COMIENZA UNA EXPERIENCIA SIN ANTECEDENTES

Brasil en la Gran Grieta: Bolsonaro Presidente

Con un refuerzo policial insólito en las calles y bloqueos en diferentes puntos de la capital federal, Brasilia está blindada para la toma de posesión de Jair Messias Bolsonaro, quien abre la puerta a la extrema derecha en la gestión de Brasil. El temor a un nuevo atentado contra Bolsonaro, quien fue apuñalado en septiembre (una situación que, sin embargo, lo potenció muchísimo como candidato), ha elevado el alerta. Sérgio Etchegoyen, ministro de Seguridad Institucional, dijo con fundamento: "Es un Presidente que sufrió un atentado (...) Por eso tenemos que aumentar los niveles de seguridad”. Un decreto presidencial permite que misiles antiáreos con hasta 7 kilómetros de alcance y dirigidos por láser puedan derribar aviones “hostiles” que violen el espacio delimitado como área de seguridad durante la toma de mando. La medida también alcanza a los drones, que podrán ser “abatidos” por los francotiradores distribuidos a lo largo de la Explanada de los Ministerios, una amplia avenida cercada por alambres de púas y concertina para impedir la libre circulación del público. Asume Bolsonaro, ultraderechista, nacionalista que propone un programa económico liberal, una agenda social conservadora y una política exterior cercana a USA e Israel y alejada del sur.

Comienza la Presidencia de Jair Messias Bolsonaro: 13 años de Gobierno de centroizquierda, seguido por 2 años de transición con Michel Temer después del impeachment a Dilma Rousseff, han provocado un jefe de Estado ultraderechista, excapitán del Ejército que fue diputado durante 7 mandatos y tiene el apoyo de las iglesias cristianas evangélicas o pentecostales: el péndulo manda en Brasil.

Bolsonaro ha prometido acabar con la corrupción política y la violencia, levantar la economía con desregulación y disciplina fiscal.

También afirma que ubicará a Brasil junto a USA e Israel.

Precisamente Donald Trump no viajó a Brasil aunque envió al secretario de Estado, Mike Pompeo, y sí llegó Benjamín Netanyahu, quien sin embargo todavía no obtuvo el anuncio que buscaba, que Brasil muda su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.

El debate dentro del gabinete de Bolsonaro acerca de este tema no fue menor y hasta ahora luce con dificultades de satisfacer el anhelo de Bolsonaro y Netanyahu: es muy fuerte la tradición brasileña de apoyar una solución de 2 estados para la disputa entre israelíes y palestinos.

Bolsonaro prometió cambios de 180° respecto del pasado inmediato.

A la toma de posesión llegó una docena de jefes de Estado y de Gobierno pero no incluye a Mauricio Macri, el Presidente argentino que hará una visita individual en breve.

Sí llegó el 1er. ministro húngaro Viktor Orban, admirado por la extrema derecha mundial.

Respaldado por las iglesias evangélicas cristianas, Bolsonaro bloquearía iniciativas para legalizar el aborto más allá de las actuales excepciones limitadas y removería la educación sexual de las escuelas públicas, oponiéndose a lo que califica de “marxismo cultural” introducido por los gobiernos de izquierda.

Bolsonaro prometió seguir el ejemplo de Trump y retirar a Brasil del Acuerdo de París para contener el cambio climático. Para el futuro canciller, Ernesto Araújo, el "climatismo" es un dogma que sirve para justificar el aumento del poder regulador de los Estados sobre la economía y para "sofocar el crecimiento económico en los países capitalistas democráticos y favorecer a China".

Sin embargo, después de varias idas y venidas, Bolsonaro no sacará a Brasil del Acuerdo de París contra el calentamiento global por miedo a represalias comerciales. Urgente24 advierte un recorrido breve al 'cruzado' Araújo como líder del Palacio de Itamaraty.

Bolsonaro sí ha decidido que Brasil no acogerá la conferencia del clima en 2019, tal como estaba previsto —finalmente lo hará Chile—, y ha dicho que el país debe retirarse del pacto migratorio de la ONU firmado en diciembre por 160 países.

También ratificó planes de construir diques hidroeléctricos en el Amazonas y abrir a la minería reservas de pueblos indígenas. Un depredador diría Urgente24 si no supiera que entre el discurso de campaña y la realidad hay mucho trecho.

Los empresarios se muestran ansiosos por el nuevo ministro de Economia, el banquero de inversión Paulo Guedes, quien ha prometido poner bajo control el déficit presupuestario de Brasil, vender tantas compañías estatales como sea posible para recaudar US$ 257.000 millones que ayuden a restaurar las finanzas del gobierno.

Y ha prometido una reforma previsional muy audaz, sin duda un desafío legislativo para Bolsonaro.

Bolsonaro ha reforzado su posición de líder de la derecha al lograr retirar la invitación a los mandatarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua para asistir a la toma de posesión: "Ni el dictador cubano Miguel Díaz-Canel ni el dictador venezolano Nicolás Maduro fueron invitados... (tampoco Daniel Ortega). A fin de cuentas, es una fiesta de la democracia. Allí no existen elecciones, y cuando existen hay sospechas de fraude, así que no nos interesa".

Bolsonaro ya tiene su propio Eje del Mal.

Un dato importante: la cantidad de militares que ocupan cargos relevantes en el gabinete de Bolsonaro.

Bolsonaro llega al poder rodeado por generales, tal como lo prometió durante su campaña.

Su vicepresidente, Hamilton Mourão, es un general en la reserva. 7 de sus 22 ministros también son militares retirados, o tuvieron formación en el Ejército.

El general retirado Alberto Santos Cruz, es ministro de la Secretaría de Gobierno, y comparte con un ministro civil, Onyx Lorenzoni, la tarea de relacionarse con el Congreso.

Con un desempleo del 11,6%, Brasil aún se recupera de 2 años de recesión y un modesto crecimiento del PIB en 2018 de 1,3%. Un 47% de los entrevistados por el instituto Datafolha cree que el empleo crecerá en los próximos meses. La percepción es que Bolsonaro aún sigue preso de la euforia propia del candidato vencedor.

La imprecisión de sus discursos ya ha tenido consecuencias, según Oliver Stuenkel, especialista en relaciones internacionales: “El impacto que Bolsonaro ha tenido en la política exterior ya es enorme, especialmente en la cuestión climática, que Brasil podría haber liderado”.

El margen de maniobra del nuevo Gobierno no es muy grande, en especial porque él ha prometido reducir el tamaño de un Estado con un gasto público supuestamente congelado desde hace un par de años.

La relación con la prensa se presenta difícil. Acaba de anunciarse la creación del proyecto Jornalistas pela Democracia. Ya se anotaron Mario Vitor Santos, Ricardo Kotscho, Florestan Fernandes Júnior, Helena Chagas, Marcelo Auler, Leandro Fortes, Igor Fuser, Mauro Lopes, José Reinaldo Carvalho, Gilberto Maringoni, Ricardo Melo, Luis Costa Pinto, Paulo Moreira Leite, Aquiles Lins, Gisele Federicce, Alex Solnik y Gustavo Conde.

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