Capital intelectual: "El gol de la jugada"

POR GUILLERMINA FOSSATI ¿Cómo generar empleo? "En una sociedad con elevados índices de desempleo y subocupación, después de una fuerte recesión y con una estadística a nivel mundial que la ubica como uno de los países menos competitivos, la búsqueda de soluciones para mejorar el mercado laboral excede la creación de empleos temporales financiados por obras públicas o la distribución de planes sociales, que sólo permiten "subsistir a corto plazo".

Las últimas estadísticas sobre desempleo en la Argentina anunciadas por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, muestran una tasa de desocupación del 14.5% (incluyendo los Planes para Jefas y Jefes de Hogar), índice que se eleva al 19.7% si se excluyen los subsidios entregados por el ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Alicia Kirchner.

En este contexto preocupante, con casi el 50% de la sociedad que vive en niveles de pobreza, la búsqueda de soluciones para una crisis que se arrastra de varias generaciones necesita la contemplación de nuevas alternativas que no se centren, únicamente, en soluciones a corto plazo a través de subsidios que se distribuyen de acuerdo a las presiones de sindicalistas o a la influencia de los líderes de los movimientos piqueteros.

La gestión del conocimiento y el capital intelectual son dos aspectos fundamentales que los países del primer mundo priorizan en sus empresas privadas y públicas, como recurso para generar empleo y reactivar el mercado laboral. El capital que se requiere no es propiedad de los países ricos únicamente, sino que todos lo tienen ya que es el capital humano y el cerebro.

Pablo Belly es Director de Belly Knowledge Management, una consultora especializada en Gestión del Conocimiento, que asesora compañías en Argentina, España, México, Chile, Paraguay, Ecuador, Perú, Colombia y Venezuela, con una facturación superior a los U$S2.100 millones. En una entrevista con Edición i, Belly explica la fórmula que se utilizó en otros países para reducir el desempleo, y como podría aplicarse en la Argentina.

-¿S e habla mucho de la gestión del conocimiento y el capital intelectual. Lo puede definir sintéticamente y aplicado a la práctica?

-Sintéticamente y metafóricamente el capital intelectual es "el gol de la jugada". Mientras se gestiona el conocimiento se van haciendo los pases entre los jugadores y cuando se hace el gol, se logra el capital intelectual.

En términos conceptuales, el capital humano + el capital estructural + el capital mercado dan como resultado el capital intelectual.

El capital humano son los conocimientos individuales; el capital estructural son los conocimientos organizacionales; y el capital mercado son los conocimientos que uno obtiene del mercado y el mercado de uno. Sumando los tres capitales se obtiene el capital intelectual.

-Cuéntenos un poco acerca de la consultora que fundó, Belly Knowledge Management, ¿en qué se diferencia de lo que ya se conoce?

-La consultora se especializa en gestión del conocimiento desde una perspectiva humana. La gestión del conocimiento se puede abordar desde lo humano o desde lo tecnológico. Nosotros lo abordamos desde el lado humano porque suponemos que la gestión del conocimiento es un proceso humano, porque se puede contar con la mejor tecnología o Intranet pero sin el compromiso y la voluntad de la gente, ¿para que sirve lo demás?.

Dentro de este proceso humano, se usan distintas herramientas siendo una de ellas, y quizás la más importante, la tecnología.

- ¿Qué diferencia hay en el desarrollo de la gestión del conocimiento en la Argentina y en el resto de los países de Latinoamérica de acuerdo al background cultural que se conserva en cada parte del planeta?

- Eso es algo más macro. A nivel Estado, en países como México se asigna menos del 1% del Producto Bruto Interno, exactamente el 0,6%, a lo que es ciencia y tecnología, que eso es conocimiento; mientras que en países del primer mundo se asigna más del 8%, lo que centra las principales diferencias en una visión macro.

A nivel aplicación de gestión del conocimiento, también trabajamos mucho más en países como España que en países como Chile o Argentina, por el mismo motivo de las diferencias macro, se arranca con más posibilidades y desde mucho más arriba.

La diferencia además de partir de cuestiones culturales parte de razones lógicas, porque depende de lo que se asigne al conocimiento y a todos sus valores relacionados: educación, capacidad, etcétera.

-En un mercado como es el argentino, después de la recesión y con una alta tasa de desempleo, ¿Cómo se aplica toda esta teoría?

-La verdad es que no se le puede pedir a una persona que invierta en conocimientos cuando no puede cubrir las necesidades básicas entonces, desde mi punto de vista, cuando no se puede hacer circular el dinero, se debe hacer circular el conocimiento.

