INMIGRANTES, UN TEMA

Paraliza a Suecia el resultado electoral de la extrema derecha

Suecia se enfrenta a un estancamiento político después de que sus principales bloques de centroizquierda y centroderecha casi empataron en las elecciones, mientras la extrema derecha -con la que nadie quiere pactar- aumentó su caudal de sufragios tras una campaña de línea dura contra la inmigración.

Con casi todos los votos contados el lunes 10/09, la coalición de socialdemócratas y verdes y su aliado parlamentario Izquierda tuvieron un 40,6% de de los votos emitidos, mientras la opositora Alianza de centroderecha tuvo el 40,3%.

Eso supone una ventaja de 1 escaño en un parlamento de 349 legisladores.

Demócratas Suecos, un partido con raíces supremacistas blancas, obtuvo un 17,6% del voto, alrededor de 5 puntos porcentuales más que hace 4 años. Fue la mayor subida de cualquier formación y estuvo en línea con los sondeos de opinión, aunque se quedó corta frente al 20% a 30% que su líder Jimmie Akesson había predicho.

“Muchas señales apuntaban a que los Demócratas Suecos alcanzarían la posición de segundo mayor partido en Suecia. Pero la esperada ... explosión no sucedió”, dijo el diario Expressen en una pieza de opinión. “Suecia está en terreno más seguro de lo que podríamos temer antes de las elecciones”, dijo.

La mayoría de las encuestas online, que en los últimos comicios midieron mejor el voto de Demócratas Suecos que las tradicionales, habían apuntado a que podía destronar a los socialdemócratas como el mayor partido del país, una posición que el centroizquierda ha mantenido durante un siglo.

Demócratas Suecos fue vencido al final por el partido del 1er. ministro Stefan Lofven por 10 puntos porcentuales y también fue superado por los Moderados de Ulf Kristersson, el candidato de la Alianza para liderar el Ejecutivo.

“En cierto sentido estamos contentos con que Demócratas Suecos no creciera más de lo que lo hizo”, dijo el parlamentario del Partido Liberal Allan Widman a Reuters. “Cuanto más grandes sean, más presión para el resto de partidos.

Pero el éxito de Demócratas Suecos se produce como resultado de un aumento de la popularidad de otras formaciones de extrema derecha en Europa por la creciente preocupación por la identidad nacional, los efectos de la globalización y el temor a la inmigración a causa de los conflictos en Oriente Próximo y África.

A su vez, el resultado le da nuevos bríos a esas fuerzas.

Suecia se ha visto a sí misma como una “superpotencia humanitaria” durante años, pero el avance de la violencia de bandas en barrios empobrecidos dominados por la inmigración ha dado apoyo a Demócratas Suecos.

Tras la llegada de 163.000 solicitantes de asilo en 2015 (la mayoría en Europa en relación con la población del país, de 10 millones), el Gobierno suspendió muchas de sus políticas liberales de asilo.

Entre los votantes de los grandes partidos había una sensación de alivio por la subida menos pronunciada de la extrema derecha. La sensación era compartida en Bruselas. “Está claro que es falsa la afirmación de que la extrema derecha es un rodillo inexorable y devorará todo lo que se le ponga por delante”, dijo un responsable de la UE, aunque reconoció que había fragmentación entre los partidos.

Con todo, las elecciones suecas han supuesto un mayor giro a la derecha en uno de los países más progresistas socialmente de Europa.

Las principales figuras de los mayores partidos se reunieron el lunes para buscar una estrategia de formar Gobierno, pero el proceso podría llevar semanas y posiblemente fracase, ante la promesa de Demócratas Suecos de hundir cualquier Ejecutivo que no les deje entrar en la toma de decisiones.

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