ALIADOS NATURALES

¿Hígado graso? 4 frutas para combatirlo

Más allá de los kilos de más que pueda tener una persona a lo externo, la grasa que más afecta a nuestro cuerpo es la visceral. Ejemplo de ello, sufrir de hígado graso. Una condición que hace que una persona acumule tejido adiposo en este órgano, comprometiendo su vital funcionamiento. Cada vez es más habitual, que más y más personas estén padeciendo del hígado graso. Aunque se desconocen las causas de que dan lugar a este problema, existe cierta vinculación entre malos hábitos que pueden influir en este padecimiento, en especial de alimentación.

Más allá de los kilos de más que pueda tener una persona a lo externo, la grasa que más afecta a nuestro cuerpo es la visceral. Ejemplo de ello, sufrir de hígado graso. Una condición que hace que una persona acumule tejido adiposo en este órgano, comprometiendo su vital funcionamiento.

El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo, y su función es ayudar a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas.

Cada vez es más habitual, que más y más personas estén padeciendo del hígado graso. Aunque se desconocen las causas de que dan lugar a este problema, existe cierta vinculación entre malos hábitos que pueden influir en este padecimiento, en especial de alimentación.

Otro de los problemas de padecer hígado graso, es que los síntomas que presenta son poco reconocibles, lo que dificulta aún más el temprano diagnóstico.

Una de las recomendaciones por parte de los especialista a la hora de tratar esta enfermedad consiste en perder peso. De este modo, se puede reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado. 

No hay medicamentos que hayan sido aprobados para tratar el problema. Algunos estudios están buscando si un determinado fármaco para la diabetes o la vitamina E puede ayudar, pero se necesita mayor investigación en el campo. 

La recomendación general por los especialistas: una mejor alimentación. Hábitos a la hora de comer que sean saludables lo que se traducirá en bienestar para el organismo en general.

De este modo, por ejemplo; la fruta resulta uno de los alimentos más beneficiosos.

¿Qué podemos hacer?

Una vez que se ha desarrollado la enfermedad del hígado graso, es fundamental seguir las pautas del médico según la tipología de alteración hepática que sea. Hay dos tipos principales:

  • Hígado graso no alcohólico.
  • Hígado graso por alcohol. Que también se denomina esteatosis hepática alcohólica. 

Los síntomas principales suelen generar inflamaciones y cansancio. El paciente puede experimentar malestar general de forma que el tratamiento habitualmente obliga a cambiar los hábitos de vida.

En el caso de que se generen complicaciones a largo plazo, el problema puede derivar en cirrosis hepática u otras enfermedades semejantes.

Es importante concienciar a la población de lo fundamental que resulta mantener una alimentación saludable. A continuación, centraremos la atención en la fruta y sus propiedades.

1 La siempre noble manzana

Los profesionales suelen recomendar el consumo diario de al menos una manzana verde. Esta fruta posee la capacidad de ayudar a reducir el nivel de azúcar en sangre. 

Las manzanas suelen estar indicadas en el tratamiento para ayudar a limpiar el hígado. Esto se debe su alto nivel de antioxidantes. De modo que presenta una gran capacidad para combatir los radicales libres.

Hay que tener en cuenta que las manzanas disponen de ácido málico, el cual permite prevenir la aparición de piedras en el hígado y riñones

2 El poder de la lima y el limón

Los cítricos favorecen la depuración del hígado gracias a sus propiedades antioxidantes, además de constituir una de las mejores fuentes de vitamina C. Además, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. 

Existe una gran variedad de zumos en los que el sabor amargo del limón puede quedar disimulado, de forma que pueda consumirse sin problemas. 

3 El medicinal pomelo

El pomelo está compuesto por enzimas que estimulan  de un modo muy especial el hígado, ayudando a eliminar grasas y toxinas. 

Además, disponen de alto grado de ácido málico y carotenoides, dos elementos que fortalecen y contribuyen al mantenimiento del órgano. Igualmente, cabe mencionar su alto contenido en naringenina, la cual nos permite descomponer los ácidos grasos acumulados en el hígado y expulsarlos.

4 La palta, grasa contra grasa

Hay que tener en cuenta que sus virtudes radican en el ácido oleico, un tipo de ácido graso monoinsaturado con muchas propiedades. Este tipo de ácido ayuda a reducir los niveles de colesterol. Además hemos de recordar que dispone de fibra, que ayuda a saciar el apetito y que además, reduce el nivel de glucosa en sangre.

Todo ello nos puede ayudar diariamente a mantener una nutrición adecuada con la que cuidar el organismo y el hígado. De este modo, pueden eliminarse poco a poco las células dañinas que se almacenen en nuestro órgano, optimizando sus funciones básicas. 

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