ELECCIONES 2011

Positivo: El no kirchnerismo 'blanqueó' su realidad

La idea de considerar 'la oposición' a un conjunto de legisladores y políticos muy heterogéneos, fue de parte del periodismo que necesitaba crear una fuerza contra Néstor Kirchner para defender sus propios intereses corporativos. Es interesante que la realidad llegue a la política argentina.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Bienvenida la verdad. Nunca hubo una 'oposición'. El no kirchnerismo es un conjunto de personas e ideas muy heterogéneas y básicamente pragmáticas.

 
Suponer que todas esas personas trabajarán en conjunto luego de diciembre de 2009 fue un espejismo, básicamente injusto hacia ellos.
 
La necesidad de 'una oposición', única, mancomunada, abroquelada contra Néstor Kirchner fue una imposición de las empresas de medios opuestas a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
 
Esas empresas precisaban 'una oposición' que enfrentara la embestida de Kirchner, y por eso se condenó siempre a quienes defendían '3ras. posiciones', portadores, en verdad, de un discurso lógico: nada era tan tan ni muy muy. En especial cuando se trataba de una disputa de negocios encubierta en defensa de la pluralidad de expresión.
 
Kirchner colaboró con ese discurso de 'blanco o negro' porque le convenía también a él para disciplinar a los propios, en especial a quienes desde la derrota electoral de 2009 andaban amenazando con disensos domésticos.
 
Pero ¿por qué debía haber 'una oposición' cuando, a menudo, eran enormes las diferencias entre ellos? No es justo exigirles que renuncien a sus ideas e intereses en nombre de conveniencias de otros.
 
Para alcanzar acuerdos verdaderos lo esencial es aceptar la diversidad, la pluralidad. Y así concurrieron los electores a las urnas: el que votó Unión PRO votó Unión PRO y no Acuerdo Cívico y Social. ¿Por qué, entonces, exigirles a Unión PRO y a Acuerdo Cívico y Social que forzaran entendimientos artificiales?
 
En todos caso, a Unión PRO y al Acuerdo Cívico y Social hay que reprocharles no haber mantenido sus respectivos acuerdos preelectorales internos. Ahí le fallaron a sus electores y todo lo que vino después resultó malparido.
 
El siguiente error fue concurrir a la convocatoria al falso diálogo que solicitó el kirchnerismo poselectoral en 2009, solamente para ganar tiempo. Era obvio que ese era el objetivo pero la UCR lideró esa tontería, tal como la UCR lideró la decisión de darle quórum -y hasta aprobar en general para debatir en particular- el proyecto de Presupuesto 2011.
 
La UCR vive 'el teorema de Baglini' (por aquel mendocino Raúl Baglini), que dice que la oposición a un régimen es inversamente proporcional a su cercanía al poder.
 
La UCR se sintió ganadora en 2009 y por eso se sentó ilusionándose casi en un cogobierno. La UCR se siente ganadora en 2010 y negoció con el Frente para la Victoria según las necesidades de los alcaldes y gobernadores que le responden a la UCR creyendo que así se asegura una mejor performance en 2011.
 
Y no está mal que la UCR se comporte como más le convenga. El problema es ocultarlo, no 'blanquearlo'; hacerlo mientras se le dice a la ciudadanía que se hace oposición.
 
Precisamente por eso estuvo acertada Elisa Carrió, solamente que su denuncia pública fue un revulsivo para la UCR que creía que podía mantener ese doble discurso tan... radical.
 
Muy probablemente Carrió estuvo brutal, feroz hasta el exceso con la memoria de César Jaroslavsky, pero... es Carrió, mujer de excesos frecuentes.
 
Luego está Proyecto Sur, aliado del ex kirchnerismo transversal Libres del Sur: también practican el doble discurso. Por un lado, se mantienen críticos del Frente para la Victoria; pero a menudo son funcionales al oficialismo.
 
Teniendo adentro al sindicato de estatales ATE y a la Central de Trabajadores Argentinos -una contradicción permanente, ahora en crisis-, es inevitable que Proyecto Sur mantenga canales de diálogo permanente con el Frente para la Victoria.
 
Luego, el Peronismo Federal, que vive con la muerte de Néstor Kirchner, el deseo de muchos de sus integrantes de apostar a la reunificación del Partido Justicialista.
 
En cuanto al PRO, las 3ras. fuerzas políticas han sufrido en el pasado el impacto letal de la corrupción de algunos de sus líderes. 
 
> La UCeDe terminó 'menemizada', aunque algunos dicen que la influencia de la UCeDe sobre sectores del PJ creó el 'menemismo' cuyo símbolo fueron María Julia Alsogaray, Adelina D'Alesio de Viola y German Kammerath.
 
