DÍA TOPE

Jueves 14/02: Bolsonaro decide la reforma previsional

Jair Bolsonaro intenta poner en marcha una reforma de la que depende, por ejemplo, el equilibrio fiscal. No será sencillo porque es el cambio jubilatorio, con la capitalización individual, el aumento progresivo de la edad jubilatoria y otros capítulos polémicos.

 

Con el presidente Jair Bolsonaro ya fuera del hospital y el Congreso oficialmente en actividad, la reforma previsional puede, finalmente, darse a conocer a los parlamentarios y a la sociedad. El texto elaborado por el equipo económico ya está listo para la evaluación final del jefe del Ejecutivo. Y él decide sobre el asunto. En una entrevista con TV Record, Bolsonaro afirmó que va a golpear el martillo previsional hoy jueve 14/02. "Es la fecha final", afirmó, informó el diario Correio Braziliense.

Por el momento, lo más probable es que la edad mínima para jubilarse quede en 62 años para hombres y 57 para mujeres, hasta 2022, y aumente en los años siguientes hasta llegar a los 65 para ambos.

"Si (la edad mínima aprobada) es 62 y 57, habrá transición. Por otro lado, la transición llegaría hasta 2030 o 2032, aproximadamente", dijo Bolsonaro.

El jefe del Ejecutivo entendió que es necesario, primero, diferenciar la franja etaria entre los géneros, y, segundo, definir una edad mínima menor de 65 años para beneficiarios.

Las edades fueron anunciadas por el Presidente a principios de enero, pero el Palacio del Planalto lo negó, a petición del equipo económico: los técnicos dijeron que era sólo una de las posibilidades en estudio.

En las reuniones con alcaldes, el ministro de Economía, Paulo Guedes, había dicho que los hombres se retirarían con 62 años, mientras que las mujeres, a los 57, con la intención de elevar la edad a 65 años en ambos géneros.

En la práctica, las edades mínimas cambiarán en 2022, el último año de mandato del Presidente.

El equipo económico quiere, sin embargo, que haya una ampliación de los números en los próximos años. La transición debe ser de entre 10 y 15 años y, al final de ese período, tanto hombres y mujeres podrán jubilarse con 65 años.

Este dispositivo, sin embargo, estará bajo evaluación del Presidente, para alivio del secretario de la Previdencia y Trabajo del Ministerio de Economía, Rogério Marinho.

La difusión

Además, Bolsonaro también decidirá el mejor momento para divulgar el contenido de la reforma.

Entre los aliados, muchos defienden que sea lo más rápido posible, para evitar ruidos de comunicación o éxodos de aliados.

El ministro de Economía, Paulo Guedes, por ejemplo, reclama una difusión inmediata.

Responsable de la articulación política, el ministro jefe de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, no descarta la posibilidad de que la propuesta llegue al Congreso antes del Carnaval, que será en la 1ra. semana de marzo.

Para algunos parlamentarios de la base oficialista, no hay diferencia entre enviar el texto ahora o después de las fiestas. El grupo se preocupa por la publicidad innecesaria de la propuesta, aún más en una época de ocio, cuando es difícil reunir a los diputados para negociarla.

Algunos consideran que puede ser mejor esperar hasta marzo, ya que el texto sólo podrá avanzar cuando las comisiones estén definidas y funcionando -la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) es la primera etapa por la que la PEC (Propuesta de Enmienda a la Constitución) necesitará pasar a la Cámara-.

Todos los grupos tienen una preocupación en común: definir la mejor estrategia de comunicación.

El objetivo del gobierno es pasar de forma eficaz el mensaje de que los cambios son necesarios para disipar la resistencia a la reforma. La aceptación popular definirá las posibilidades de aprobación de la iniciativa.

El vicepresidente, general Hamilton Mourão, defendió que el gobierno haga una "campaña de convencimiento" de la población, "en un lenguaje que el hombre común entienda perfectamente".

Para él, "es de suma importancia el trabajo de convencimiento a la población de una manera general, desmitificando lo que viene a ser el sistema previsional y su reforma".

Si la popularidad de Bolsonaro sigue arriba y la sociedad está de acuerdo con los cambios, será mucho más fácil conseguir los 308 votos necesarios para pasar a la Cámara y los 49 en el Senado.

En la percepción del senador Flávio Bolsonaro (PSL-RJ), los parlamentarios están receptivos a la reforma, pero es importante que el ministro Paulo Guedes explique los detalles del texto al Congreso.

"Es un tema complejo. No lo comprende cualquier persona. Hasta los parlamentarios tienen alguna dificultad para entender algunos detalles", dijo Bolsonaro Jr. El trabajo de convencimiento tendrá que hacerse "día tras día", agregó.

El secretario de Previdencia, Rogério Marinho, subrayó que el texto está "muy diferente" del borrador que se filtró a principios de febrero. Él dijo que la conclusión del texto base ocurrió después de meses de esfuerzos y negociaciones con los ministerios.

"Vamos a aguardar la convalecencia del Presidente para que él pueda opinar sobre el texto en definitiva que será enviado al Congreso Nacional", afirmó. "Evidentemente, hay puntos que serán llevados al presidente para que pueda tomar su posición y definir cómo llegará a la Cámara."

De acuerdo con el borrador que se filtró a la prensa, a principios de febrero, la edad mínima para jubilarse sería la misma para hombres y mujeres: 65 años. El proyecto también aumentaba de 15 a 20 años el tiempo de contribución.

Congreso

Guedes quiere un ahorro de R$ 1.000 millones en 10 años.

Pero los recortes en la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) pueden reducir los ahorros fiscales. La reforma aún necesita ser discutida en el Congreso Nacional y puede sufrir modificaciones que atenuen las medidas.

Habrá un dispositivo en la propuesta que prevé un cambio automático en las edades mínimas para garantizar el equilibrio del sistema en el futuro sin la necesidad de aprobar una nueva enmienda constitucional. Se basará en la expectativa de vida de los brasileños. La reforma que se enviará al Congreso Nacional también establece contribuciones de seguridad diferenciadas según la renta. Actualmente, la alícuota varía de 8% a 11% y debe pasar del 7,5% al ​​14%.

El Presidente tiene todo el apoyo del ala política del Palacio del Planalto, que considera ese proyecto más palatable. Además, Bolsonaro va a probar, en el Congreso, el gran capital político post-elecciones. La reforma de la Previdencia es un tema prioritario, pero debe demorarse para ser aprobada. La intención inicial de Paulo Guedes era que el texto fuese sancionado inmediatamente después del 1er. semestre, lo que no debe ocurrir.

El gobierno federal no puede utilizar la PEC de reforma enviada por Michel Temer en 2017, que ya pasó por la Comisión Especial de la Cámara de Diputados.

Si bien podría darle celeridad a los trabajos legislativos, resulta que Guedes quiere alterar el régimen, implementando la capitalización -especie de ahorro, en que cada persona contribuye a recibir en el futuro el valor que invirtió-, y por ese motivo habrá nueva propuesta.

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