CAMBIO DE PRESIDENTE

Rosenkrantz y el dilema entre su perfil "corporativo" y su "bajo" perfil

Tras la renuncia de Ricardo Lorenzetti a la presidencia de la Corte Suprema, que algunos ven como derrota y otros como salida negociada, la asunción de Carlos Rosenkrantz en el cargo, que se producirá el próximo 1° de octubre, levanta varias sospechas en la oposición dado su perfil corporativo y otras tantas desde el bando oficial: ¿podrá este juez con tan bajo perfil asumir el desafío de "despolitizar" la Corte? De uno u otro lado, pese a algunos festejos, reinan las sospechas...

El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, renunció a su cargo. En su lugar asume Carlos Rosenkrantz, quien fue propuesto para integrar el máximo tribunal por el presidente Mauricio Macri, por lo que la noticia generó fuertes opiniones. 
 
'TN' anticipa por ese motivo la crítica que llegará desde la oposición sobre una "Corte oficialista": "Está cantado que la respuesta será afirmativa para los opositores más virulentos: ellos, para empezar, no creen para nada en la independencia judicial, que no sería más que una ilusión liberal para velar el ejercicio ominoso del poder a favor de los ricos, sus políticos amigos y sus aliados. Es lo que vendría a ser un experto, precisamente, Carlos Rosenkrantz. Exabogado de grandes empresas, autodefinido como liberal, para colmo estuvo entre los miembros de la Corte que firmó el cuestionado y luego suspendido fallo que reconocía a presos por delitos de lesa humanidad el derecho a que se les aplicara el 2X1 y se acortaran sus condenas. Parece reunir todos los rasgos que hacen falta para confirmar esas críticas.
 
Es de imaginar qué dirán, en particular, desde el kirchnerismo: teníamos que soportar a Bonadio, Stornelli y Rivolo persiguiendo a CFK y sus nobles colaboradores, encima nos habían sacado a Oyarbide, Freiler y demás garantes de la libertad de los luchadores populares, lo único que faltaba era que el gobierno de Macri se hiciera de un control total de la Corte. Conclusión, “ya no hay Justicia”, “el Pueblo nunca estuvo más desguarnecido y a merced de los poderosos”, bla, bla, bla, "es el fin del Estado de Derecho", bla.
 
Con todo, el motivo de preocupación principal para el gobierno ante este cambio imprevisto producido en el máximo tribunal del país no debería ser tanto contestar estas críticas, como que suceda más bien lo contrario de lo que ellas sugieren. Es decir, que por el perfil intelectual y académico, la falta de experiencia y de cintura política de su nuevo titular, todos rasgos que lo ponen en las antípodas de su antecesor, la Corte ingrese en una fase que tal vez gane en coherencia doctrinaria y ajuste al derecho, pero pierda en disposición a atender las necesidades políticas del momento".
 
Sin embargo, para finalizar remarca que los conocedores de esas internas de palacio, afirman que "Lorenzetti seguirá siendo el poder detrás del trono. Al haber adelantado el recambio, que estaba programado para fin de año, y apoyado a su contrincante más débil frente al más desafiante, Horacio Rosatti, el otro santafecino y “operador político” de entre los supremos, se evitó un desgaste mayor y podrá seguir controlando los vínculos entre la Corte y el mundo exterior.
 
Pero habrá que ver si es así. Al menos lo seguro es que ahora habrá un juego más abierto. Y puede que se consiga con el tiempo un mejor equilibrio entre lo que se ajusta a derecho y lo que ese mundo exterior reclama o necesita para que nuestra democracia siga adelante."
 
Desde la oposición, en tanto, Martín Granovsky titula en 'Página/12': "El primer presidente corporativo". Comienza hablando de la "gran novedad", afirmando justamente que "es la primera vez en democracia que ese puesto recae sobre un abogado con origen en los grandes estudios que atienden a las grandes empresas. Como la Casa Rosada, la Corte Suprema también tendrá su presidente corporativo".
 
Sin embargo, refiere también a su origen político: "Fue miembro del grupo que en el alfonsinismo era conocido como “los filósofos”. Lo lideraba Carlos Nino y nucleó jóvenes abogados con intervenciones tan dispares como el Juicio a las Juntas o el Consejo de Consolidación de la Democracia". 
 
Dedica dos largos párrafos a citar a quienes fueran sus clientes en el gran estudio Bouzat, Rosenkrantz y asociados, donde ejercía la "abogacía corporativa". Nombra entre otros al Grupo Clarín y La Nación, América TV, Arcos Dorados S.A. (McDonald’s), Arisco S.A., Astilleros Corrientes S.A., Avila Inversora S.A., Cablevisión S.A., Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), Cervecería y Maltería Quilmes S.A., Christian Lacroix, Claro (AMX Argentina S.A. y Telmex Argentina S.A.), Entidad Binacional Yacyretá, Escuela Argentina de Negocios S.A., La Rural Predio Ferial de Palermo, y PAE. La lista es larga.
 
