MARIÚ DIJO SÍ, MACRI NO

Bono a jubilados, ¿avant premier del desdoblamiento?

La gobernadora María Eugenia Vidal se diferenció del gobierno nacional y rascó las ollas para que los jubilados bonaerenses cobren para fin de año un bono compensatorio que ANSeS, por orden presidencial, le negó al padrón nacional. ¿Habrá tenido que ver con urgencias electorales para el caso de que prospere la presión que ejercen La Plata y los intendentes para que se desdoblen los comicios antes de exponerse a una victoria en primera instancia de CFK que les ralee las chances? Lo cierto es que al subir la inflación como lo hizo, el cambio en la fórmula de movilidad les hizo perder a los 7 millones de jubilados, pensionados, y a los demás actores del sistema previsional, no menos de 20 puntos en 2018, más el trimestre que se comió el Estado al pasarse de los ajustes semestrales a cada 3 meses. El jefe de ANSeS, Emilio Basavilbaso, dijo que no había plata para compensar la pérdida con un bono y supeditó a que descienda la inflación la restitución, el año que viene, de parte del dinero confiscado, que Ismael Bermúdez de Clarín calculó para todo el año en $ 13.243,50, en el caso de la jubilación mínima. De todos modos, la clase pasiva deberá ver cómo hace para pasar estas fiestas navideñas, ya que la canasta que estima Consumidores Libres, orientada por Héctor Polino, le costaría algo más de la cuarta parte de sus haberes. Pero, además, tienen sobre la cabeza la espada de Damocles que les dejó la reforma previsional reclamada por el FMI, que quedó pendiente hasta después de la elección presidencial.

El titular de ANSeS, Emilio Basavilbaso, ratificó ante la Comisión Bicameral Parlamentaria de Control de Fondos de la Seguridad Social que “no está previsto un bono de fin de año”.

En respuesta a las expectativas de los 7 millones de jubilados o pensionados (más los beneficiarios del SIPA y las Pensiones No Contributivas), con una cobertura de más del 97% del total de personas en edad jubilatoria, por estar incluidos en el resarcimiento salarial decretado, sostuvo: “A mí me encantaría que la jubilación mínima sea mucho mayor, pero tenemos dinero finito que no nos alcanza para todos”.

En cambio, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se diferenció con la decisión, al disponer que se otorgue una compensación, pero de $3.500, a los jubilados del mayor distrito del país que cobran menos de $10.000.

Más que una eventual diferencia de sensibilidad social, la distintiva posición de Cambiemos de un lado u otro del Riachuelo y la avenida General Paz, frente a la erosión a las pasividades causada por la inflación, parece más bien responder a urgencias electorales, ya que un eventual desdoblamiento de la fecha de los comicios nacionales y bonaerenses acercaría el momento de los ciudadanos del Primer Estado Argentino de pronunciarse en las urnas.

En cambio, la Casa Rosada, más acuciada por las auditorías del Fondo Monetario Internacional en cuanto a la reducción del déficit fiscal, vivió como un triunfo haber logrado posponer una reforma previsional como le exigían, pero no pudo evitar haber reparado en lo que pesaría un eventual bono compensatorio para jubilados en el gasto público nacional, que se ubica este año en un 22% del PBI (4 puntos menos que en 2015), ya que los Servicios Sociales (Gasto Público Social o GPS por sus siglas) representan más del 60% del total.

La elevada incidencia de las jubilaciones y pensiones por parte de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) en el gasto público social, al que explica fundamentalmente la función Seguridad Social, ha sido motivo de permanente cuestionamiento por parte del Fondo Monetario Internacional, que el gobierno nacional pidió abordar recién después de las elecciones.  

El débito demográfico

¿Por qué las jubilaciones están en la mira de los burócratas? Ocupan aproximadamente un 60% del GPS y casi un 40% del GPT, y luego vienen los programas de transferencias de ingresos (Asignaciones Familiares Contributivas y No Contributivas), actualmente 9% y 6% del GPS y GPT; la inversión en Educación (8,7% del GPT y 5,5% del GPS) y la inversión en Salud (5,7% del GPT y 3,6% del GPS).

De todos modos, ya con la resolución del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, publicada este viernes en el Boletín Oficial, las prestaciones de la seguridad social habrán perdido en 2018 casi 20 puntos, ya que la aplicación de la ley de movilidad arrojó el 7,78%, con lo que acumuló un incremento del 28,8% a lo largo del año frente al 47/48% de inflación prevista para este año.