> El Modin acabó una noche de muy dudoso 'convencimiento' a Aldo Rico para que aprobara la reforma constitución bonaerense que le permitía a Eduardo Duhalde ser candidato a la reelección como gobernador.
 
Debería tenerlo presente Mauricio Macri, quien a su vez mantiene un 'doble discurso' en temas como el juego de azar en la Ciudad.
 
En fin, no hay 'oposición' sino 'opositores a veces', y lo mejor que podía ocurrir es que la situación se transparente ante la opinión pública a 1 año del comicio. Sí resultaría terrible que ocurra a semanas del evento. Ahora hay tiempo para reconstruir, todavía.
 
A Cristina Fernández, viuda de Kirchner, se la devorará la inflación que ella no sabe cómo apaciguar (y la necesita para ayudar a financiar el gasto público); y las disputas domésticas que ya aparecen en el peronismo gobernante.
 
Luego, los 'opositores' deben hacer su tarea: seducir al electorado, no esperar a que el Frente para la Victoria o los magistrados hagan esa tarea por ellos. Deben arremangarse e ir a buscar a los electores. Tienen que trabajar en serio porque la realidad es que lo que tienen fue obsequiado por los errores de Néstor Kirchner más algún 'golpe de suerte'.
 
No todos lo viven así. Hay periodistas que consideran una tragedia la coyuntura. Urgente24 no comparte sus puntos de vista pero considera útil brindar algunos fragmentos.
 
 
 
"(...) La centroizquierda convocó, para este miércoles, a una sesión especial para debatir temas que habían quedado rezagados en la agenda opositora, como la reforma del Indec y la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, asuntos que irritan al Gobierno. Sin embargo, ningún bloque opositor se atreve a garantizar el quórum en el recinto, pese a que será la última sesión del año: los rencores recíprocos resintieron los ánimos para legislar, pese a que quedará pendiente una abultada agenda de temas (de lo que se informa aparte).

"El llamado Grupo A ya no existe más, hay que asumirlo. Nació en diciembre pasado para plantarse frente al oficialismo, pero exageró en su política de confrontación, a 'matar o morir', y eso nos debilitó como coalición", sinceró un encumbrado diputado del radicalismo, cercano al precandidato presidencial Ricardo Alfonsín.

Las heridas están lacerantes: Elisa Carrió, con sus acusaciones, se distanció, casi definitivamente, de sus otrora socios del Acuerdo Cívico y Social. Además, se ganó el encono del peronismo disidente, Pro y de la centroizquierda cuando los acusó de no acompañarla en sus denuncias sobre los supuestos favores que ofreció el Gobierno a una docena de diputados opositores para facilitar la aprobación del presupuesto 2011, que desató el escándalo -bofetada incluida de la peronista disidente Graciela Camaño a su par ultrakirchnerista Carlos Kunkel- la semana pasada en la Comisión de Asuntos Constitucionales.

"Carrió se salió de carril. Sus denuncias son injustificadas, generalizadas y agraviantes", retrucó Margarita Stolbizer, de GEN. La sangría continúa: la Coalición Cívica no acompañó el pedido del GEN de sesionar este miércoles. "No queremos quedar pegados a otro fracaso opositor", confiesan en el entorno de Carrió.

Pese a que la líder de la Coalición Cívica vislumbra que, a la postre, se recompondrá la unidad opositora, el resto de los referentes no kirchneristas no son tan optimistas y vislumbran un rotundo cambio en el escenario de las relaciones parlamentarias.

En efecto, la negociación ya no se entablaría entre el oficialismo y una amalgama de bloques opositores, sino que los acuerdos se trazarían por tema y por bloque, con una UCR más dialoguista como mascarón de proa.

Los primeros síntomas de este cambio ya comenzaron a cobrarse víctimas, empezando por los conductores de las principales bancadas opositoras.

El jefe del bloque radical Oscar Aguad fue desplazado por el ala alfonsinista del partido, que impuso a Ricardo Gil Lavedra, quien promete ser más dialoguista en el armado de la futura agenda parlamentaria con el oficialismo.

Esto ya genera notables recelos internos. "Justo ahora que el radicalismo debería plantarse como una alternativa opositora frente al modelo kirchnerista de cara a las elecciones, se muestra blanda y pactista", despotrica una fuente muy cercana al vicepresidente Julio Cobos.

En Pro, el jefe de bloque, Federico Pinedo, también fue jaqueado por un sector interno proclive a aprobar el presupuesto en general.
 
