DERRAME EN EL GOLFO DE MÉXICO

Desastre ambiental secreto provoca que otros tomen recaudos

En 2010, la tragedia petrolera de Deepwater Horizon llamó la atención de EE.UU. durante meses. Se perdieron 11 vidas y las comunidades alrededor del golfo de México se detuvieron bajo cientos de millones de litros de petróleo. Sin embargo, al acecho por debajo del nuevo desastre, un derrame más viejo continuaba escupiendo continuamente: una fuga que comenzó cuando otra plataforma petrolera se dañó seis años antes. Esta situación le da fuerza al Estado de Oregon, que ha prohibido cualquier perforación en sus costas, tal como ya hizo Florida.

 

Desde hace 14 años, un derrame continuo de cientos de barriles de petróleo en el Golfo de México podría ser uno de los peores desastres ambientales de Estados Unidos.

En 2004, el huracán Iván derribó una plataforma petrolera y enterró varios pozos propiedad de Taylor Energy Company frente a las costas del estado de Luisiana.

Muchos de los pozos afectados no han sido sellados, y desde entonces se han filtrado entre 300 y 700 barriles de petróleo diarios en el lecho marino. Lo que representaría aproximadamente entre 75 mil y 113 mil litros de petróleo por día.

Según algunas estimaciones, la fuga crónica pronto podría ser mayor, de forma acumulativa, que el desastre de aguas profundas, que arrojó hasta 666 millones de galones (o 4,2 millones de barriles) de petróleo en el Golfo.

Taylor podría superar el desastre ambiental provocado en 2010 en esa misma región por la plataforma petrolera Deepwater Horizon, operada por British Petroleum.

En septiembre, el Departamento de Justicia presentó un estudio independiente sobre la naturaleza y el volumen del derrame que denunció que las evaluaciones anteriores del daño, presentadas por el propietario de la plataforma, Taylor Energy Co. y compiladas por la Guardia Costera, subestimaron significativamente la cantidad de petróleo expulsado.

Según la presentación, el derrame de Taylor arroja entre 75.000 y 113.000 litros de petróleo por día.

En cuanto a la cantidad de petróleo que se ha filtrado desde el comienzo del derrame, es difícil decirlo. Una estimación de SkyTruth, una organización de vigilancia satelital, situó el total entre 3,2 y 15 millones de litros para fines de 2017. Si se toman los cálculos de la presentación del Departamento de Justicia, el número es astronómicamente más alto: más de 579 millones de litros en 14 años.

Marylee Orr es la directora ejecutiva de la Louisiana Environmental Action Network (LEAN). Dice que, en 2010, las personas que realizaban vigilancia aérea cerca del derrame de petróleo de British Petroleum empezaron a notar otra forma, una sombra de una mancha de aceite adyacente al derrame principal que no parecía coincidir.

Los números muestran claramente que el derrame de petróleo de Taylor se acerca, si no supera, el volumen del derrame de petróleo de British Petroleum, eso no significa que el impacto ambiental sea el mismo.

"Este es un aceite que se filtra lenta y constantemente a lo largo del tiempo, por lo que el impacto en el medio ambiente es muy diferente", afirman expertos.

"Una de las cosas molestas sobre el derrame de Taylor es que las consecuencias de esto se han mantenido en secreto. No ha habido mucha presión pública o política para hacer la investigación para descubrir cuál es el daño de una fuga crónica, a largo plazo", agregaron.

Oregon

Quizás considerando lo de Louisiana, la gobernadora de Oregón, Kate Brown, firmó una orden ejecutiva que prohíbe la perforación petrolera y de gas en el tramo de mar que pertenece al estado.

La medida ordena a las agencias estatales proteger la economía costera de Oregón, mediante la prevención de actividades asociadas con estas perforaciones.

"Los oregonianos tienen una larga y orgullosa historia de defender nuestro estado", dijo Brown. "Estoy cansada de esperar que el gobierno federal entre en razón y se dé cuenta de que es un error terrible".

Brown explicó en un comunicado oficial que estas actividades amenazan "directamente las economías costeras, las pesquerías marinas, el medio ambiente, la salud, la seguridad públicas y los recursos culturales".

Según Brown, esta orden ejecutiva dejará claro a los especuladores de petróleo y gas que "Oregón no está a la venta".

En enero, la Administración Trump lanzó un plan de cinco años para expandir la exploración de petróleo y la perforación a lo largo de la plataforma continental de USA, abriendo a la industria petrolera el 90 % de las reservas de petróleo de la nación.

Brown solicitó una exención para Oregón el 25/10.

La gobernadora pidió al Secretario de Interior, Ryan Zinke, que eximiera a la costa de Oregón de la propuesta de la Administración, citando la falta de reservas de petróleo y los riesgos de perforación cerca de la falla de Cascadia.

Con una longitud de más de 1.100 kilómetros, la falla submarina de Cascadia abarca desde la provincia canadiense de la Columbia Británica hasta el norte de California.

Por su parte, Zinke concedió la solicitud de exención del gobernador de la Florida, Rick Scott, en enero, pero aún no había otorgado una a Oregón.

"Se acabó el tiempo", dijo Brown.

La franja costera de Oregon sostiene 22.000 empleos en su industria costera de turismo y recreación, que generan US$ 2.000 millones anuales, según datos oficiales. Además, 5.500 empleos a la industria pesquera y comercial.

La costa de Oregón también proporciona un ecosistema único para diversas especies de plantas y animales.

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