DERECHOS HUMANOS

El perverso populismo audiovisual

El Ejecutivo Nacional continúa con su engañosa campaña de populismo audiovisual.

 por JORGE HÉCTOR SANTOS

 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Si la educación se destruye en forma sistemática, aunque se publicite desde el gobierno lo contrario. Si la salud de la juventud se deteriora cada día más con el consumo de drogas que circulan por las calles del país sin control alguno. Si la hambruna aniquila cerebros. Todo resulta propicio para que se instalen conceptos populistas y con ellos se ganen elecciones.
 
Esto resulta también una flagrante violación de los derechos humanos hecha desde el propio Estado a través de un gobierno que hace de estas prácticas un uso diario, enarbolando la engañosa bandera de la defensa de esos mismos derechos pero de terroristas de la década del '70, vale decir 40 años atrás, mientras hoy se matan -sin armas- infinidad de argentinos, que merecerían ya mismo en un país normal un “nunca más” al igual que una circunstancia que quedó atrás y no tiene remedio.
 
Vender que los malos son los que tienen o critican a las autoridades nacionales y ellos son los culpables de la miseria presente o futura (si acceden a la Rosada otras autoridades que no sean las actuales) que sumerge al 40% de la  población deviene en otra de las formas de falsear la realidad a las que apela recurrentemente el gobierno K.   
 
En esta perversa conducta se fundamenta la necesidad de tener cada día más espacios para triturar con inescrupulosa publicidad a quienes sin poder de discernimiento aplauden conquistas como el “Fútbol para Todos” o las delirantes futuras ganas de seguir cargando al Estado nacional de más gastos para pasar más deportes que actualmente se emiten por cable.
 
Esto no existe en ningún lado del mundo. Ningún gobierno dedica fondos para estos absurdos destinos. Las necesidades de los pueblos se satisfacen con la dignidad del trabajo y con ingresos dignos que le permitan tener un estándar de vida que les alcance para pagar lo que desean elegir, aún para entretenerse.
 
Sólo personajes públicos inescrupulosos pueden apelar a esta clase de maniobras que el pueblo menos pensante aplaude creyendo que le resultan gratis, cuando las mantiene con sus escasos recursos aunque no las consuma, en igualdad de condiciones que lo hace el que más puede.     
 
El Gobierno y sus colaboradores más fieles lo que pretende con esta deshonesta maniobra es captar más espacios en la TV  para hacer campaña política que le permita seguir estando en el gobierno capturando el voto de los que menos pueden pensar por su propia voluntad de no mejorar servicios esenciales como la salud, la educación; el flagelo de la droga y hambre multiplicado por millones de habitantes de todo el país.

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