La crisis interna también estalla en el Peronismo Federal, conducido por el bonaerense Felipe Solá. "Le será cada vez más difícil contener un bloque que se está partiendo: un grupo, el más duro, podría terminar jugando con Mauricio Macri [jefe de Pro]; otros se tientan con volver al oficialismo y otros peronistas no kirchneristas, que bregan por una renovación del peronismo, ruegan que el kirchnerismo estalle", sintetiza un referente decisivo de ese sector.

El oficialismo, por ahora, luce compacto y se solaza ante la atomización opositora. Pero tampoco está inmune: su prueba más difícil será contener, en medio de la lucha por conservar el poder, sus distintas vertientes internas. (...)".
 
 
 
"(...) La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ni siquiera tuvo que poner en práctica la máxima que reza: “Divide y reinarás”. Los diferentes estamentos opositores se dividieron solos. El Peronismo Federal es más una construcción dialéctica, una referencia útil para los títulos de los diarios, que un bloque de poder alternativo. 

La nueva salida de pista de Carlos Reutemann les sacó a los disidentes el único paraguas que los ponía a resguardo módico del temporal. Ahora el espacio hace agua por todos lados. No se trata de falta de voluntad, que sí tienen Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Mario Das Neves, Ramón Puerta y otros contertulios del PJ anti K, sino de ausencia de votos. 

Como se dijo tantas veces, contra Kirchner estaban mejor. Hoy, el efecto cala, la marcha de la economía y la ausencia de la palabra crisis en el horizonte rompió los puentes de este vector con las mayorías. 

El paso al costado de Reutemann obedeció a una rápida lectura del nuevo escenario que, sin embargo, nadie puede pronosticar que tenga visos de perpetuidad. 

La muerte de Kirchner le sacó adrenalina al aquí y ahora de la oposición. Cristina quedó en el centro de la escena por cuestiones de estricta y pulimentada lógica. Es ella la que ahora tiene el manejo del control remoto, el centro de la escena, el punto cúlmine de la pirámide. 

“En el corto plazo, nadie le puede ganar a una viuda”, resaltó con pragmatismo feroz el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba para resumir ese aquí y ahora. Pero claro, le faltó decir que menos le podrá ganar una oposición construida tanto por remilgos como por adoradores de la evanescencia. 

(...) La fotografía a derecha e izquierda del kirchnerismo luce movida, sepia y sin encuadre. El divisionismo percute hasta en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), un conglomerado que se jactaba de ser alternativa a las anquilosadas estructuras del sindicalismo tradicional pero que ahora convive con denuncias de fraude y amenazas de ruptura. A dos meses de las elecciones, nadie sabe quién ganó. 

El sonoro trompis que la diputada Graciela Camaño le propinó a Carlos Kunkel constituyó el arándano del postre para el enjuague opositor. Un despropósito que (más allá de las características perennes de provocador profesional del legislador) debería haber sido condenado con énfasis por el resto de las bancadas. El kirchnerismo logró su cometido de hacer ingresar a los opositores a pelear en el barro, género no apto para cualquiera. Si para hacer política hay que tener el cuero duro y los nervios templados, el cross de derecha de Camaño y el coro de justificaciones muestra que a muchos les faltan esas dos aptitudes. 

En pleno tramo del efecto duelo Cristina dio señales de lo que aparenta ser su final de gestión: mandó a postergar hasta el año que viene el proyecto para repartir ganancias entre empresarios y trabajadores, dispuso el pago de la deuda al Club de París y envió señales de paz y amor en la cena de la Unión Industrial Argentina. Sabe que su flor y nata de cara al 2011 es mantener con rienda corta la marcha de la economía. Para mantener en su redil a los sectores progresistas que se enancaron en el kirchnerismo, Cristina no se desprenderá de gestos y acciones que tanto gustan a los organismos de derechos humanos y encarnan en la militancia juvenil y en los ámbitos de la cultura. (...)".
 
 
 
"La principal característica que imprimió Néstor Kirchner a la política argentina fue la pasión desmedida, frenética, impulsiva donde no caben términos medios ni marcha atrás ni acuerdo con quien no se rinda. Las consignas siempre fueron en esa dirección: a todo o nada, a matar o morir, vamos por más, ellos o nosotros, amigo o enemigo. 

Muy al estilo del primer Perón, ése del 5 por 1 no va quedar ninguno o al enemigo ni justicia. O del setentismo que enfrentó al último Perón al proponerle la guerra revolucionaria mientras que el viejo líder quería la unidad nacional, incluso con la mayoría de aquellos a quienes los jóvenes izquierdistas consideraban el enemigo a combatir. 

Pero las situaciones históricas jamás son iguales por lo que las diferencias suelen ser tan grandes como las similitudes. 

El 1er. peronismo, el del '45 al '55, se encontró con una sociedad dividida en 2. O mejor dicho, en la medida que Perón promovió la integración social plena de aquella mitad de la sociedad ignorada por la otra mitad, el conflicto era casi inevitable. 

