ABIERTO DE LOS ESTADOS UNIDOS

Del Potro batió al duro Isner y pasó a las ‘semis’ del US Open

El argentino Juan Martín Del Potro se clasificó este martes (04/09) semifinalista del US Open 2018, cuarto y último torneo de Grand Slam de la temporada, tras ganarle en el partido de cuartos de final al canadiense Jhon Isner por 6-7 (5), 6-3, 7-6 (4), 6-2. El de Tandil chocará ahora en la penúltima instancia contra el ganador del duelo entre el español Rafael Nadal (N.1) y el belga David Goffin (N.10).

Del Potro, tercero del ranking mundial y campeón en 2009, se impuso ante el canadiense Isner en tres horas y media de juego bajo una sofocante temperatura.

“Fue un partido épico, muy cansador. Mi saque fue muy importante, me salvé porque saqué muy bien en momentos clave. Las condiciones (climáticas) fueron terribles, estábamos muy cansados en el final”, declaró el tandilense tras el partido. “Semejante calor hace que sea imposible jugar al tenis”, agregó. 

El argentino, quien se metió en las semifinales de Flushing Meadows por tercera vez en su carrera, ahora chocará con el ganador del encuentro que disputan más tarde el número uno del mundo Rafael Nadal y el austriaco Dominic Thiem

Bajo un calor asfixiante, que obligó incluso a suspender durante unas horas los partidos de los juniors, la pregunta nunca fue cómo sino cuándo. Dos de los mejores jugadores del circuito con su servicio y dos físicos privilegiados frente a frente, con un balance previo de 7-4 a favor de Del Potro.

La última referencia databa del pasado Roland Garros, con un triunfo del argentino por un triple 6-4. Pero el US Open era territorio inexplorado.

El número 3 del mundo ya había avisado que tendría que brillar con su servicio pero también con su devolución. Y es que Isner, un gigante de 2,08 m de estatura, se hizo famoso por no tener piedad con su saque.

Así, y hasta mediados del segundo set, siempre que lo necesitó conectó un ace a la velocidad de la luz. Primero a 219 km/h, luego a 220 y, más tarde, incluso a 223. Cada vez que Del Potro rozaba break point, Isner sellaba un misil para acabar con sus esperanzas.

Y así, con 6-6, solo necesitó un miniquiebre para adjudicarse el primer acto por 7-6 (5). Del Potro dejaba el court desconcertado pero no sorprendido. Había cometido solo cuatro errores no forzados (12 de su rival), había conservado todos sus servicios pero, en un segundo, había cedido un set.

Pero no se vino abajo. Siguió fiel a su estilo, acertado con su saque y letal desde el fondo hasta que su esfuerzo tuvo recompensa. Así, en el cuarto juego, le quebró el servicio a un Isner que empezaba a dar muestras de agotamiento y se acabó el set.

Así se desarrollaba la contienda. El primero capaz de quebrar parecía destinado a terminar ganando. El primero fue el estadounidense. A continuación fue Del Potro, que solo cometió un error en todo ese intervalo para mostrarse dominante ante uno de los oponentes más incómodos del circuito. Porque es misión casi imposible ganarle en su juego.

El tercer capítulo fue un “revival” del primero. De nuevo, otro tie break. De nuevo, un misil tras otro desde el rincón del norteamericano, que sin embargo con el paso de los minutos fue fallando cada vez más hasta entregar ese set y el siguiente, extenuado por el calor y los golpes de su rival.

El tandilense (también afectado por el clima) demostró una vez más que no es casualidad que ocupe la mejor posición de su carrera en la ATP casi una década después de coronarse en la Gran Manzana. Hace unos meses ya ganó su primer Masters 1000 en Indian Wells, ante el suizo Roger Federer.

Ahora sueña con volver a coronarse en Nueva York, donde empezó todo, para cerrar el círculo.

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