No es el único dinero resignado por los jubilados, en razón de que si esta comparación se extendiera a septiembre de 2017, con el cambio de fórmula, la quita se elevaría a 26 puntos, porque, además, el ajuste semestral pasó a ser trimestral, pero salteando el aumento de un trimestre, el de diciembre de 2017, según advirtió Ismael Bermúdez en Clarín.

El propio director de la ANSeS lo corroboró cuando admitió que al ser la inflación este año superior a lo que esperaba el Gobierno, esto implicó que “la movilidad vaya con 6 meses de atraso”, pero aseguró que este “desfasaje se va a corregir el año que viene”.

Según el experto en cuestiones previsionales del matutino , en el caso de la jubilación mínima, esa pérdida se fue produciendo en distintas magnitudes mes a mes a lo largo del año y, si se acumulara a diciembre, hubiera llegado a $ 13.243,50.

Hablando en plata, el haber mínimo pasará a ser de $ 9.300 a secas hasta marzo del año próximo, cuando para el caso de que la inflación efectivamente baje, la fórmula de movilidad aprobada a fines de 2017 permitirá recuperar algo.

En tales circunstancias favorables, los ajustes trimestrales podrían alcanzar estimativamente: 11,7% en marzo, más de 10% en junio y 8% en septiembre, pero la devolución de todo lo negativo de la inflación actual dependerá de cómo hayan resultado los ajustes se hacen en relación a la inflación y los salarios tomando 6 meses hacia atrás.  

A más del 70% del padrón que se encuentra en el escalón previsional más bajo se le avecinan una difíciles fiestas navideñas: la canasta de 24 productos que calcula Consumidores Libres insumiría $2.560, o sea la cuarta parte de lo que le toca cobrar.

Mejor ni referenciarlo con las canastas prearmadas que ofrecen algunas de las grandes cadenas, que aumentaron el doble que esos haberes, o sea, un 53,08% respecto de 2017.

El precio del pan dulce de 500 gramos subió 21,36% en algunas marcas, pero en otros casos, como los de panadería o ediciones premium, llegó hasta un 55,83%. Hubo casos peores: el atún en aceite subió 69%, la banana 66,67% y el kilo de pollo 57,89%.

No podrán hacerse demasiadas ilusiones los 7 millones de jubilados y pensionados, más de 1,5 millón de Pensiones No Contributivas (PNC) y Pensiones Universales para el Adulto Mayor (PUAM), 4 millón de Asignación Universal por Hijo (AUH) y más de 5 millones de asignaciones familiares, respecto de las navidades de 2019, cuando asuma el próximo gobierno y el FMI le recuerde la premisa de reformar la ley previsional, postergada hasta entonces.

Los antecedentes de los comicios de 2015 y 2017 no dejan demasiado margen para esperanzarse: según Bermúdez, la mínima lleva perdido desde que asumió la Administración Macri $ 29.771,60 actualizados a pesos de diciembre de 2018, lo cual equivale a 3 jubilaciones mínimas mensuales.

En el ínterin, se modificó la fórmula de movilidad, que pasó a ser determinada en un 70% por las variaciones del índice de Precios al Consumidor Nacional elaborado por el INDEC, y en un 30% por el coeficiente que surja de la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), lo cual recortó las jubilaciones y pensiones en términos reales.

A pesar de este resultado adverso, Basavilbaso la considera “buena y mucho más directa, como la que tiene la mayoría de los países”. No entra a considerar la tasa de inflación, que en Argentina se encuentra entre las más altas del planeta.

No está de acuerdo con la discriminación realizada por el gobierno nacional a los pasivos excluyéndolos del bono el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, quien fue más allá y reclamó “un urgente reajuste de emergencia para jubilados, pensionados y discapacitados, de $ 5.160, integrado a sus haberes, en 3 cuotas sucesivas de $ 1.720, a abonarse con los mensuales de diciembre, enero y febrero, de tal forma que se constituyan como base de cálculo de la movilidad de marzo”.

Conteste a la demanda social, el Poder Ejecutivo bonaerense rascó la olla sin esperar hasta marzo y saldrá con un paquete de medidas de contención social de cara a este diciembre, en el que también incluye un bono de $700 para los 300.000 beneficiarios del Plan Más Vida, y un aumento del  15% en el monto que reciben los Hogares Convivenciales y las familias solidarias. Los hogares cobrarán una beca mensual de $8.668 y las familias, de $7.394.

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