CUIDA LO QUE DIGAS, PUEDE SER MORTAL

Discusiones de pareja: los 8 conflictos que terminan con una relación

Hay algunas discusiones de pareja que convierten la relación en una bomba de tiempo, sobre todo cuando el irrespeto, el desamor y el desprecio han dominado a una de las partes, o peor aún, a las dos. Recordemos que las relaciones en pareja se basan en los pilares de la confianza y el respeto. Por eso cuando se está viviendo con alguien, a quien de paso amamos, hay ciertas cosas en las cuales no se pueden caer. Por esta razón es muy importante cuidar nuestra boca, a veces no controlamos nuestra forma de hablar y terminamos acabando con todo lo que teníamos. Piensa siempre antes de hablar y si estás muy molesto, es mejor que te calmes o hagas algo que baje esa calentura para poder ver las cosas con claridad y hacer reclamos de forma madura.

Hay días de días, en el que el mal humor es tan fuerte que al llegar a casa luego de un largo día de trabajo, en vez de ser el lugar para drenar y encontrar la paz, se convierte en un verdadero espacio negativo de dimes y diretes, en discusiones dañinas que incluso provocan que el fin de relaciones estables.

La culpa de esto el estrés, el cansancio, la falta de recargar energías, distanciamiento y desconexión. Lo cierto es que a veces terminamos pagando ese mal humor con la persona que más se quiere, la pareja.

Es perfectamente normal, y mentalmente saludable, comentar los problemas que nos hayamos encontrado durante el día al llegar a casa, sin embargo a veces extrapolamos los conflictos y nos volvemos seres realmente irascibles lo que puede ocasionar que saquemos de quicio a nuestra media naranja y provoquemos un incómodo enfado extremo que no le hace bien a nadie.

Las relaciones en pareja se basan en los pilares de la confianza y el respeto. Por eso cuando se está viviendo con alguien, a quien de paso amamos, hay ciertas cosas en las cuales no se pueden caer. Por esta razón es muy importante cuidar nuestra boca, a veces no controlamos nuestra forma de hablar y terminamos acabando con todo lo que teníamos.

Es por eso, que es muy importante que pienses antes de hablar, más si estas dentro de una discusión o terminarás arrepentido. Estas son algunas de las discusiones que debes evitar a toda costa.

Falta de respeto

Todos hemos comenzado una discusión con una simple queja: “No ayudas en casa”, es una de las más frecuentes. Esta queja junto a algo de molestia termina conviurtiéndose en una crítica general o un juicio sobre la persona en cuestión. “Eres un vago, egoísta y perezoso”.

Tengamos en cuenta que esto no ocurre de la noche a la mañana, pero va minando gradualmente la base de tu matrimonio.

Para la experta en relaciones de pareja, Gilda Carle, afirma que los argumentos nunca deberían comenzar con “tú”. Ya que es un sinónimo de señalar con el dedo. Esto provoca una reacción de ataque en la persona señalada y por inercia comienza a hacer lo mismo y antes de que nos demos cuenta la falta de respeto es desenfrenada y dejamos de escuchar, mientras las verdaderas quejas, las que importan, no son tomadas en cuenta ni se resuelven.

Siempre tienes razón

Primero lo primero. Nadie tiene la razón el 100% del tiempo, y esto es producto de que NADIE es perfecto.

Sé que puede ser muy difícil reconocer que estabas equivocado, pero en una relación que realmente valoras, debe hacerse. Pregúntate esto: ¿Quieres tener la razón siempre o ser feliz?

No existe una eterna competencia por descubrir quien sí tiene la razón, en realidad todo se debe centrar en saber cómo hacer que las cosas funcionen.

Lo mejor en estos casos, en que las peleas comienzan por pequeñas cosas, es intentarlas dejarlas pasar. Por su puesto, los temas que más importen y que más trascendencia tengan para ti, son los que se tienen que discutir de forma madura.

Tómate tu tiempo para pensar exactamente lo que quieres decir, sin gritos de por medio, así el mensaje llega y es escuchado por el otro.

"En una discusión esa necesidad (la de tener la razón) es divisiva y puede conducir al resentimiento, especialmente a la larga. Si no puedes recordar que son un equipo y te centras en las cosas minúsculas, habrá sentimientos heridos que creen deseos de separación", continúa Carle.

Tener hijos

Aunque muchos toman este tipo de conversaciones de forma efímera al inicio de una relación, hablar sobre tener hijos o no puede ser un punto sensible para muchos y el inicio de una discusión.

Pensar que los niños se interpondrán en el camino de una carrera laboral o de una relación casi perfecta; o simplemente deseas dejar de intentarlo porque tienes problemas de fertilidad. Son puntos álgidos más si la pareja no está en la misma onda sobre el tema.

"Ser padre es un gran compromiso físico y emocional. No es algo que puedas hacer por la otra persona. Tienes que querer al 100% o no funcionará. Es injusto hablar con alguien sobre ello. La crianza es bastante difícil cuando ambas personas están en el mismo barco, imagina si no lo estáis. Que te intenten convencer de ello solo creará problemas", aseguró  Lesli MW Doares, asesora matrimonial y autora de 'Blueprint for a Lasting Marriage'.

