CONGRESO

Diputados: Naufraga la última sesión por ira radical y los 131 peronistas

La Cámara de Diputados de la Nación tenía previsto realizar este miércoles (21/11) su última sesión del año con varios temas pendientes y otros sensibles: modificación de Bienes Personales y beneficios a cooperativas y mutuales que viene con media sanción del Senado pero también el proyecto para que los jueces paguen ganancias, una nueva ley de semillas y de alquileres, entre otros. Esa sesión ahora quedó duda porque Cambiemos no se siente seguro de acordar con el peronismo después del golpe que sufrió el viernes pasado (16/11) para la elección de consejeros en la Magistratura. El oficialismo no quiere más sorpresas como esa y optaría por un temario cerrado de iniciativas, pero además de los peronistas atraviesa otra crisis con los radicales que complica el fin del año legislativo.

Un clima de sospechas y desconfianza conspira contra la última sesión del año que pensaba realizar la Cámara de Diputados este miércoles (21/11) con varios temas sensibles y otros pendientes.

Lo principal son los dos proyectos de ley con media sanción del Senado que modifican bienes personales y el beneficio a cooperativas y mutuales. Se trata de las dos iniciativas ‘correctivas’ del Presupuesto 2019 ya convertido en ley.

Por otro lado, la Cámara baja pretendía incluir en la última reunión del pleno el dictamen de la ley de semillas –sobre la cual no tenía los votos garantizados en el recinto para aprobarla-; la polémica Ley de Alquileres con múltiples modificaciones; el proyecto de juicio por jurados que se trataba este martes (20/11) en comisión; la propuesta del radicalismo para que los jueces paguen ganancias; y varios asuntos pendientes en las comisiones.

Todo estaba encaminado hasta el viernes pasado (16/11) cuando una inédita confluencia de bancadas peronistas y el kirchnerismo logró quitarle la mayoría de asientos en el Consejo de la Magistratura a Cambiemos. Juntaron 131 firmas para ese fin. Pero en el oficialismo quedaron en alerta porque ese número significa también la mayoría de la Cámara baja y el quorum, con lo cual ese grupo podría imponer cualquier tema que requiera una mayoría absoluta.

Al temor a la novedad del peronismo unido por el Consejo de la Magistratura, que en el massismo explican que fue un entendimiento puntual para el caso, se le sumó al PRO el enojo del radicalismo que perdió su presencia en el órgano que controla a los jueces. Es la primera vez desde que se creó el Consejo que la UCR no tiene representantes y culpa por ello al Gobierno nacional.

En un comunicado conocido ayer (19/11) los radicales se quejaron de la situación y hablaron de “impericia” en sus aliados.

"Lo que nos causa sorpresa y también profundo malestar, es la impericia en las filas del propio oficialismo. Fruto de ello, se ha afectado una banca en el Consejo de la Magistratura que representábamos desde su fundación, allá por 1998. La impericia, mala praxis y desidia política está a la vista y no estamos dispuestos a minimizarla u ocultarla", dijeron los radicales.

La ira de la UCR tuvo correlato este martes a la mañana cuando pegaron el faltazo a la reunión de Gabinete ampliado. Es que los radicales sospechan que hubo un acuerdo con el peronismo para cederle lugares a costa de su propia representación.

En el PRO no ocultan su fastidio con sus socios a los que acusan de no aportar votos de otras fuerzas en las leyes y les recuerdan la abstención del senador Eduardo Costa en el Presupuesto.

Tras el comunicado radical, el diputado del PRO Pablo Tonelli lamentó que "las críticas a la alianza" Cambiemos se hagan de manera pública.

"Hubiera preferido que las críticas a la alianza se hubieran hecho hacia el interior de la alianza", dijo Tonelli, al ser consultado sobre el comunicado de la UCR difundido en las últimas horas.

En declaraciones a FM Milenium, Tonelli dijo que no ve "cuál hubiera sido la manera de impedir la decisión en la Cámara de Diputados" y señaló que "no se puede desconocer voluntad mayoritaria".

En tanto, mientras Cambiemos vive otra crisis con el radicalismo que complica la agenda parlamentaria, el PRO tampoco tiene seguridades de otra sorpresa peronista en la última sesión del año. Consideran que esos 131 votos que lograron para la Magistratura podrían forzar el tratamiento de algún proyecto o al revés, complicarle alguna sanción. La cura para estos males que encontró el oficialismo es abusar de las sesiones especiales con temario cerrado, pero para esto también necesitan tener mayoría –que no tienen en ninguna cámara- y acuerdos mínimos con algún sector del PJ para tratar los temas.

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