En muchos países se logró superar el desajuste financiero y económico haciendo circular el dinero de manera sencilla. El Estado ponía dinero en los bolsillos de los consumidores mediante un endeudamiento fiscal; los consumidores al tener dinero, y después de la abstinencia desatada por las crisis, compraban productos; las fábricas tenían que ampliar sus instalaciones y aumentar la producción, para lo cual tenían que comprar más materia prima y tomar más empleados. Así se solucionaba el desempleo y se superaba la crisis económica.

Seria bueno utilizar este sistema para superar el desempleo que impera en la actualidad. Lo que sucede es que estamos en un mundo globalizado, y si hoy en día se utiliza ese sistema parte del dinero de los consumidores iría a parar a China, Brasil o Japón, porque un auto, por ejemplo, que se vende en la Argentina, fue armado en Brasil, las partes fueron traídas de Japón, la tecnología de China y así con varios otros productos.

-¿En la década del ’90 hubo una mayor tendencia en la elección de carreras universitarias por las especializaciones en Ciencias Humanas, y se abandonaron las Ciencias Exactas. Actualmente, ¿cuáles son las preferencias de los argentinos que eligen una especialización universitaria o terciaria?

-En realidad, es todo muy situacional. Si hoy se realiza un estudio dará que hay más cantidad de personas formándose en tecnología. Esto tiene que ver con el capital mercado, se van adaptando las situaciones y conocimientos al mercado mismo.

- ¿También tiene que ver con que en la década de los ‘90 se importaban la mayoría de los productos, como consecuencia de la convertibilidad, mientras que ahora se intenta reactivar la industria local, entonces se necesitan nuevos avances en especializaciones que se habían abandonado?

-Sí. Igualmente, yo creo que la principal industria es la cabeza, antes, ahora o en el futuro. El principal elemento de producción es "pequeño, gris y está en el medio de las orejas y detrás de la frente", y cada uno de nosotros es el propietario de ese bien de producción. El tema es cómo lo utilizamos, a quién se lo damos y cómo lo gestionamos.

-De todos modos, mientras por un lado un alto porcentaje de la población puede capacitarse, otro tanto no está en las mismas condiciones, o tiene muy bajos ingresos como para perfeccionarse. ¿Qué hacemos con este sector?

-Esto es un tema de fondo y bastante obvio, y como dijimos anteriormente, cómo le vamos a decir a la gente que invierta en libros si no tiene satisfechas las necesidades mínimas.

En uno de los países donde trabajamos estamos estudiando un proyecto en el cual se le paga a la gente por estudiar, entonces, en lugar de darle el dinero en subsidios, dárselo directamente a cambio de que se perfeccione. Una de las soluciones a largo plazo es esta, no que la persona tenga dinero solo a corto plazo para que solucione las necesidades básicas sino que también vaya pensando en el futuro. El tema es que si no se puede hacer circular el dinero, se haga circular el conocimiento que va a dar resultado a corto, mediano o largo plazo. Pero esa es una herida que existe en todos los países latinos, donde lo que se hace continuamente es poner curitas. Yo vengo de México, donde en realidad hay mucha iniciativa y mucha creatividad para poner en marcha la gestión del conocimiento, pero para eso haría falta más aporte del estado.

-¿Tienen contacto con el ministerio de Educación?

-Si, hay bosquejos de algo.

-La consultora está trabajando desde el año 1996, ¿hay diferencias entre las empresas con las cuales trabajaron en la década pasada en comparación con la actualidad, a partir de la reactivación?

-Si, hay diferencia. En realidad parece que tiene que ver esto de la reactivación, y si no fuera por eso, algo pasa, y es algo positivo. Hay cada vez más empresas que toman contacto con nosotros para implementar estos conceptos entre sus empleados.

- También parece que hubo una época donde se dio un boom de postgrados y capacitación, mientras más títulos más exitoso, pero según una encuesta de SEL Consultores, entre 1998 y 2003 casi la mitad del personal ocupado no ha tomado ningún curso de perfeccionamiento. ¿La falta de salida laboral crea cierto escepticismo y la gente ya no está segura que el currículum vaya a garantizar más trabajo?

- Tiene que ver con dos cuestiones: una es el saber qué, y la otra es el saber cómo.

El saber qué es el conocimiento teórico, todo lo que te pueden dar los libros, la universidad; y el saber cómo es poner el saber en acción, como pasar de la teoría a la práctica, y ahí está el tema.

Es verdad que muchas veces se gasta demasiado en educación y todo lo relacionado a conocimientos teóricos, pero llega el momento en el que al entrar a una empresa empieza el problema de saber que hago.

También se suele caer en lo que yo llamo el Síndrome del Estudiante Crónico, que vive haciendo master pero llegado al momento de actuar, es muy grande la brecha entre la teoría y la práctica, entonces esto desanima un poco.