El mismo argumento

Aquí vamos otra vez. Como cual madre o padre, le regañas por no cambiar el rollo de papel higiénico o levantar la tapa, tienes que recordarle que te llame de camino a casa o problemas más profundos como en qué religión criar a los niños. Lo creas o no, no estás discutiendo sobre lo que piensas que crees

Esto constituye una repetición de conflicto entre la pareja, lo que refleja las diferencias entre los estilos de vida y personalidades.

Aunque parezca tonto y superable, estos conflictos son una de las causas comunes del divorcio, más si se deja que los argumentos se intensifiquen seriamente.

Ante esto lo mejor es comprometerse a dar y recibir algo para terminar con las constantes batallas y peleas. Si no quieren que sea el fin es mejor que ambos den sus brazos a torcer.

Sexo

Tengamos claro que el sexo es esencial entre las parejas. Sin la existencia de contacto físico puede crearse un sentimiento de rechazo que puede llevar a la inseguridad, el resentimiento, la ira y la discusión.

Recuerda que no nos casamos para ser socios o compañeros de departamento. Así que lo mejor es tomarlo como un momento de conexión especial donde se demuestre el amor y la pasión por el otro, disfrutarlo y dejarse llevar.

De hecho, un estudio reciente realizado en la Universidad de Toronto-Mississauga descubrió que tener relaciones sexuales más de una vez a la semana no nos hace más felices. Pero, si el sexo se vuelve menos frecuente que semanalmente, es cuando la felicidad disminuye.

La intimidad es una parte fundamental de una sociedad sana. Si has experimentado una ausencia muy grande de estas prácticas durante un periodo prolongado de tiempo, es probable que llegues a una desconexión dentro de la relación, por lo que es necesario hablar del tema con tu pareja. Pero no solo sobre el hecho de que no las estás teniendo, también sobre el porqué y los gustos que tienes en la cama. 

El desprecio

Es difícil saber cómo es que hay parejas que llegan a tales extremos, pero es más común de lo que crees. Más si tienen temas inconclusos y muchos problemas de arrastre.

Como si fuesen víctima de un trastorno bipolar, son esas personas que un día se aman con intensidad y se juran amor eterno, pero de un momento a otro la “supuesta” superioridad de uno sale al aíre y comienzan los desprecios.

Menospreciar el trabajo o lo estudios de alguien es común, incluso burlarse de su familia, atacando no sólo a la pareja, sino a todos sus familiares. Esta es tal vez la forma más sencilla de terminar una relación, pues poca gente puede confiar en alguien después de que el desprecio se interpone entre ellos. 

En este punto, o no hay mucho que hacer o existen demasiadas cosas que hacer, todo dependerá de lo que realmente se siente por el otro. No obstante el menospreciado termina poniendo fin a esa relación tóxica.

Recuerda que nadie es más que nadie, que los familia es un tema sensible que causa mucho dolor y que una pareja no está para restarle a uno, sino para que sumen los dos.

Todo al mismo tiempo

Cómo dejar de pelear 

Estas discusiones son las más terribles que existen. Ya que una de las partes tiende a sacar todo lo oscuro que tiene dentro, conflictos, malestares y resentimiento. Lo que denota la falta de conexión y comunicación con la media naranja.

La magnitud de estas discusiones abarca desde los malos hábitos hasta las inconformidades, por lo que es una de las discusiones más difíciles de abordar ya que no sabemos qué o por dónde comenzar a solucionar.

Cuando sabes que eres una persona que tiende a acumular todos los problemas y molestias y luego explotas cual bomba, es mejor que internalices y dividas los conflictos, en los que realmente merecen la pena discutir de forma madura y desechar los que solo son pasajeros y sin importancia, que solo hacen es sumar molestias.

La política

Aunque parezca algo descabellado, estas discusiones, más en países polarizados o divididos, tienden a separar relaciones e incluso familias.

Plantear discusiones en la base de creencias o ideologías políticas, puede salirse de las manos. La irracionalidad llega de la mano del irrespeto y de querer imponer una “verdad” sobre otra.

En estos casos ponte en la posición del otro, el respeto íntegro de la persona que amamos es importante, ya que demuestra que los aceptamos tal y como son. Esta es la verdad del amor, el complemento no el igual.  

Las consecuencias de las discusiones de pareja

  • Se deja de hablar con afecto.
  • Se hieren los sentimientos del otro con las palabras.
  • Se cae en un círculo vicioso que es culparse, quejarse, acusarse, exigirse y cuestionarse mutuamente.
  • Se deteriora la relación.
  • Se cultiva la infelicidad en la pareja.
  • Se crea resentimiento hacia el otro.

8 errores frecuenbtes que cometemos en un discusión de pareja 

  1. Salir sin decir más nada y desaparecer.
  2. Intentar solucionar las cosas cuando todavía se esta alterado.
  3. Actuar como si nada esta pasando prendiendo la televisión o jugando con los niños.
  4. Amenazar con cortar la relación.
  5. Darle la razón aunque no la tenga.
  6. Esperar a que sea el otro a que de el primer paso para aclarar lo sucedido.
  7. Ignorar a la pareja.
  8. Ofender a la pareja para llamar su atención, esto es lo peor.

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