¿HORACIO LIFSCHITZ O ISELA COSTANTINI?

Lavagna, opción “ni-ni” antidefault pero el otro del binomio es clave

La operación está lanzada y lo demuestra hasta Grupo Clarín, ya resignado a que no sea María Eugenia Vidal la inmediata sucesora de Mauricio Macri. La ambición de Roberto Lavagna como 3ra. vía para enfrentar la polarización entre Macri y CFK puede resultar un problema enorme para el comando electoral de la Casa Rosada y también para la Unión Ciudadana K que intenta emprolijar Alberto Fernández. Ya no se trata solamente de Eduardo Duhalde y Luis Barrioneuvo empujando a quien fue 2do. ministro de Economía luego de la crisis 2001, y continuó con Néstor Kirchner, quien precisaba de su presencia hasta el triunfo de 2005. Desde Rosendo Fraga a Sergio Berensztein han desparramando un proyecto que seduce a prominentes empresarios, y le concedió entidad otro presidenciable, José Luis Espert, al desafiarlo a debatir sobre su actuación con la reestructuración de la deuda pública externa. El ex ministro recibió en su casa de Cariló en modo precandidato al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, mientras espera un operativo clamor que le arman los sindicalistas Luis Barrionuevo (Gastronómicos), Armando Cavalieri (Comercio), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Maturano (La Fraternidad), Roberto Fernández (UTA) y Gerardo Martínez (UOCRA). Tienta a Lavagna encabezar un gran frente de unidad. La semana anterior lo había visitado Raúl Alfonsín, quien vacaciona en Valeria del Mar. Una duda es si Lavagna + Lifschitz es demasiada veteranía como oferta. Hay quienes aconsejan buscar un complemento de juventud y, en lo posible, mujer. En algunas mediciones ensayadas durante los últimos días irrumpió el nombre de Isela Costantini quien, de hecho, mide más que otras alternativas con Lavagna al frente.

El 30/12/2018, el Grupo Clarín blanqueó en el diario una información que conspicuos allegados, tales como el politólogo Sergio Berensztein y el 'influencer' Rosendo Fraga ya venían pregonando en los cenáculos del círculo rojo: una eventual candidatura del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, como alternativa a la grieta Mauricio Macri-CFK.

El pasado tan controversial y muy conocido, y el presente repleto de fracasos, se mantienen como coprotagonistas por una estrategia de Jaime Durán Barba, quien desde la Casa Rosada intenta instalar el único escenario en el que Macri tiene alguna oportunidad.

“La pelea por el 2019- Encuestas: los números de Roberto Lavagna, el candidato tapado”, tituló el diario Clarín aquella vez, un artículo firmado por Eduardo Paladini, según el cual “Clarín accedió a cuatro sondeos. El ex ministro tiene buena imagen, pero pocos lo miden aún para la presidencial”.

Pocos días antes, quien fuera jefe político de Lavagna y 'amigo de la casa' en la calle Tacuarí, barrio de Constitución, Eduardo Duhalde, había lanzado al ruedo en declaraciones públicas la propuesta de unidad para los próximos comicios presidenciales.

Como marco, durante el último trimestre de 2018, Berensztein - D'Alessio IROL venían trabajando en la opción Lavagna con una constancia que en 2007, cuando Lavagna fue candidato presidencial por la UCR, sólo tenía Luis Pico Estrada. En diferentes diálogos confidenciales ante empresarios e inversores, preocupados por lo que se consideraba una inexorable marcha de la economía nacional hacia un nuevo default de la deuda, y sorprendidos por la inacción/intrascendencia/incompetencia de un Presidente que no puede impedir el procesamiento de aquellos que le garantizan millones en inversión productiva (Paolo Rocca, en Vaca Muerta).

Invitado por un banco internacional de primer nivel para asesorar en off a sus clientes, Berensztein fue lapidario en torno de la posibilidad de reelección de Mauricio Macri: “Presidente que devalúa, Presidente devaluado”, sentenció, para luego anunciar: “Asoma un líder, Roberto Lavagna, que muestra credenciales serias, no contaminado por la política, del que habría que comprobar su verdadera vocación de poder. En 2 ó 3 meses se sabrá”, disparó.