El último peronismo coincidió con un momento político mundial en que capitalismo y socialismo se hallaban en plena confrontación a través de guerras en los países periféricos. 

Juan Perón regresó a la Argentina justo en ese momento en que su 3ra. posición ya era demasiado antigua y su nuevo espíritu "mandeliano" era demasiado avanzado, más en una sociedad como la argentina que mantenía irresueltos casi todos sus grandes conflictos históricos. Por eso, cuando buscó unir a la sociedad, se encontró con que el principal factor de división era su propio movimiento político. 

Ambos dramas Kirchner no los vivió. La fractura social que se sufrió durante el primer peronismo jamás se dio en su era. Tampoco debió lidiar con la violencia ni tuvo un movimiento en guerra, como el que halló el viejo líder en su postrer regreso. 

Pero pese a no tener una sociedad ni un movimiento divididos, Kirchner teatralizó una guerra que no era tal con la meta de inventar un enemigo que tampoco era tal. 

¿Cuál fue su principal razón política para hacerlo? Construir poder y movilizar voluntades recreando algo de la pasión que en otros tiempos sobró en la política argentina y de la que ahora carecemos con una sociedad despolitizada y una clase dirigente profesionalizada, burocratizada, incluso capaz de simular la pasión que no siente con tal de conservar sus asientos dentro del tren del poder. 

Pero esa inexistencia de pasiones políticas convocantes lo llevó a gestar una pasión más negativa que positiva, que enfatizaba más en el odio enemigo que en los sueños amigos. Sin utopía clara. Sin comunidad organizada, tercera posición o socialismo nacional. Ni siquiera Argentina potencia. 

Así, sin grandes utopías donde canalizar positivamente la pasión, Kirchner motivó a sus seguidores con enemigos fabricados por él mismo, transformando a los productores del campo en la peor oligarquía y a toda oposición política o toda crítica mediática en variantes civiles del golpismo militar. Creó una ficción política facciosa pero eficiente. 

No casualmente en el acto más masivo a favor de Néstor Kirchner, ocurrido durante sus exequias, las exclamaciones de dolor y adiós hacia el líder, competían de igual a igual con los gritos furibundos de odio hacia el enemigo ficcional, personificado esta vez en la figura del vicepresidente Julio Cobos. 

Algo que no ocurrió ni con la muerte de Evita, ni de Perón ni de Alfonsín, donde la pena suprema de la multitud, hizo que su llanto fuera una tregua en los sentimientos de odio, bronca o venganza. 

Los rivales a los que debió enfrentarse Néstor Kirchner para que lo sucediera su esposa, fueron Elisa Carrió, alguien tan pasional como él, y Roberto Lavagna en tanto candidato de un radicalismo que apoyó a un kirchnerista moderado para contrarrestar al radicalismo cooptado por Kirchner. O sea, en las elecciones de 2007 fueron todos K en algún sentido: Lilita por su estilo y los radicales por presentarse -en sus dos variantes- como el kirchnerismo "bueno". 

Ambos fueron arrasados en las urnas, porque nadie elige copias cuando tiene el original. (...)".
 
 
 
"(...) La senadora señaló que junto a su esposo, el ex presidente  Eduardo Duhalde, el distanciamiento de Reutemann “nos sorprendió”.

Consultada por radio Mitre sobre si el ex goberndor de Santa  Fe se había pasado al kirchnerismo, González dijo “no” y amplió:  “Algo le ha molestad que no se bien que es”. 

González descartó sentirse defraudada por el paso al costado  que dio el ex campéon de Fórmula 1 al señalar que con su marido  “conocemos a las personas, conocemos las virtudes que Reutemann tiene  muchas y sus defectos, como la falta de diálogo”.

“El no dice porqué hace o deja de hacer algunas cosas. Esto nos sorprendió”, acotó. 

La senadora reiteró que no tuvo “ningún diálogo privado” con  el senador porque, insistió, “Reutemann no es un hombre de diálogo.  No habla”.

De todas formas, ella ratificó que en la lista de precandidatos a  presidente por el Peronismo Federal siguen en carrera su esposo,  los gobernadores de San Luis y Chubut, Alberto Rodríguez Saá y Mario  Das Neves.

“Mi esposo tomó la decisión de ponerle fecha al lanzamiento de  su candidatura que va a ser alrededor del 20 de diciembre”,  señaló González.

En ese sentido, señaló que “se van a ir esclareciendo en todos  los partidos los candidatos a partir del mes que viene van a ir  definiendo”. 

“Veo ambiente de ir definiendo candidatos”, señaló la  senadora."

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