EL ESCENARIO ELECTORAL

La UCR y Lousteau presionan a Macri por una PASO (y Clarín y La Nación les dan 'tapa')

La victoria radical sobre el PRO, envalentonó a la UCR para pelear por mayor poder dentro de Cambiemos. Al mismo tiempo que sigue el festejo en La Pampa, los principales portales de noticias del país publican una entrevista conjunta a quien hoy por hoy es el referente nacional radical con visos de competitividad. La presión por una primaria presidencial fue el tema casi excluyente del reportaje.

La victoria de la UCR sobre el PRO en la interna de Cambiemos en La Pampa envalentonó a los radicales, siempre dispuestos a reclamar más espacios de poder en la coalición gobernante.

El diputado Daniel Kronemberg se impuso sobre el famoso exfutbolista Carlos Mac Allister por amplísimo margen y será el candidato a gobernador por el oficialismo. Los radicales aprovecharon para enrostrarle al macrismo que el despliegue territorial (como el de la UCR pampeana) y la política a la vieja usanza siguen siendo más efectivas que el marketing y un rostro famoso. 

Kronemberg ponderó la importancia del centenario partido en una entrevista con el diario Ámbito Financiero, cuando consideró que al radicalismo "durante determinado tiempo por ahí se lo subestima o no se lo tiene demasiado en cuenta" y que el resultado en La Pampa "puede marcar un rumbo distinto: que el radicalismo está, y que es una pieza clave en esta alianza, en Cambiemos".

Para el flamante candidato a gobernador, dentro de la coalición la UCR "tiene que retomar un rol protagónico, que por ahí estuvo desdibujado". En este sentido, opinó sobre la necesidad de tener "una referencia nacional";  en otras palabras, un candidato propio que pueda ser una alternativa -dentro de Cambiemos- a Mauricio Macri, de cara a las elecciones presidenciales.

"El radicalismo vivió muchas vicisitudes durante todos estos años, la crisis del 2001 y demás, pero es un partido nacional, con mucha dirigencia importante, gobernadores y demás, y por lo tanto no debería de carecer de tener una referencia. Esto no quiere decir que pueda desencadenar en una interna", aclaró.

Hoy, la figura que más cerca está de ser un referente nacional con visos de competitividad electoral es Martín Lousteau. El exministro de Economía y exembajador en Washington se afilió a la UCR sobre el final de 2017 y es diputado por un frente que integraron los radicales y su espacio, ECO, cuando el PRO se negó a conformar Cambiemos en la Capital Federal.

Aún siendo crítico del gobierno de Macri, Lousteau sigue estando dentro del universo oficialista y desde allí pide una primaria, aunque es cuidadoso de no calificarse él mismo como postulante.

Lousteau está en Asia, acompañando a Macri en una visita oficial. Desde allí dijo que "no debería haber miedo a competir en las PASO", frase que reprodujeron textualmente los portales Clarín.com y Lanación.com como título de una entrevista conjunta que publicó cada uno de esos medios en lugares destacados de sus páginas.

¿Presionan Clarín y La Nación por una PASO en Cambiemos, algo que a todas luces no quieren ni Macri ni Marcos Peña?

Al margen de ello, Lousteau planteó la necesidad de ampliar la base electoral de Cambiemos a la vez que reivindicó a Emilio Monzó, exiliado del Olimpo macrista por proponer ideas de ese calibre.

En pos de impulsar el debate interno, Lousteau rechazó que una primaria presidencial eventualmente debilite a Macri frente a Cristina Fernández.

"A mí me llama la atención esto que escucho a veces. Lo mismo cuando esboza la iniciativa de eliminar las PASO un gobierno que llegó al poder gracias a las primarias. Lo segundo que me llama la atención es el temor al veredicto de la gente. No importa quién sea el candidato. Pero no debería haber miedo a competir en las PASO. Es raro que alguien diga que para ganar necesita que nadie lo desafíe antes, ¿no?", dijo.

A continuación, la entrevista:

¿Le sorprende que digan que es candidato a Presidente?

-(Sonríe) En la Argentina hay un montón de candidatos, me parece todo muy prematuro hablar de eso. Hay una perversión en general en los años electorales de querer discutir el final de la película antes que las primeras escenas. Lo primero que tenemos que hacer adentro del radicalismo, en todo caso, es tener un diagnóstico sobre lo que pasa y manifestarlo. Sin eso el resto no tiene sentido. Carla Carrizo, una diputada de nuestro bloque, dice algo que es real: que las coaliciones exitosas compiten en la arena electoral y después coordinan políticas. Y no al revés. Yo creo que no se puede no competir (en la elección) y sí querer competir en las políticas.

-¿Pero usted está decido a jugar en la interna?

