poder trabajar. Compraron máquinas de coser y fabricaban pulóveres para venderle a un tercero. "Veniamos de un país con idioma e idiosincracia diferentes", contó Kim, "nuestro único gasto era la comida, no teniamos vida social ni nada de eso".

Más adelante, la relación con el fabricante qe los había contratado cambió y éste les ofreció hacer una sociedad. Sin embargo, esta duro solo un par de años. Luego de esa experiencia, la familia comenzó a fabricar telas por cuenta propia.

Como empresario, Kim se destacó. Fueron 42 años de carrera, caracterizados por una existosa gestión de sus negocios en lo que se refiere a reinversión y renovación permanente de equipamiento de última generación industrial.

Su empresa se llama Amesud, tiene una superficie de 30 mil metros cuadrados y se encuentra en la localidad de San Martín (provincia de Buenos Aires). Hay 470 personas que trabajan en ella y es considerada una empresa de tejido de punto de clase mundial.

Cuando comenzó a ejercer la presidencia de la Fundación Pro Tejer, dijo que la industria textil es capaz de generar 200.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años y que Argentina "puede y debe" ser un país industrial sin desocupación y sin pobreza.

Anticipó también los cuatro ejes que guiarán su gestión a partir de este año: combatir la desocupación y la pobreza, promover las exportaciones, fomentar la innovación y tener una fuerte agenda de capacitación. Según él, "el flagelo" de la carga impositiva es el que provoca la informalización.

"En el sector textil estamos sufriendo el sistema impositivo", dijo el empresario en la entrevista. "La gente dice que la ropa argentina es cara y nos hecha la culpa a los industriales. Pero en una prenda de $500, lo que llega al industrial son $40 y hay casi $250 de impuestos".

El empresario reconoció la dificultad que representa pedirle a un Gobierno con déficit fiscal que baje los impestos. Por otro lado, la devaluación podría ser una aliada, al beneficiar al productor local en relación al extranjero (ya que la ropa importada sería más cara).

Sobre el futuro del sector. El empresario sostiene que Argentina tiene un gran futuro como productor textil ya que es un país que "se autoabastece y exporta hilo de algodon". Además hay un gran abanico de oportunidades, porque la industria textil se dedica no solo a ropa sino también a productos para automotores, salud, entre otras, según sostuvo Kim. "De aqui a 20 años Argentina va a ser muy fuerte en el sector", agregó.

Una propuesta al gobierno. Según el industrial, una reforma en materia laboral podría ser de gran ayuda. "Tenemos un costo laboral demasiado alto y no es algo amigable para pymes y productores", dijo y agregó: "el Estado tiene que trabajar junto a las pymes para generar mas puestos de trabajo".

A pesar de las dificultades que atraviesa el país, el coreano dijo que no se arrepiente ni de haber venido ni de ser empresario textil.

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