OTRA BOLA DE NIEVE

Vencen Leliq, la base monetaria no será 0 y mercado espera tasas más altas

Con el mejor equipo en 50 años enfocado en armar otra bola de nieve que ahora pasó de llamarse Lebacs a Leliq y sin reformas interesante para avanzar con un plan productivo y de crecimiento a largo plazo, el mercado mira de reojo lo que pueda ocurrir a 3 meses con la absorción de pesos que está realizando el Banco Central para, supuestamente, ir a emisión 0, que no será tal...

El próximo martes 9 de octubre el presidente del Banco Central Guido Sandleris intentará contraer la base monetaria alrededor de 5 puntos para alcanzar la meta fiscal de emisión 0/déficit 0 acordada con el Fondo Monetario Internacional para los desembolsos programados. De esta manera, debiera aspirar unos $70.000 millones.

Sin embargo, el mercado desconfía otra vez de los objetivos de la Casa Rosada (o mejor dicho, del FMI). Según el economista Jorge Herrera, quien escribió para el diario Ámbito Financiero, crujen las tesorerías, sobre todo, de las pymes. Las tasas de interés ya están en niveles complicados para financiar descalces de corto plazo. Sin embargo, los analistas auguran que en las próximas semanas e incluso por lo que resta del año se verán todavía mayores niveles. El viernes el call money de primera línea operó en 68% anual mientras la tasa promedio de adelantos en el 78% anual. De ahí en adelante, o sea, para la segunda y tercera línea de empresas, solo resta imaginar las tasas pedidas.

Es que el apretón monetario prácticamente no da margen. La meta monetaria pactada con el FMI, de crecimiento nulo de la base monetaria, en realidad contempla implícitamente un crecimiento del 8% hasta junio del próximo año (casi un 11% anualizado) por razones estacionales. Así y todo, la contracción esperada del crédito al sector privado será muy fuerte. Ya en septiembre la caída en términos reales implica un fuerte freno a la oferta disponible de financiamiento al sector privado.

En tanto, su colega Miguel Ángel Boggiano analizó las últimas bajas de dólar: "Definitivamente, pareciera que hay más calma pero a un costo alto porque todo esto se hizo retirando pesos de circulación al mismo tiempo a través de las Leliq al que tienen acceso los bancos".

Al aire de LN+, agregó: "En definitiva, no es más que seguir con el problema de la deuda en pesos que se hace cada vez más grande a tasas que superan el 70% y es muy difícil sostener esto a largo plazo. Arriesgo que es bastante poco el tiempo que tenés, quizá dos o tres meses pero probablemente sea menos. Es decir, es un equilibrio muy inestable porque en realidad el que coloca deuda en pesos en algún momento la quiere transformar en dólares.

Lamentablemente, hay buenas chances de que terminemos en una solución heterodoxa al estilo Plan Bonex '89, de manera tal que negoicando -o compulsivamente- le digan (al mercado): 'miren, señores, estas leliq se ban a transformar en un bono con X condiciones a un plazo más largo', porque no es que el gobierno no ve esto sino que salta de urgencia en urgencia. El monstruo está.

Si el plan es llegar a la cosecha de trigo en noviembre o de soja en mayo, para mí está lejos en el tiempo o quizas están esperando para usar del arsenal del Fondo Monetario para poder transitar hasta mediados del año que viene, cuando el gobierno confía repuntar en la economía, que todavía no está asegurado".

Emmanuel Álvarez Agis (Ámbito Financiero), consideró: "La idea básica sería que una política monetaria lo suficientemente contractiva podría generar una suba de la tasa de interés tan alta como la que sea necesaria para revertir la caída en la demanda de pesos, cuyo espejo es la suba de la demanda del dólar. Sin embargo, parar una corrida que ya lleva 6 meses con la tasa nos hace acordar a los intentos que tenía el Coyote que perseguía al Correcaminos cuando un camión venía de frente en su dirección. Veamos por qué.

La actual corrida no se produce como el resultado de un "exceso de pesos". El crédito en pesos neto de inflación cae en lo que va del año casi 8%. La base monetaria no presenta variaciones que permitan explicar un aumento el tipo de cambio de casi 100% y la tasa de interés se encuentra por encima de la inflación esperada. Pero el punto es comprender si se encuentra por debajo de la devaluación esperada no ya en un rango de meses, sino de días. Esta corrida ha estado caracterizada por su duración, lo cual implica que la apuesta contra el peso resultó redituable por demasiado tiempo. El apretón monetario debe estar acompañado de una fuerte política de ventas de dólares, tanto en el mercado spot como en el futuro. De lo contrario, el nuevo esquema monetario estará destinado al fracaso".

Solución: "Es importante destacar que el esquema de altas tasas se encuentra alimentando esta nueva modalidad del carry trade desde hace unos meses. El segmento de money market de los FCI crece a tasas anuales por encima del 100% anual hace ya cuatro meses: +106% en junio, 118% en julio, 143% en agosto y 174% en septiembre.

Para prevenir este tipo de dinámicas, el BCRA puede tomar medidas estructurales y coyunturales. Dentro de las estructurales, sería deseable reestablecer el esquema de encajes para inversiones de corto plazo provenientes del exterior, de manera tal que si Argentina tiene algún tipo de ingresos de capitales no sean capitales que revertirán su decisión de cartera a la primera de cambios. Dentro de las medidas coyunturales, el manejo de la política monetaria debe imprimirle una altísima volatilidad a la tasa de interés de política, para ahuyentar este tipo de ingresos de corto plazo. A medida que el nuevo esquema monetario permita liberar presión sobre el dólar, el BCRA deberá implementar una trayectoria descendente de la tasa de interés o, de lo contrario, el torniquete monetario lejos de salvar al enfermo, lo matará.

Si se llega a ese momento, la baja de la tasa, obviamente, reavivará la presión sobre el dólar. Y es ahí donde el BCRA deberá terminar de matar la corrida más larga de la historia con una agresiva venta de reservas y de futuros. En el mientras tanto, sería deseable que el BCRA envíe una clara señal sobre que estará dispuesto a intervenir con tantas reservas como sean necesarias no solo en el techo de la banda, sino en cualquier momento que identifique que el mercado no se comporta con arreglo a los objetivos de la autoridad monetaria. De lo contrario, el dólar seguirá haciéndolo beep-beep al Coyote".

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