López Murphy en Eseade: 2 anuncios y alguna reflexión

POR EDGAR MAINHARD (*) una lástima tener de Presidente al que le toca el trasero a las periodistas y practica lucha libre en su despacho con su secretario privado, como afirma la revista Noticias de la Semana, habiendo gente más lúcida y capaz que cometió el pecado de no ser justicialista en un país donde un grupo de corruptos intendentes bonaerenses que se juntan a reclamar dinero a la Nación (qué mal ha sido administrada la provincia desde 1990... ) pueden definir quién gobernará a los argentinos. La verdad es que se merecen que su candidato los arrase

Ricardo López Murphy de regreso de Alemania y Europa oriental, en víspera de la difusión de la propuesta definitiva sobre la deuda externa defaulteada, me provocaba curiosidad.

Es probable que la cuestión de la deuda externa resulte la más trascendente en la relación presente y futura de la Argentina con el mundo pero también con sus propios ciudadanos, atendiendo a la realidad de que más de un 40% de la deuda del Estado argentino es con ahorristas argentinos.

No falta quien explique que, de todos modos, un presidenciable no tiene por qué saber de deuda y que esas cosas son para políticos. Es curioso que para la mayoría de los argentinos un político se encuentra habilitado para ser un 'nodólogo' porque puede carecer de cualquier conocimiento específico; puede ser un bruto, como la mayoría de los intendentes bonaerenses, "pero con cintura política".

Granujas... ¿qué es la "cintura política" si no una cuenta corriente con fondos públicos que pueden extrarse y corromper a leales y opositores?

La crisis argentina es profunda y aún no llegó a sus días peores, lamentablemente. Pero con la filosofía que impera, ¿a quien se le puede ocurrir que, por magia, se haya resuelto el desmadre?

Con semejantes cavilaciones llegué a Eseade, donde López Murphy arrancó casi con una hora de espera y unas cuantas sillas vacías, lo que resultaría interesante identificar si fue un déficit de la convocatoria o un desinterés por López Murphy o por el tema.

Creo que López Murphy arrancó muy bien explicando que la cuestión de la deuda se vincula con la arquitectura jurídica de la Nación, con los contratos básicos sobre los que se construye la Nación, y esto no ha sido percibido aún por los políticos. De lo contrario la mayoría de los líderes en actividad en este pobre país no hubiesen festejado el fracaso (el default) en la Asamblea Legislativa de diciembre de 2001.

Nicolás Avellaneda fue quien dijo que la Nación tenía un honor, una bandera y un crédito; y esto es muy cierto, pero la mediocridad imperante no lo entiende y es más: hoy cree que puede gobernar sin costos un país con 47% de la población económicamente activa que padece problemas laborales. Incapaces, mediocres, disparatados.

Lo encontré a López Murphy sólido en sus conceptos y explicando que no es el número del descuento lo que hay que mirar porque el número es una resultante, no el origen. Lo que ocurre es que éste es un Gobierno que pone siempre el carro delante del caballo y pretende que la gente aplauda semejante tontería como si fuese una genialidad.

Siempre habrá un profesional de ética desconocida, tipo Artemio López o Enrique Zuleta Puceiro, dispuesto a demostrar que, más allá de todo, hay gente que apoya en forma mayoritaria la decisión presidencial; y semejante aval legitima la estupidez. Por donde se lo mire, sorprendente pero así se gobierna la Argentina, y no desde hoy sino desde 40 ó 50 años. Porque con Carlos Menem o Raúl Alfonsín o los militares o Fernando De la Rúa o Eduardo Duhalde no fue muy diferente.

No voy a abundar en los conceptos de López Murphy porque fui a escucharlo para, junto a lo que me quedó de una exposición de Jorge Asís en la Fundación Atlas, y una larga conversación con el sociólogo Jorge Giacobbe, escribir mi columna semanal en la revista Edición i.

Lo que es importante deslizar son las 2 noticias que brindó López Murphy en el encuentro.

** A la hora de cuantificar los activos del Estado argentino que respaldan los nuevos compromisos que se asumió, incluyó a Yacyretá ya que el Ente Binacional es deudor del Estado argentino en US$ 10.000 millones que se supone debe pagar con electricidad. López Murphy pidió que nadie se olvide de esta cifra ahora que se discute qué hacer con Yacyretá, no vaya a ser que en la privatización o concesión de la represa no se tenga en cuenta que le adeuda al Estado nacional US$ 10.000 millones, que no es una cifra menor. Y el Estado nacional somo todos los ciudadanos.

** La Argentina sigue confundiendo a sus potenciales socios. Los considerandos del proyecto para enviar tropas a Haití no coinciden con la letra chica del mismo proyecto. Probablemente esto sea producto de las contradicciones que hay en el oficialismo, que debe votar en el Congreso, acerca de esta iniciativa. Pero otra vez la Argentina dice algo y luego en la instrumentación no lo reafirma. En días en que está intentando convencer a los acreedores que habrá un proyecto de reestructuración de deuda que será cumplido en el tiempo, resulta, por lo menos, complicado.

En fin, una lástima tener de Presidente al que le toca el trasero a las periodistas y practica lucha libre en su despacho con su secretario privado, como afirma la revista Noticias de la Semana, habiendo gente más lúcida y capaz que cometió el pecado de no ser justicialista en un país donde un grupo de corruptos intendentes bonaerenses que se juntan a reclamar dinero a la Nación (qué mal ha sido administrada la provincia desde 1990... ) pueden definir quién gobernará a los argentinos. La verdad es que se merecen que su candidato los arrase.

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(*) U24, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2004.

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