EN CAMPAÑA NO CONVIENE

Previsible ofensiva por el aborto en 2019 pondrá en aprietos a Cambiemos

El colectivo feminista y las mujeres de la campaña por el aborto "legal, seguro y gratuito" van a intentar que el proyecto se vuelva a tratar en el Congreso. Por ese motivo, realizaron este martes (19/2) un "pañuelazo". El Gobierno lo sabe, pero este año ya no conviene. Tras un bloque fuertemente dividido luego del debate (que abrió una grieta que traspasó los límites de los partidos políticos), Cambiemos necesita más unidad que nunca para afrontar una campaña difícil.

Cuando un proyecto de ley es rechazado totalmente por una de las Cámaras del Congreso, no puede volver a ser tratado hasta el año siguiente. El proyecto de legalización del aborto fue aprobado por los diputados, pero rechazado en el Senado. Técnicamente, puede volver a ser tratado durante el 2019. Pero es poco probable.

El oficialismo le dio el visto bueno al debate de la ley durante el 2018, a pesar de que muchos miembros de Cambiemos no se sintieron conformes con la medida.

El colectivo feminista, que venía reclamando una ley que garantizara el aborto "legal, seguro y gratuito" en todo el territorio argentino desde hace años, festejó el debate como un gran primer paso. La "marea verde" salió a la calle, realizó varios "pañuelazos" durante el año y llenó la plaza de Congreso durante los debates.

Pero no fue suficiente. El colectivo feminista quiere que el aborto se legalice y no va a parar hasta lograrlo. Desde el 2018 el tema está sobre la mesa, en la televisión y se volvió de interés para miles de mujeres. Con este envión, no van a conformarse con una media sanción. Por ese motivo la "marea verde" volvió a salir a la calle este martes 19/2.

 

 

La única diferencia entre el 2018 y el 2019 es que este año a Cambiemos no le conviene. Las prioridades son otras, las relativas a un año de campaña y de elecciones. Sobre todo para el macrismo, que no la tiene fácil.

Para el oficialismo, el año viene complicado: La imagen de Mauricio Macri se desploma cada vez más, los gobernadores le dan la espalda desdoblando las elecciones y la economía no va a mejorar en los próximos meses. Las chances de ganar son pocas y residen en la candidatura de Cristina Kirchner, fuertemente rechazada por una gran parte de la sociedad.

En este contexto, el debate por la legalización del aborto no ayudaría. El bloque de Cambiemos en el Congreso sufrió una fuerte fractura (la más importante desde que Macri llegó al sillón de Rivadavia) que salpicó a funcionarios del Ejecutivo y hasta a militantes.

Desde que Mauricio Macri anunció que habilitaría el debate por el aborto en el Congreso se sintió descolocado. Elisa "Lilita" Carrió fue una de las más heridas en Cambiemos por el debate por la legalización del aborto. Su relación con Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, fue fundamental entre el 2014 y el 2015 para el acercamiento entre la diputada y Macri. Desde la "marea verde", están distaciados.

Carrió dijo a la prensa que Mauricio Macri permitió el debate de la ley porque estaba "seguro" de que ganaría el "no". En la Casa Rosada no cayó nada bien: El discurso era que el proyecto entraría tarde o temprno al Congreso y que había que debatirlo con racionalidad. Marcos Peña dijo que Macri permitió el debate "por convicción".

"Lilita" luego se justificó: Dijo que quería contener a los votantes de Cambiemos que podrían divorciarse del Gobierno por este tema y a calmar a la cúpula de la Iglesia.

Gabriela Michetti no forma parte del bloque legislativo, pero se dice que hasta dudó de su continuidad en el Gobierno si la ley, finalmente, era aprobada. Ella organizó una foto con pañuelos celestes y un grito de "sí a la vida", la acompañaron los ministros Luis Caputo (entonces ministro de Finanzas), Guillermo Dietrich (Transporte), Alejandro Finocchiaro (Educación) y Andrés Ibarra (Modernización) y el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.

La foto de Michetti fue una respuesta a una foto en la que varios funcionarios de Cambiemos portaron los pañuelos verdes. En la misma, figuraron Sergio Bergman (Ambiente), Pablo Avelluto (Cultura), el entonces vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui, Laura Alonso (Oficina Anticorrupción), Silvina Giudicci, la titular de Enacom, Pedro Robledo (subsecretario de Juventud) y otros.

Este año, Macri necesita a un Cambiemos más unido que nunca. Él y Marcos Peña saben que este año un portazo puede ser mortal. Habrá que ver cómo avaza la campaña mediática del colectivo feminista (que se espera que intente meter la ley en el Congreso durante los primeros días de sesiones ordinarias, en marzo) y la presión que ejerzan sobre la Casa Rosada. Sin embargo, lo más probable es que el Ejecutivo no de el brazo a torcer. Los argumentos democráticos sobre lo saludable que es el debate parlamentario quedarán para otro año.

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