De paso: desde entonces, Macri intenta mantener hacia abajo el dólar aún provocando un nuevo atraso cambiario mientras señala que en el exterior sólo imaginan su continuidad, aunque esto tiene más que ver con el Fondo Monetario Internacional que con un concepto general.

El influyente multimedios, que suele presumir, por obra y gracia de Héctor Magnetto, de liderar opiniones en el círculo rojo, ejecuta una prudente aunque progresiva toma de distancia de la Administración Macri, desde la mala praxis conque se enfrentaron las corridas cambiarias, agravándolas, y desde que dejó librados a su suerte a la Organización Techint y su líder, Paolo Rocca, ante los embates judiciales de la llamada Causa de los Cuadernos del diario La Nación, que creyó que todo se circunscribía a CFK.

Berensztein puso en palabras la incertidumbre que genera en el tradicional establishment la búsqueda de reelección: “Las reformas que quedaron sin hacerse tendrán que esperar hasta el otro período, y la duda sería por qué creer que entonces sí se harán”, puso de relieve.

Para equilibrar el análisis, en aquella exposición no todo fue cal, y hubo una mano de arena, por las dudas: Podrá aducirse que Macri aprendió, que no es el ingenuo que llegó hace 3 años, el superficial que heredó un default de comienzos de siglo y no pudo resolver. Pero lo cierto es que será un pato rengo, sin nada que perder y con la oportunidad de un retiro digno por delante”.

Es que el futuro depara una avalancha de vencimientos de bonos insostenible para la capacidad de pago de la economía nacional, aun cuando el Fondo Monetario Internacional renovara el actual vínculo, lo que inevitablemente lleva a plantear una forzosa refinanciación de la deuda con los acreedores privados, cuyo desánimo ya reflejan en el elevado riesgo-país que descendió de 800 pero 700 igual es altísimo aún cuando JP Morgan Chase es presionado para ser más prudente con su índice EMBI+.

El descenso de Macri en las encuestas ha resultado tan profundo que permite la ilusión de un ascenso de CFK en las encuestas, contribuyendo al humor adverso en los mercados, pero la desconfianza mayor se enfoca, según trasciende, en los recurrentes errores de la mesa chica del Presidente para gestionar la economía.

Señales a los mercados

Ahí es donde emerge la figura de Lavagna, 76 años (o sea sin reelección posible tal como proponía también José Manuel De la Sota) con su antecedente inmediato de timonel de la salida de la crisis del 2001 y la reestructuración de la deuda privada en cesación de pagos, mediante un canje que, pese a ser compulsivo, recibió un alto grado de aceptación entre los tenedores de los títulos defaulteados.

En su curriculum-vitae también aprece el pasado de secretario de Industria y Comercio de Raúl Alfonsín, haber ocupado un cargo similar en los '70 durante la última experiencia de Juan Perón y ministro de Economía en el interinato de Eduardo Duhalde (propuesto por Carlos Ruckauf y Techint, le ganó la puja a Guillermo Calvo luego del desestimiento de Carlos Melconián) y en el primer tramo de la presidencia de Néstor Kirchner, el veterano economista representaría, a los ojos del círculo rojo, una síntesis de unidad ex grieta en aras de construir un puente entre los moderados del PJ y la UCR para salir de la estanflación con sobreendeudamiento que corona el mandato macrista que expira este año.

Una irrupción de Lavagna dinamita la deteriorada relación entre el PRO y la UCR, que junto a CC-ARI es la base de la alianza Cambiemos. Lavagna no sólo es confiable para los radicales sino representa algunas de las banderas produtivistas que ellos sienten que Macri ha arrojado al tacho de la basura.