Destaca también que "Rosenkrantz juró el 22 de agosto de 2016", y el "el 28 de septiembre ya estaba trabajando para aplicar el dos por uno a secuestradores, torturadores y asesinos. El fallo del dos por uno fue firmado el 3 de mayo de 2017 por Rosenkrantz y por el otro ministro propuesto por Macri, Horacio Rosatti. Se agregó Elena Highton de Nolasco. Votaron en disidencia Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda".
Para finalizar, dejar en claro que "la pulseada es financiera, jurídica e institucional. Y, sobre todo, permanente".
 
También destaca sus antiguos vínculos con el PRO, relatados por Iglesias Illia en su libro "Cambiamos"
 
Los mismos puntos menciona 'Ambito Financiero' aunque de manera más amigable: "Asume Rosenkrantz, un ex abogado de grandes empresas con extracto radical", titula antes de recordar que "fue el último miembro en incorporarse al máximo órgano de Justicia, luego de que una semana antes hiciera lo propio Horacio Rosatti". 
 
Recuerda que fue "propuesto por el presidente Mauricio Macri a los pocos días de asumir su mandato y avalado por el Senado, Rosenkrantz llegó para completar la Corte luego de las vacantes que dejaron Eugenio Zaffaroni y Carlos Fayt".
 
Menciona también las críticas de la oposición por tener "en su haber la representación, en tanto abogado, de grandes corporaciones y empresas", entre ellos: "el Grupo Clarín".
 
¿Qué escribió Clarín al respecto? En principio afirma que el cambio "se venía hablando puertas adentro de la Corte desde hacía varias semanas", y que "la intención es bajarle el perfil "político" al máximo tribunal y concentrarse en temas puramente judiciales. "Decidieron privilegiar el perfil jurisdiccional de la Corte y no tanto su papel institucional", explicaron las fuentes."
 
Se concentra, en tanto, en lo que ha hecho su antecesor, sobre quien finaliza contando que "mantiene un duro enfrentamiento con Elisa Carrió, fundadora de Cambiemos y socia política del presidente Mauricio Macri. Hace poco más de una semana, la líder de la Coalición Cívica lo había denunciado por supuestas irregularidades en el funcionamiento y en las contrataciones de personal de la Morgue Judicial, que depende del máximo tribunal".
 
En otro artículo, donde también termina hablando sobre Lorenzetti (y su relación con Macri), afirma algo similar: "El macrismo cree que a partir del 1° de octubre -cuando se formalice el cambio por Ricardo Lorenzetti- la Corte Suprema adoptará un perfil más “institucional y jurídico y menos político”. Uno de los funcionarios que primero se enteró de los cambios arriesgó: “Por decirlo de algún modo: el cambio garantiza menos rosca política”."
 
Mucho más duro que 'Página/12', 'Tiempo Argentino', el preferido de Cristina Fernández de Kirchner, habla de que a Lorenzetti "lo desplazaron", de que Rozenkrantz tiene un perfil "conservador; comparado con él, Lorenzetti –con apenas una pátina de progresismo- vendría a ser algo así como Camilo Cienfuegos", compara y anticipa a modo de conclusión: "La mayoría que ungió a Rozenkrantz es la misma que suscribió el “fallo Muiña”, que concedió el beneficio del dos por uno a los represores. Aunque poco después la Corte, a instancias de Lorenzetti, corrigió los alcances de ese fallo, lo cierto es que hay otros expedientes en igual sentido pendientes de resolución.
 
“Hasta ahora los fallos salían por un sorbete; ahora saldrán por un tubo”, pronosticó un vocero del bando ganador".
 
El diario 'La Nación' afirma, sin embargo, que "cerca de Lorenzetti plantearon sus salida de la presidencia como un alejamiento negociado y dialogado con Rosenkrantz y no como una derrota". Aunque da cuenta también de que "en otros despachos hablan de una pérdida de confianza de sus pares y de una necesidad de cambio".
 
En cuanto a Rosenkrantz comienza diciendo que tiene un bajísimo perfil contra el cual deberá luchar; destaca su relación con el radicalismo y su "carácter técnico". Aunque para finalizar menciona que en 2008 asumió como rector de la Universidad de San Andres y que desde allí "apoyó la creación del Centro de Estudios Anticorrupción".
 
"Según quien cuente la historia, se trata de una estruendosa derrota o una sucesión negociada", dice otro artículo sobre el recambio. Y afirma que se sabrá cuál versión se acerca más a la ocurrido cuando asuma Rosenkrantz, el 1 de octubre y que para entender "la magnitud del cambio habrá que ver si se mantienen los titulares de las áreas más sensibles de la Corte: administración, recursos humanos, escuchas telefónicas o comunicación. Así se sabrá si fue una sucesión natural no traumática o un cambio total"
 

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