SEXUS

LA CUCHARA QUE REBOTA

La sencilla posición que promete más orgasmos femeninos

Estamos conscientes de que es mucho más difícil, pareciera que por cuestiones físicas y psicológicas, que las mujeres lleguen al orgasmo, en comparación a los hombres. Sin embargo, el sexo es una cuestión de 2 y hay que ponernos en marcha para que ambas partes queden satisfechas y con ganas de más. Teniendo esto en cuenta, debemos también recalcar que hay posiciones sexuales que favorecen y facilitan que las mujeres lleguen al orgasmo. Hoy hablaremos de una de ellas: “La cuchara que rebota”. Postura que, además, ayuda con los complementos amorosos por la cercanía corporal que implica.

Estamos conscientes de que es mucho más difícil, pareciera que por cuestiones físicas y psicológicas, que las mujeres lleguen al orgasmo, en comparación a los hombres. Sin embargo, el sexo es una cuestión de 2 y hay que ponernos en marcha para que ambas partes queden satisfechas y con ganas de más.

Teniendo esto en cuenta, debemos también recalcar que hay posiciones sexuales que favorecen y facilitan que las mujeres lleguen al orgasmo. Hoy hablaremos de una de ellas: “La cuchara que rebota”. Postura que, además, ayuda con los complementos amorosos por la cercanía corporal que implica.

Esta postura es perfecta para los que quieren llevar la típica “Cucharita” a otro nivel.

La técnica

La pareja se echa en la cama de costado y, de espaldas, el hombre le introduce el pene por la vagina, sin separa su pecho de la espalda de su amante. En este momento además de llevar el ritmo, puede, y debe, besarla, acariciar su espalda, cuello y cabello.

Rodearla con sus brazos hará también que ella se sienta totalmente arropada y querida.

En cuanto al grado de penetración, esto dependerá del ángulo que se forme entre los glúteos y las rodillas de la mujer, quien podrá aumentarlo o disminuirlo a su antojo.

Un truco que se recomienda para aumentar el placer en esta postura, es mantener las piernas juntas, lo que estimula el clítoris y el punto G.

Si son de las parejas más arriesgadas, o innovadoras, pueden probar esta postura también con sexo anal.

Puede ser aún mejor

La “cuchara que rebota” obliga a un encuentro con mucho más contacto. Imponiendo un ritmo lento con el que sondear las sensaciones que produce un cuerpo ajeno.

Esta posición es ideal para esas personas que entienden el sexo como modo de compartir y que eligen apartar hasta de su intimidad pequeñas licencias violentas que los amantes más instintivos sí gustan en el lecho.

Empar Moliner en su libro 'Te quiero si he bebido' explica una variante, 'el 44', que imaginamos con las rodillas más flexionadas. El caso es que funciona seas de letras o de números y aunque tu barrita de energía personal esté casi a cero. En conclusión, esta postura es idónea cuando te apetece hacer el amor, pero estás muy agotado para una jornada de sexo exhaustiva.

Según el experto en sexología, Pam Spurr, hay otra variable, un poco más intensa, es elevar la postura.

En lugar de acurrucarse tumbados, se anima a los amantes a sentarse y adoptar una posición más como si ella fuera una vaquera que cabalgara. Él puede apoyar su cabeza contra la pared mientras que ella lo hace sobre los hombros de su compañero. Esto proporciona la intimidad que le falta cuando se practica la del 'vaquero invertido' y le da la oportunidad al varón de explorar el cuerpo de su pareja con las dos manos estimulando adicionalmente al otro.

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