SITUACIÓN CRÍTICA

En protesta contra la pobreza un periodista se inmoló en Túnez

Aberrazak Rezgui tenía 32 años y era periodista. Vivía en el norte de Túnez en la ciudad de Kasserine y quiso dejar un mensaje: ”He decidido hoy desatar una revolución … Estoy harto de las promesas incumplidas”. Así arrancaba su video que rápidamente se expandió en las redes sociales en el que explicaba las razones políticas por las cuales tomaba esa terrible decisión. 20 minutos después se suicidó quemándose vivo.

“Hay gente que no tiene absolutamente nada. Hay regiones sin un peso. Hay gente que está muerta aunque estén vivos”, comentaba el joven Aberrazak Rezgui en su vídeo,  posteado en las redes sociales y ampliamente compartido. “Voy a protestar solo. Me voy a inmolar y si alguien llega a encontrar un trabajo gracias a mí, estaré encantado… Quizás el Estado va a reaccionar”, añadía, enojado.
 
 
El método, la inmolación, no es casual. En el año 2010 comenzó una revolución en el Medio Oriente que justamente comenzó por Túnez cuando un vendedor ambulante llamado Mohamed Bouazizi fue despojado por la policía de sus mercancías y cuentas de ahorro y como forma de protesta decidió quemarse vivo. Este hecho dio inicio alo que luego se llamo "Las primaveras árabes". Miles de tunecinos se rebelaron contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido. 
 
Desde 1987 Zine el Abidine Ben Ali gobernaba Túnez con un Gobierno considerado autoritario. Los tunecinos, ante la situación Bouazizi, salieron a protestar contra Ben Ali. Mohamed Bouazizi falleció el 4 de enero de 2011. Diez días después, el presidente Ben Ali dimitió. Y muchos de los países de la región imitaron al primero: Egipto, Libia, Yemen y Siria (donde la lucha continúa). 
 
Tras la caída del Presidente Zine El Abidine Ben Ali en 2011 y la transición hacia un Tunez más democrático, se ratificó una nueva constitución el 10 de febrero de 2014. Según los términos de la constitución, Túnez es un Estado libre, soberano e independiente. Su presidente es  Beji Caid Essebi y su primer ministro (quien ejerce el poder real) es Youssef Chahed.
 
Pero, aquellos tunecinos que viven en las afueras de la capital, en las regiones más alejadas la gente sigue pasando hambre y viviendo en un estado de precariedad y pobreza en el que alegan "no haber cambiado nada desde la revolución" y eso es lo que llevó al periodista a realizar esta acción extrema.
 
En los seis primeros meses de 2018, se produjeron 281 casos de suicidios o intentos de suicido, según la fundación FTDES. En la mayoría de casos, los autores eran hombres de entre 26 y 35 años y su motivación era de tipo económico o social. En los últimos ocho años, decenas de jóvenes han intentado emular a Buazizi quemándose como forma de protesta. 
 
En enero del 2018 el Gobierno tuvo que recurrir al toque de queda para frenar una ola de protestas sociales que desmbocó en disturbios nocturnos en diversas ciudades. En las ciudades periféricas como Kasserine el 50% de los jovenes se encuentran desocupados, duplicando la media nacional. 
 
Este enero 2019 se viene con mayores protestas, habrá un paro general para el día 17 por parte de los sectores de abogados, maestros, transportistas y sindicatos que podrían generar una situación social verdaderamente crítica para el país que lleva tan solo 8 años de democracia. 

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