ELECCIONES 2011

Las dudas de Cristina sobre Boudou

Tal como informó ayer (30/03) Urgente24, el ministro de Economía Amado Boudou no asistió finalmente al estadio de Ferro donde Hugo Moyano salió a apoyar su candidatura en la Ciudad. El Periodista Eugenio Paillet aporta más datos sobre el 'niño mimado' de la Presidente.

por EUGENIO PAILLET

BAHÍA BLANCA (La Nueva Provincia) Muy probablemente, Hugo Moyano, le haya tirado ayer a Amado Boudou un enorme salvavidas de plomo. El camionero hizo durante un acto en el estadio de Ferro para recordar a Saúl Ubaldini justo lo que a Cristina Fernández no le gusta: que la presionen con candidaturas o lo que es peor, se lo manden a decir a través de los medios.

El ministro de Economía, que a la misma hora en que el titular cegetista lo proclamaba como el mejor postulante de la Casa Rosada para suceder a Mauricio Macri se encontraba reunido con la presidente en Olivos, no pudo disimular algún malestar cuando se enteró. Y supo después, ya de regreso en el Palacio de Hacienda, que la mandataria tampoco, según contaban más tarde confidentes del poder.

 
En despachos de Balcarce 50 no cabían dos interpretaciones para la jugada del camionero: sus alabanzas de ayer en el barrio de Caballito hacia Boudou, al que llamó con dudosa base en datos de la realidad "el más amado" de los ministros de Economía, forman parte de su estilo para presionar sin que se note demasiado. Ya había pasado con su reclamo para que el diputado Héctor Recalde acompañase a Cristina en la fórmula presidencial para octubre. Nunca salió una palabra de su boca, pero sus voceros se encargaron de filtrar ese deseo a los medios. 
    
La duda que quedó flotando en esos despachos es si con la exuberante alabanza de ayer, Moyano no ha terminado por hacerle un flaco favor al ministro, a sabiendas de aquellas molestias que suele expresar Cristina cuando sospecha que alguien busca correrla por izquierda. A menos que haya sido nomás otra de sus movidas para mostrar cada tanto su poder de fuego.
    
Para colmo de males, Boudou no terminó de redondear ayer una buena jornada. La visita a la residencia presidencial junto a Débora Giorgi y Guillermo Moreno le sirvió también para constatar sobre el terreno un dato que lo sorprendió: Carlos Zanini le habría dicho que siga trabajando como lo viene haciendo detrás de su candidatura porteña, y que lo haga en tándem con los otros dos postulantes oficiales, Daniel Filmus y Carlos Tomada, que en su momento la presidente resolverá.
    
Boudou, hay que decirlo, en un estilo autorreferencial que no es nuevo, se había encargado personalmente de asegurar en reuniones reservadas con colaboradores y periodistas que en aquella puja de tres él era el preferido de Cristina.
    
Y que la presidente no tardaría en confirmarlo. Había dado por sentado además en esas charlas de café que la fórmula que utilizaría la mandataria casi no dejaba dudas: apoyaría a Boudou, a menos que Filmus o Tomada lo aventajasen considerablemente en las encuestas sobre intención de voto.
    
Pues bien, la verdad por estas horas y mal que le pese al ministro de Economía, es que la presidente tiene más de una duda sobre quién será su candidato en la Capital Federal. Para empezar, Boudou tropieza con un inconveniente que cuando Cristina no disimulaba su preferencia por el que algunos llamaban "el niño mimado" del gabinete, no existía: su alta imagen negativa entre los porteños se mantiene, pese al poderoso esfuerzo mediático del gobierno para instalarlo. 
    
En segundo lugar: el ex ucedeísta y recientemente declarado fanático de los Estados Unidos y de la pistas de esquí de Aspen nunca logró despegarse en las encuestas sobre intención de voto que encarga la Casa Rosada respecto de Filmus y Tomada.
    
El golpe de gracia llegó el lunes por la noche a los despachos presidenciales de la mano de una nueva encuesta realizada por el consultor peronista Julio Aurelio, encargada por Filmus. El senador fue medido en dos hipotéticos escenarios, uno frente a Gabriela Michetti y el otro con Horacio Rodríguez Larreta como eventual oponente del macrismo. En ambos, décimas más o menos, el sondeo arroja un empate técnico: 29,65% a 29,86% y 29,19% a 29,16% respectivamente. 
    
El dato proveniente de Aurelio, para los que siguen de cerca la zaga en el gobierno, no es menor. Fue de los pocos de entre la tropa de consultoras que trabajan para el gobierno que predijo un empate técnico en Catamarca entre Eduardo Brizuela del Moral y Lucía Corpacci, que finalmente resultó gobernadora electa. Y reafirmó sus pergaminos una semana más tarde cuando contra todos los pronósticos advirtió lo que finalmente ocurriría en Chubut, con la espectacular remontada de Carlos Eliceche frente a Martín Buzzi, el candidato de Mario Das Neves, al margen del enorme mamarracho en que finalizó esa elección entre sospechas de fraude y otros vicios de la política.
    
El propio Filmus se encargó de acercarle el trabajo al secretario de Comunicación y Medios, Juan Manuel Abal Medina, para que lo pusiera en manos de Cristina. Dicen quienes conocen el paño que si la presidente tenía algunas dudas sobre si finalmente ungir o no a Boudou, ahora se acrecentaron tras repasar esos números. Moyano, a su estilo, terminó ayer cual diablo de meter la cola en el universo de Amado.

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