-Insisto: creo que el radicalismo lo primero que tiene que tener es un diagnóstico. Y eso proponérselo a la sociedad y ver si lo sigue o no. No hay que elegir solamente jugar cuando aparece una oportunidad. A veces en la política es mejor sostener las convicciones y perder. A veces en la política hay que estar en el lugar equivocado, incluso para el resto de la sociedad o para la mayoría de los votantes, pero donde uno cree que están los problemas. Pero hay un espacio muy grande que merece tener representatividad dentro de una coalición.

-¿Le está diciendo al radicalismo que si Macri no abre la interna, juegue por afuera?

-No, le estoy proponiendo que tenga un debate más profundo de cuál es la mejor contribución que puede hacer el partido dentro de una coalición.

-¿Pero a los líderes del radicalismo los ve con esa vocación de debatir?

-Curiosamente creo que cuando la coyuntura no nos come y tenés tiempo para conversaciones profundas, los diagnósticos de aquellos que tienen buena voluntad y son rigurosos, son muy parecidos al mío. Con Alfredo Cornejo hablo mucho. No es sólo el presidente de la UCR: es un gobernador que encontró una provincia que tenía déficit, que no tenía caja para pagar los vencimientos y la ordenó.

-Sin embargo, usted plantea una amplitud que el Gobierno parece ya no tener. De hecho está eyectando a Emilio Monzó (también está en India). ¿Cree que el Gobierno tiene que ampliar su base?

-No tengo dudas. Es algo que ya lo he dicho, como alguien que está afuera, como un pariente muy cercano que no quiere que se vuelva al pasado. Me parece que la dirección la tenemos que peinar y definir mejor. Y en ese sentido la amplitud te permite una mayor estabilidad: no es lo mismo una mesa con una pata que con cuatro patas. Pero además me parece que de esa manera se van a poder incorporar dirigentes que tienen peso específico. Emilio (por Monzó) tiene una frase que me gusta mucho. El dice: “La política es el arte de entender las necesidades del otro, porque las propias ya las sabés”. Y tiene razón: si te encerrás, no lo lográs. Aquellos que tienen una vocación ya comprobada de participar en lo público, que tienen capacidad política y experiencia de gestión, son imprescindibles.

-¿Entonces usted ve que Macri se está cerrando?

-Cuando el PRO tiene una supremacía, no se anima a discutir de cara a la gente, llevarla a la arena electoral. Y si no hay discusión pública, es difícil estar en el mismo lugar. A mí me han convocado en su momento como embajador, y de vez en cuando me consultan cuál es la visión sobre los problemas que son propios de mi especialidad y también algunas cuestiones más políticas. Es decir, yo veo consulta, pero noto que antes (Cambiemos) era una coalición que tenia por lo menos la intención y la capacidad de convocar a otros, incluso mucho más lejanos del espacio. Y últimamente veo que está siendo reactivo con aquellos que estuvieron más cerca desde el principio. Es muy llamativo, sobre todo cuando si hay algo que te demuestran estos cuatro años es que los problemas son mucho más complejos de lo que parecen a primera vista y de lo que esperaba el propio Gobierno.

-¿Cómo calificarías al Gobierno de Macri?

-Yo creo que el gran desafío que tenía y sigue teniendo era eliminar la posibilidad de caer en un populismo. Lo segundo era institucionalizar Cambiemos, como figura definitiva de la Argentina. Porque si hay un actor que le puede ganar al peronismo, lo obliga a tener una propuesta y no esperar una crisis. Eso modificaría sustancialmente cómo funciona el sistema político. Ese era un deber. ¿Eso está cumplido? Bueno ahí tenemos un gran signo de interrogación, porque todavía estamos discutiendo el pasado y con la ex Presidenta. Por eso creo que le faltan cosas muy importantes a este mandato.

-En este contexto, tras cuatro años de gestión y con muchos desencantados, hay quienes dicen que una interna lo debilitaría mucho a Macri. ¿No se expondrían a un triunfo del kirchnerismo?

-A mí me llama la atención esto que escucho a veces. O cuando esboza la iniciativa de eliminar las PASO un Gobierno que llegó al poder gracias a las primarias. Lo segundo que me llama la atención es el temor al veredicto de la gente. No tengo tomada ninguna decisión. Y no importa quién sea el candidato. Pero no debería haber miedo a competir. Porque si alguien piensa que puede ganar la elección nacional, debería pensar que va a ganar la interna. Es raro que alguien diga yo para ganar necesito que nadie me desafíe antes, ¿no?

-¿Y en la Provincia, con María Eugenia Vidal, también tiene que haber PASO?

-A mí me encantan las PASO, pero debería haber si es que hay distintas propuestas.

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