A UN MES DE SU MUERTE

De la Sota, el último gran político de la generación de los 70

Hace un mes perdió la vida, en un accidente automovilístico, José Manuel de la Sota. Nació el 28 de noviembre de 1949, se recibió de Abogado a los 22 años en la Universidad Nacional de Córdoba, fue diputado y senador Nacional, embajador en Brasil (donde aprendió a hablar y escribir en Portugués) y también fue tres veces Gobernador de la provincia de Córdoba. En las elecciones de 2015 fue a las PASO con Sergio Massa. Fue, sin lugar a dudas, un gran político, que sabia escuchar, dialogar y obtener consensos.

“Soy un gran aprendiz”, “los políticos no deben saber de todo, deben saber escuchar” eran las frases que, a menudo, pronunciaba en cada charla.

No había que explicarle dos veces las cosas, era muy inteligente y rápido para tomar decisiones. Una vez estábamos terminando de contar los votos de una elección de medio término y nos dijo a todos en el centro de cómputos “la provincia esta sufriendo un incendio forestal, ustedes cuiden las urnas, yo me voy a gobernar”.

Afable, carismático, incansable, conversador, culto, amaba la música, la pintura, el teatro y el cine. Siempre de buen humor; tenia una fuerte personalidad. Un político brillante; un viejo gremialista lo definía: “El Gallego siempre esta dos jugadas mas adelante”.

Soñaba con un peronismo moderno, de centro izquierda, conciliador y fundamentalmente de diálogo: “Los argentinos no entendieron el abrazo histórico de Perón y Balbín” decía a menudo.

Amaba a los animales, jugaba siempre con sus mascotas Onur, Lulú, Shasha y Milo.

Grabó un CD Este tipo soy yo que contiene seis temas musicales: “Apareciste tú“ de Cacho Castaña, “Este tipo soy yo“ de Roberto Carlos, “Lloraré de Amor“ de Bell Marques y "El último beso“ de Vicente Fernández y los cuartetos: “Qué ironía“ de El Paz Martínez, popularizado por Rodrigo "El Potro“ y "Beso a beso“ de Carlos "La Mona“ Jiménez.

Jugaba desde joven al tennis “con constancia y buenos maestros, mejore mucho mi revés", le decía a sus rivales. Era hincha del club de futbol General Paz Juniors de la Ciudad de Cordoba.

El año pasado inauguró El Hombre, su local de ropa masculina en Río Cuarto. Presentó su primera colección y desfiló con sus creaciones en un evento solidario.

José Manuel de la Sota gobernó Córdoba durante 4.532 días.

En su primer día de gestión, firmó la rebaja del 30 por ciento de los impuestos provinciales y cumplió una de sus promesas más fuertes en su campaña electoral.

Impulsó la construcción de escuelas en todo el territorio provincial y, al final de su tercer mandato, festejó la inauguración de 500 edificios escolares. “De la Sota, tus gobiernos serán recordados por tus escuelas”, dijo el padre Hector Zenon Aguilera, cuando bendecía una de ellas.

Impulsó un recorte del gasto de la política promoviendo una reforma constitucional para achicar el número de legisladores, se creó una Legislatura Unicameral de 70 legisladores, (la legislatura era bicameral compuesta por 133 miembros, 66 diputados y 67 senadores). También se suprimieron los privilegios parlamentarios.

Implemento el programa “Mi casa, Mi vida” destinado a aquellas familias “en situación de vulnerabilidad” y creando los denominados “barrios ciudad”.

En su gestión se realizaron inversiones en cultura, que incluyeron la Ciudad de las Artes y los museos de la denominada “media legua cultural”, que sumó al Palacio Ferreyra.

Construyó rutas, autovías, puentes y viviendas en el interior de la provincia.

Creó la Universidad Provincial.

Fomentó planes el empleo para jóvenes, como el programa Primer Paso: “Estando preso durante la dictadura militar, no teníamos material de lectura, en algunas ocaciones nos llegaban diarios que leíamos hasta los avisos clasificados. Los avisos pedían: jóvenes con experiencia... es ahí cuando nace en mi cabeza el programa del primer empleo para jóvenes; ¿cómo se consigue un joven con experiencia si nunca nadie le dio su primera oportunidad?”.

Otro beneficio fue el boleto estudiantil que incluye a estudiantes, docentes y personal no docente en toda la provincia, tanto para el nivel primario, secundario y universitario.

Dictó clases en institutos educativos e importantes universidades de España y Portugal.

Su último sueño era presentar una nueva propuesta a la sociedad argentina, ser presidente por cuatro años, un presidente de unión nacional, un presidente sin privilegios: “Quiero construir los cimientos de una Argentina para los próximos 50 años”, “construir puentes, cerrar la grieta”, “iniciar una gran reforma en la Politica, en la Educación, en la Salud Publica, en la Justicia, en la Seguridad, en la modernización y eficiencia del Estado, la eliminación de fueros y privilegios de la clase política, y como eje central una gran reforma tributaria".

De la Sota, ese político de raza, que se levantó y aprendió de cada derrota, que nunca definió a un adversario como un enemigo, deja un gran legado político.

Sus amigos aún no logramos digerir esta pésima noticia a un mes de su desaparición física. Muchos lo acompañamos en todas sus batallas electorales desde 1983 y otros que se fueron sumando a lo largo de su larga trayectoria política. Vamos a extrañar al conductor, al amigo, pero fundamentalmente al gran ser humano.

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