EL CASO TIJUANA

México deportará a migrantes que intentaron cruzar, mientras negocia con Trump

México deportará a varios integrantes de un grupo de casi 500 migrantes que el domingo 25/11 intentaron cruzar la frontera con USA “de manera violenta”, informó la Secretaría de Gobernación (SEGOB) en un comunicado. La patrulla fronteriza estadounidense repelió al grupo desde el otro lado con gases lacrimógenos y balas de goma, según testigos. Sin embargo, los agentes no pudieron evitar que un puñado de ellos se colara. Su aventura duró poco porque fueron posteriormente atrapados. USA ordenó el cierre de la garita más transitada de la frontera, San Ysidro, por donde cada día cruzan más de 70.000 vehículos. Tras 4 horas, fue reabierta. Los otros pasos fronterizos de la zona, Otay y Tecate, permanecieron abiertos.

México no quiere tener un problema fronterizo con USA por causa de migrantes centroamericanos.

México está dispuesto, en determinadas circunstancias, quedarse con los migrantes, usándolos como herramienta de negociación con la Casa Blanca para obtener algunos beneficios.

La Administración de Andrés Manuel López Obrador, que asume el poder en México el 01/12, negocia un plan migratorio con sus próximos homólogos estadounidenses para gestionar la crisis migratoria e incentivar las inversiones en el sur de México y aumente las ayudas para Centroamérica.

“A través del Instituto Nacional de Migración (INM, de México) se procederá a deportar inmediatamente a las personas plenamente identificadas que participaron en estos hechos violentos”, dijo la SEGOB (Secretaría de Gobernación) en un comunicado.

“Dichos actos de provocación, lejos de ayudar a sus objetivos, atentan contra el marco legal migratorio y pueden resultar en un grave incidente en la línea fronteriza”, agregó.

El domingo 25/11 por la tarde, autoridades estadounidenses cortaron por unas 5 horas el tráfico en el cruce El Chaparral, uno de los pasos fronterizos más transitados del mundo, luego de que una protesta de migrantes que llegaron a la frontera se saliera de control y tuviera que ser repelida con gases lacrimógenos.

Desde octubre, miles de centroamericanos atraviesan México en varios grupos buscando llegar a USA. Según el Gobierno mexicano, 8,247 personas integran esas numerosas caravanas de migrantes que cruzan su territorio rumbo al norte.

El presidente de USA, Donald Trump, ha mostrado su descontento con la caravana de migrantes que partió de Centroamérica y busca llegar a su país, y desplegó efectivos militares en la frontera para apoyar a la Patrulla Fronteriza.

Trump tuiteó el sábado 24/11 que los migrantes en la frontera debían permanecer en México hasta que sus solicitudes de asilo fueran aprobadas individualmente en tribunales. Pero el gobierno entrante de México negó que hubieran llegado a un acuerdo.

Un grupo de migrantes rompieron cercos de la Policía Federal y policías estatales en Tijuana, Baja California, y llegó hasta la valla metálica en la frontera, e intentaron cruzar la frontera provocando que los guardias estadounidenses lanzaran gases lacrimógenos a los migrantes en territorio mexicano, para contenerlos, mientras helicópteros sobrevolaban la zona.

La secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, justificó la reacción estadoundiense y acusó que miembros de la caravana migrante intentaron agredir a agentes fronterizos.

El secretario de Gobernación (Interior) mexicano, Alfonso Navarrete, ha manifestado que "algunos grupos trataron de manera violenta e intempestiva de ingresar por diversos medios y lugares a territorio estadounidense".

Él ha añadido que quienes sean identificados como violentos "se va a actuar y a proceder con la deportación. Estas personas, lejos de ayudar a la caravana, la afectan", remató.
Fuentes de la Secretaría han señaladoque, por el momento, no existe una cifra de posibles deportaciones ni de detenidos. La alcaldía de Tijuana ha señalado por su parte que la Policía Municipal mantiene retenidos a unas 39 personas.

Uno de los migrantes, Brian Okely Núñez, hondureño, relató: "Nosotros ya íbamos para el albergue y ellos nos acorralaron y corrimos, pero unos policías que nos dijeron que íbamos al albergue nos trajeron a la Policía Municipal para encerrarnos".

En la mañana, cientos de migrantes participaban en la manifestación que se inició alrededor de las 9:30 (hora local) desde el albergue Benito Juárez, en el que conviven unos 5.000 centroamericanos de las diferentes caravanas que han estado llegando en las últimas semanas. En la marcha, los migrantes improvisaron pancartas con mantas, en las que dibujaron las banderas de México, Honduras y USA, otros escribieron lemas como:

** "Todos somos hermanos",
** "Gracias, México, por albergar a nuestros hijos",
** "Trump, no somos tus enemigos".

En un momento de la protesta, un grupo de ellos rompió filas desde el puente peatonal de El Chaparral, situado a 3 kilómetros de distancia de USA, y corrió hacia el canal del río Tijuana, un punto muy cercano a la garita de San Ysidro, tomando por sorpresa a los agentes federales.

"Lo que hacemos es entretener. En otro punto hay otro grupo intentando cruzar", comentaba otro de los migrantes que pretendió cruzar el muro.

Algunos helicópteros estadounidenses seguían desde temprano los movimientos del albergue, localizado muy cerca de una valla que separa Tijuana de San Diego, California. Y detrás del muro se observó el amplio despliegue de la patrulla fronteriza dispuesta a evitar que el grupo lograra cruzar.

El presidente estadounidense Donald Trump había advertido que usarían una fuerza "letal" sobre quienes trataran de pasar de manera ilegal y por la fuerza. La estrecha vigilancia es parte del dispositivo de seguridad ordenado por quien acusa a los centroamericanos de pretender "invadir" USA.

La paciencia de los migrantes, en su gran mayoría hondureños, llega a su límite con este hecho insólito, al darse cuenta de que podrían transcurrir meses hasta que puedan cruzar la frontera para solicitar refugio. La mayoría de ellos, tras la represión policial estadounidense, se replegó y comenzó a abandonar la zona. "La gente estaba descontrolada, había muchas mujeres y niños", según José Hernández, un hondureño que participó en la manifestación.

Además de los 5.000 migrantes que ya han llegado a la ciudad fronteriza, se calcula que puedan sumarse otros 9.000 en los próximos días, de acuerdo con la mayoría de las estimaciones. La llegada masiva de centroamericanos ha provocado una división de opiniones en Tijuana.

El alcalde, Juan Manuel Gastélum, quien los había calificado de “bola de vagos y mariguanos”, ya dijo: "No permitiré que nuestra relación bilateral sea fracturada por el mal hacer de la caravana migrante, están haciendo las cosas fuera de la ley".

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