ESPIONAJE

Espías sacan de Irán a científico nuclear encubierto (¿Rusia al rescate?)

En un operativo inédito, los servicios secretos de Israel, Inglaterra y los Estados Unidos (Mossad, MI6 y la CIA, respectivamente) lograron sacar de Irán a un científico nuclear e informante encubierto que habría cooperado en el asesinato de otro científico iraní y lo trasladaron al Reino Unido, junto con un grupo de inmigrantes ilegales que cruzaron el Canal de la Mancha en un bote inflable. Irán culpa a Israel por los investigadores vinculados al programa atómico que fueron asesinados entre 2010 y 2012. Estas pérdidas vuelven a poner a Rusia cerca de Teherán por la ayuda técnica.

Aprovechando la crisis migratoria en Europa, los servicios secretos de Israel, Inglaterra y los Estados Unidos –el Mossad, MI6 y la CIA, respectivamente- lograron sacar de Irán a un científico iraní escondido entre un grupo de inmigrantes ilegales que llegó a las costas del Reino Unido el año pasado. El caso ocurre en el marco de varias muertes de profesionales relacionados al programa nuclear de la república islámica.

Según reveló Sunday Express. los agentes británicos sacaron al informante encubierto en un bote inflable con doce inmigrantes ilegales iraníes en el que cruzaron el Canal de la Mancha, siendo trasladado después a la parroquia civil Lydd del condado británico de Kent.

El científico espió para Israel durante años e incluso ayudó a planificar el asesinato en 2012 de Mostafa Ahmadi Roshan, un científico nuclear y director de la planta nuclear Natanz en Irán, que murió por la explosión de una bomba adosada a su coche en el norte de Teherán. Pero lo esencial fue que el agente tenía acceso a información secreta sobre el programa nuclear iraní, lo que interesó a los servicios de inteligencia, destaca el portal de noticias.

La huida del espía comenzó a planificarse el pasado mes de octubre, cuando se temió que pudiera haber sido desenmascarado. La misión "no estuvo exenta de desafíos", indica la fuente del medio, ya que "su ausencia fue notada rápidamente y se nos informó que una unidad especial de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica había sido enviada [en su busca]".

La primera etapa se desarrolló con ayuda del Mossad, que logró sacarlo de Irán y llevarlo a Turquía. De allí se abrió paso por Europa hasta llegar a Francia. "Una vez en Francia, la cuestión sobre cómo llevarlo a Gran Bretaña se mantuvo. No podíamos simplemente transportarlo en avión", afirmó la fuente citada por el periódico.

"Aunque era inusual, se determinó que infiltrarlo en un grupo de migrantes que se disponían a cruzar el Canal en barco ofrecía una solución", agregó. Tras cubrir una distancia de más de 35 kilómetros en el bote, el científico terminó su odisea en Lydd.

Allí fue recogido por agentes de inteligencia —que estaban al tanto de su llegada a raíz de varios informes recibidos por la Policía local sobre 'un grupo de inmigrantes en la playa'— y llevado a un lugar seguro, donde agentes británicos y estadounidenses lo interrogaron antes de trasladarlo en avión a EE.UU.

En tanto, el 3/2 el ministro de Telecomunicaciones de la República Islámica iraní, Mohamed Yavad Azari Yaromi, anunció la muerte de tres científicos aeroespaciales. Los tres investigadores murieron "debido a un fuego en uno de los edificios del Centro de Investigación Espacial".

Azari Yaromi no ha especificado la fecha del siniestro, hecho público a ocho días de conmemorarse el 40º aniversario de la Revolución que derrocó al Sha, y pocas semanas después del lanzamiento fallido de un satélite. Según medios oficialistas, la misión no logró su objetivo porque el cohete no alcanzó la "velocidad necesaria" en la tercera parte de su lanzamiento.

En el marco de aquel fracaso, EEUU, que se retiró del acuerdo nuclear el año pasado, denunció que Irán lo había violado con ese lanzamiento.

Según recuerda el diario El Mundo de España, la muerte de los tres científicos retrotrae a la opinión pública a los años, no tan lejanos, en que varios científicos nucleares iraníes murieron en atentados o en extrañas circunstancias.

Al menos cuatro investigadores vinculados al programa atómico iraní fueron asesinados entre 2010 y 2012. Un quinto científico, Fereidun Abasi, resultó herido en un intento de asesinato. La mayoría de estas muertes, así como una explosión de origen no aclarado ocurrida en un arsenal en 2011, en la que murió una persona clave del programa de misiles iraní y 17 paramilitares más, ocurrieron en suelo iraní.

Las denuncias de Teherán, así como varias declaraciones de fuentes occidentales recopiladas por aquel entonces, apuntaron a intentos de Israel de sabotear los programas, que su gobierno considera una amenaza para su seguridad nacional.

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