-¿También influye la recompensa, es decir, la relación con los salarios? Según el ministro de Educación, Daniel Filmus, desde los ‘80 la educación no asegura mejor remuneración, y ganan lo mismo los trabajadores con educación primaria que secundaria, apareciendo una pequeña diferencia en el nivel universitario.
-

-Si, igual el saber qué es muy importante porque es la base de todo el resto.

-Pero una vez más, la falta de mercado es un factor en contra. ¿Cómo se soluciona?

-Esto tiene que ver un 50% con la institución académica y un 50% con la persona. Desde el punto de vista de las instituciones formadoras de conocimiento, deberían incluir prácticas en interacción con la realidad misma; y desde la persona, tiene que ver con la proactividad, con la estimulación para superar el miedo al rechazo y/o fracaso.

El problema en los países latinos es que los presupuestos para capacitación son muy bajos, entonces no queda otra cosa que desarrollar la creatividad, porque hay que recurrir a gestionar y desarrollar el conocimiento con recursos o métodos no convencionales, cosa que no sucede en otros países. Por otro lado, muchas veces trabajar con bajos presupuestos es un desafío donde logras resultados extraordinarios.

-¿El argentino es creativo?

- Si, muy creativo.

-¿Pero faltan oportunidades??

-Si. Es así

-Y se permite que los grandes profesionales se vayan del país.

-Si, lo que llamamos la fuga de cerebros. En una conferencia reciente en México debatimos por qué no evitamos que se vayan los grandes profesionales, pero entre las conclusiones muchos oradores sostuvieron que por otro lado no es tan malo que abandonen el país, que de esta forma se tienen embajadores en todo el mundo.

- ¿Que rol cumple la experiencia en este contexto de gestión del conocimiento y que lugar le dan en las distintas dependencias de Belly Knowledge Management cuando asesoran a las empresas?

- Nosotros lo que hacemos es, por un lado, tomar en cuenta la experiencia y por el otro, la juventud, para mechar ambas realidades. Por ejemplo, las personas de mayor antigüedad en la empresa siguen aportando los conocimientos desde una manera externa, outsider, y se convierten en consultores externos sin desprenderse de la empresa. También se trata de poner a los nuevos gerentes a trabajar al lado de los viejos gerentes.

Hay cosas que no se pueden obviar, si tenes 10 años de experiencia trabajando en algo, es algo lógico y matemático que otra persona que recién comienza no va a ser igual. Pero tal vez, por otro lado, tampoco esa persona va a poder adquirir tan rápidamente toda una cultura, como por ejemplo a partir de las nuevas tecnologías que ya las trae incorporadas un chico de las nuevas generaciones que se crió con la computadora. Se trata de buscar la manera de potenciar las dos cosas.

- ¿Hay algún país de Latinoamérica donde se le de más importancia a la experiencia que en otros?

- No, eso es algo que se va acomodando, no es una tendencia definida, también tiene que ver con el tipo de empresa.

Donde si se ve mucho, especialmente en Argentina, es en las empresas del Estado, donde no se deshacen de las personas más grandes, hecho que se ve en las empresas privadas donde se valora la experiencia pero desde otro lado, y también se valora mucho la juventud.

- Qué avances hay entre el primer libro que escribió, "Hacia una empresa más humana", y entre el nuevo que acaba de presentar en México, "El Shok del management", donde las críticas hablan del sucesor de Peter Drucker?

- El primer libro fue a lo llano, que es la gestión del conocimiento, su concepto y características; y en el segundo se profundiza el cómo debería gestionarse el conocimiento.

- Si hoy tuviera la oportunidad de vender la fórmula para poder mejorar el mercado laboral, ¿cuál sería?

- Es un poco relacionado con lo anterior, por qué no hacer circular el conocimiento, incentivar a la gente para perfeccionarse. Por ejemplo los docentes, según los cursos que realizan se les da puntaje y eso ayuda a escalar. Por qué no implementar el mismo sistema en otros rubros para que la gente tenga motivaciones.

Por otro lado, Argentina tiene muy buenos profesionales, especializados, pero falta lograr que se apliquen los conocimientos a los hechos concretos, es lo mismo del saber qué y saber cómo.

También la economía no formal necesita de proyectos para buscar soluciones. En este caso, un autor muy conocido como Hernando de Soto, llamado el capitalista de los pobres, se dedicó a la recolección de datos en la economía.

Entre sus investigaciones, menciona aspectos importantes para la evolución de un mercado, como por ejemplo los trámites burocráticos para abrir una empresa. Mientras en Australia tienen dos días de trámites, en Inglaterra se tarda 17, y en otros países tarda cientos de días. En la Argentina, el mercado también impone sus trabas.

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