"PIDAMOS PERDÓN"

La Iglesia "abandonó y silenció" a los abusados por los depredadores

“Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables. Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión”, escribió el papa Francisco en una inusual carta publicada por el Vaticano en el que reconoce que la Iglesia Católica no actuó ante acusaciones de abuso sexual por parte de clérigos contra menores, frente al informe revelado por el gran jurado de Pensilvania que detalla las atrocidades llevadas a cabo por "sacerdotes depredadores" en 70 años.

“Con vergüenza y arrepentimiento” el sumo pontífice, el papa Francisco reconoció que la Iglesia Católica no actuó ante las acusaciones de abuso sexual por parte de clérigos contra menores. “No mostramos ningún cuidado por los pequeños, los abandonamos", expresó a través de una carta inusualmente contundente publicada por el Vaticano este lunes.

“Estas palabras de san Pablo resuenan con fuerza en mi corazón al constatar una vez más el sufrimiento vivido por muchos menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas. Un crimen que genera hondas heridas de dolor e impotencia; en primer lugar, en las víctimas, pero también en sus familiares y en toda la comunidad, sean creyentes o no creyentes", sumó Francisco.

Esta misiva llega a raíz de un informe del gran jurado de Pensilvania (USA) donde se detallaban 7 décadas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, bajo el encubrimiento de los obispos.

Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas (…) El dolor de estas víctimas es un gemido que clama al cielo, que llega al alma y que durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado. Pero su grito fue más fuerte que todas las medidas que lo intentaron silenciar o, incluso, que pretendieron resolverlo con decisiones que aumentaron la gravedad cayendo en la complicidad”, suscribe la carta.

El informe dice que los documentos internos de seis diócesis católicas en Pensilvania -algunos en un archivo secreto del que solo el obispo tenía una clave- muestran que más de 300 "sacerdotes depredadores" han sido acusados ​​creíblemente de abusar sexualmente de más de 1.000 niños víctimas.

“Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables. Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión”.

Para leer la carta del papa Francisco pulse aquí

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