Se viene la Convención Nacional de la UCR y hay un progresivo consenso en la necesidad de replantear la relación hacia una mayor representación federal, aunque la divisoria estratégica pasa por trazar la línea entre exigir cambios en la gestión e incorporar correligionarios en el Ejecutivo Nacional, o reforzar la presencia legislativa en las listas y los poderes territoriales. Inclusive, una hipótesis de muy baja chance de prosperar sería ingresar como vice en la fórmula con Macri al titular de la Convención y gobernador de Mendoza, que finaliza el mandato sin posibilidad de reelección, Alfredo Cornejo. Esto es inaceptable para el jefe de campaña de Macri, Marcos Peña, jefe del Gabinete de Ministros y alter-ego del inventor del macrismo, Jaime Durán Barba.

Atónito con el viraje insinuado por el Grupo Clarín, después de recibir beneficios en negocios en las telecomunicaciones y la pauta publicitaria, el comando oficialista a cargo de Peña / Durán Barba, no quiere saber nada de negociar la cima del poder, sino que, en todo caso, pretende que quien acompañe a Macri no sólo sea mujer sino que exprese supuestas demandas de la sociedad para apuntalarlo, en vez de recurrir a señaleros tradicionales de institucionalidad, tal como la UCR o peronistas federales adscriptos a la gestión.

Basta nada más que con ver el flit que le echaron al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y al jefe de Diputados, Emilio Monzó, del palo justicialista, para comprobar los límites de cualquier apertura a los acuerdos extrapartidarios.

La estrategia es la polarización, que conviene tanto al macrismo como al kirchnerismo.

Raúl Alfonsín se reunió con Lavagna y con Martín Lousteau en la costa, luego de haber posteado en sus redes sociales que "Cambiemos no tiene un candidato natural", en referencia a que Macri sea la única alternativa del espacio: "Nunca vi a un partido tan alejado de sus idearios", aseguró.

Tras los encuentros, se definió: "La UCR tiene miedo, pero Lousteau le puede ganar a Macri y tendríamos un Presidente radical".

Entusiasta promotor de Lavagna, Alfonsín aclaró tener también mucho diálogo con Lousteau, a quien le reconoció ser "muy crítico y coincidimos en cuanto a las líneas más importantes”. Aclaró, sin embargo, que “no coincidimos en la estrategia, que para mí es por afuera de Cambiemos".

Otro que asumió un rol protagónico, pero por fuera de la coalición gobernante, en una eventual tercera vía fue el gobernador socialista Miguel Lifschitz, quien llegó a Cariló el miércoles 09/07 por la noche junto a su esposa, Clara García, para cenar con Lavagna y su pareja, Claudine Marechal.

Lavagna y Lifschitz ya se habían encontrado en el domicilio de un empresario en el edificio Kavanagh, junto a la porteña Plaza San Martín. Luego Lifschitz regresó a Santa Fe y deslizó la posibilidad de un acuerdo con el peronismo federal.

Así fue como nació la especulación de un binomio Lavagna/Lifschitz. Sin embargo, el investigador de mercados ex INdEC, Pedro Garassino, quien ya en julio 2018 había realizado un informe sobre el comportamiento positivo de Lavagna en una sucesión de focus group, que remitió a personajes tan diversos como Julio Bárbaro y Guillermo Nielsen, sostiene que Lavagna no debería subestimar a Durán Barba, y necesitaría un compañero más joven, alejado de la política tradicional y preferentemente mujer.

Garassino -a quien Urgente24 considera desde que antes que concluyeran las primarias abiertas en USA, con datos en mano insistía en que el próximo Presidente en USA sería Donald Trump-, estuvo durante varios meses investigando binomios posibles liderados por Lavagna. Consultado el viernes 11/01 acerca de quién fue el que mejor performance tuvo dijo que fue cuando proponía Lavanga con personajes tales como Isela Costantini.

"Joven, agradable, sin pertenencia política, enfrentó a Marcos Peña y Guillermo Dietrich, según la gente la echaron porque defendía a Aerolíneas Argentinas. Es un perfil posible", sostuvo.

En tanto, emergentes de la derecha, como el economista José Luis Espert y el diputado nacional Alfredo Olmedo, acechan a Macri por derecha, en casi una décima parte el espacio de las afinidades ideológicas que encarna el Presidente, en un contexto en que se cuenta cada poroto en las negociaciones para unificar y desdoblar comicios en las jurisdicciones.     

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