UNA AMENAZA (DEL) GIGANTE

Bolsonaro pone en jaque la relación Trump-Macri (y sus 'beneficios')

Lo dijo Donald Trump, con quien es comparado el presidente electo Jair Bolsonaro por su discurso nacionalista y su populismo: "Acordamos que Brasil y Estados Unidos trabajarán estrechamente en comercio, defensa y todo lo demás". Sin dudas, se abre una nueva era de las relaciones del gigante sudamericano con el país del norte, que perjudicará la posición lograda por Mauricio Macri, que le permitió, entre otras cosas, obtener 2 créditos del FMI. Y lo hará justo cuando inicia su carrera por un próximo mandato.

La relación personal de Mauricio Macri con Donald Trump contribuyó en gran parte a que el mandatario argentino obtuviera dos créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI), y que tuviera una relación privilegiada con la Casa Blanca. Una agenda "perfecta" con Michel Temer en la presidencia de Brasil. Sin embargo, con Jair Bolsonaro al frente, la situación no será la misma.
 
Por un lado, a nivel regional, el presidente electo del país vecino buscará recuperar su influencia, y si bien no rompería con el Mercosur, tampoco permitirá que sea la cancillería argentina la que guíe el destino.
 
Por otro, más allá del bloque, Brasil y Estados Unidos tienen históricos acuerdos regionales y fuertes diferencias geopolíticas. China integra el BRICS junto a Brasil, y avanza en la región traccionada por sus fondos frescos a tasas ultralivianas. Trump intenta frenar la ofensiva china y siempre chocó con la resistencia de Brasil, que buscaba un balance de poder en el Cono Sur y una agenda multilateral con alcance global.
 
Sin embargo, Bolsonaro coincide con Trump y pondrá en tensión a los BRICS, que perdió su influencia y su peso específico. 
 
En efecto, Macri fue a la última cumbre de los BRICS para buscar un punto de coincidencias con el Mercosur, y ahora sufrirá la tensión causada por un presidente del Brasil que está buscando su lugar. 
 
"Muy buena conversación", así calificó Donald Trump ayer el diálogo que mantuvo la noche anterior con Bolsonaro, al que llamó para felicitarlo por su victoria.
 
Trump, con quien es comparado Bolsonaro por su discurso nacionalista y su populismo, aseguró en 'Twitter' que ambos acordaron trabajar "estrechamente" en materia de comercio y defensa.
 
"¡Acordamos que Brasil y Estados Unidos trabajarán estrechamente en comercio, defensa y todo lo demás! Excelente conversación telefónica, ¡lo felicité!", manifestó el mandatario.
 
Fue Bolsonaro la noche electoral el primero en informar de la llamada de Trump, que calificó de "contacto bastante amigable".
 
Después, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, confirmó la conversación a través de un comunicado en Washington. "Ambos expresaron el fuerte compromiso de trabajar lado a lado para mejorar la vida de los pueblos de Estados Unidos y Brasil y como líderes regionales de las Américas", manifestó.
 
Sin dudas, la elección de Bolsonaro en Brasil abre una nueva era de las relaciones del gigante sudamericano con el país del norte.
 
Estados Unidos será "un socio más cercano a Brasil durante el gobierno" de Bolsonaro, aseguró Steve Bannon, ex asesor de Donald Trump, que dio la bienvenida al brasileño al club de dirigentes nacionalistas y conservadores llegados al poder en los últimos años.
 
En una entrevista publicada ayer por el diario 'Folha de Sao Paulo', Bannon aseguró que "Estados Unidos será un socio más cercano a Brasil durante el gobierno de Bolsonaro, porque en una parte del mundo donde hay socialismo radical y caos en Venezuela, y crisis económica, con el FMI mandando en Argentina, Bolsonaro representa el camino del capitalismo esclarecido y será un líder populista nacionalista".
 
El ex estratega de comunicación de Trump también resaltó los parecidos entre el mandatario estadounidense y el recién electo líder brasileño, tanto de fondo como de forma.
 
Según Bannon, hay "muchas semejanzas" entre Trump, Bolsonaro y otros líderes "populistas y nacionalistas" de derecha, como Viktor Orban, primer ministro húngaro; Matteo Salvini, ministro de Interior de Italia; o Nigel Farage, líder pro Brexit en Reino Unido.
 
"Veo tres puntos en común entre esos líderes: en situaciones muy confusas, consiguen identificar cuáles son los principales problemas y articular soluciones. Por ser auténticos, consiguen conectarse con la masa, particularmente con la clase trabajadora y la clase media, de manera muy visceral. Y, en tercer lugar, tienen carisma", enumeró.
 
En cuanto a Trump y Bolsonaro, destacó que ambos emplean la estrategia de hacer "declaraciones provocativas para llamar la atención" y "conseguir ser escuchados en medio del barullo". "Ambos son especialistas en conectarse con las masas", dijo.
 
Pero, ¿cómo pierde Mauricio Macri en este juego? La ambición de poder local, regional y global de Bolsonaro complicará, sin dudas, la agenda internacional de Macri, que se apalancaba sobre sus éxitos en la arena mundial y la debilidad institucional de Brasil. 
 
El presidente argentino ahora se encuentra ante un complejo desafío de estado: preservar sus propios espacios de poder en el Mercosur, en el mundo y con Trump, y a su vez coordinar acciones con el presidente Bolsonaro, que sueña con un imperio apoyado por un ejército nacionalista, un establishment económico liberal y la iglesia evangélica.
 
No será una tarea fácil para Macri, menos aún en tiempos en que busca su reelección presidencial. Una debilidad coyuntural del argentino que Bolsonaro aprovechará al máximo cuando empiece a frecuentar a los líderes mundiales. 
 

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