No cede la presión salarial bonaerense

Gremios de estatales desatados presionan a Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires, solicitando ajustes salariales sin revisarse cómo reformar los estatutos vigentes para asemejarlos a los convenios del sector privado en lugar de que el empleo estatal siga siendo un premio a la improductividad, y esto incluye a los docentes.

Los gremios de los estatales bonaerenses nucleados en la CGT regional decidieron anoche "posponer" el paro que habían anunciado para el lunes y martes próximos, hasta escuchar la nueva oferta de recomposición salarial que el lunes les formularía el Gobierno.

Pero los sindicatos que adhieren a la CTA (ATE, Judiciales, Cicop) convocaron a nuevas medidas de fuerza para martes y miércoles.

La actitud de CTA, según uno de sus dirigentes, Hugo Godoy, tiene que ver con que esa central "no fue convocada" a la reunión que el lunes a las 15:00 mantendrán los dirigentes cegetistas en la Gobernación.

Desde la Gobernación se admitió ayer que habrá una nueva oferta salarial, aunque se habló de "reformular la propuesta manteniendo el monto total" que se destinará a la mejora de sueldos. Pero ayer sobraron las especulaciones respecto de cuál será realmente el nuevo ofrecimiento, y en general se estimaba que se ofrecerá un aumento mayor que el pautado hasta ahora.

Por lo pronto, la posibilidad de que se determine un aumento salarial mayor que el previsto inicialmente se asienta en el virtual acuerdo que el gobierno bonaerense alcanzó en las últimas horas con la administración nacional para que ésta pague una deuda con la Provincia del orden de los 300 millones de pesos.

Como se sabe, los gremios rechazaron, por "insuficiente y discriminatoria", el anuncio oficial del lunes pasado: un aumento masivo de $ 70 remunerativos (que se convierten en $ 57 de bolsillo) para los salarios y jubilaciones inferiores a $ 1.000, y la equiparación de las asignaciones familiares con las que paga Nación (de $ 9 a $ 40 por hijo en el caso de los sueldos de hasta $ 725 nominales).

En ese marco, una de las posibles ofertas que trascendieron ayer sería la de "redistribuir" los $ 70 de manera que el aumento llegue a la totalidad de los 480.000 estatales, incluyendo a los pasivos. Para lograrlo, la propuesta oficial sería pagar una suma fija de $ 22 en concepto de asignaciones familiares por hijo, que es el monto que se paga en el sector privado, en lugar de $ 40 como se abona a los estatales nacionales, y aumentando en cambio el monto fijo y general de incremento. En ese caso, los gremios cegetistas pedirían que el incremento salarial sea bonificable para que se cuente para el cálculo de la antigüedad y que su monto se estire de los $ 70 originales a "por lo menos $ 100".

Otra posibilidad sería mantener el aumento de $ 70 remunerativos "pero bonificables", que se agreguen otros $ 20 en concepto de suma fija no remunerativa, y aceptar el cambio de las asignaciones familiares de $ 40, $ 30 y $ 20 según el monto del salario por el valor fijo de $ 22 por hijo como cobran los trabajadores del sector privado.

Lo cierto es que los 21 gremios de estatales nucleados en la CGT regional reaccionaron favorablemente -como había anticipado este diario- ante la respuesta a la carta que el martes último le enviaron al gobernador Felipe Solá y decidieron "posponer" los paros que habían anunciado para la próxima semana.

Al convocar a los gremios cegetistas a la reunión del lunes por la tarde, el ministro de Economía, Gerardo Otero, admitió que el gobierno de Felipe Solá "analiza" la posibilidad de reformular la oferta salarial.

Por su parte, ATE Provincia y los otros gremios de CTA resolvieron ayer ir a un nuevo paro, esta vez de 48 horas, para el martes y miércoles próximos en reclamo de un aumento salarial y en rechazo a la propuesta oficial de incrementar los haberes del personal en $ 70.

Hugo Godoy, señaló ayer que esa central sindical "no fue convocada" a la reunión del lunes por el ministro de Economía por lo que ayer se resolvió la medida de fuerza.

Además del paro, ATE Provincia planea una movilización a la Gobernación, el miércoles

Los principales sindicatos docentes de la Provincia, SUTEBA y FEB, que conforman el Frente Gremial Docente Bonaerense, rechazaron ayer una oferta de mejora salarial del Gobierno y anunciaron un nuevo paro de actividades para el próximo miércoles 16.

La medida, que incluirá una movilización en La Plata se enmarca en el plan de acción que viene llevando a cabo la docencia estatal en reclamo de un aumento de haberes y la incorporación de sumas en negro al sueldo básico del sistema. SUTEBA y FEB ya realizaron dos días de huelga en las últimas dos semanas. El planteo docente se suma así al que vienen sosteniendo desde fines de mayo los auxiliares (porteros y cocineros), con sucesivos paros que en algunas escuelas ya restan más de una semana de clases.

La huelga para el miércoles fue confirmada por la dirigencia docente al no encontrar un punto de acuerdo con el director general de Cultura y Educación, Mario Oporto, en torno a la aplicación del esquema general de aumentos del personal estatal en el área educativa. La cúpula gremial rechazó una oferta del Gobierno que consiste en sumar $ 150 millones a la masa salarial del sector para mejorar el sueldo básico de $ 234 por cargo de maestro de grado (la unidad de cálculo del escalafón).

Inicialmente, el Gobierno presentó un aumento de $ 70 para los docentes con salarios inferiores a mil pesos por dos cargos, que significa la extensión de la oferta realizada al resto de los empleados públicos. Pero tanto los gremios, como la conducción de Educación, entienden que la masa asignada a la cartera para cubrir ese esquema ($ 150 millones al año) debe aplicarse directamente sobre el sueldo básico, de manera que se modifique toda la escala salarial.

Los gremios sostienen que con ese monto general el retoque tendría un impacto mínimo en los bolsillos (la mayor parte iría a cubrir aportes de sumas que hoy se cobran en negro). Por eso reclaman que se concedan $ 70 por cada uno de los 340.000 cargos que ocupan los 220.000 docentes del sistema. De esa forma haría falta una inyección de $ 240 millones.

Jorge Martín de la FEB dijo que "el aumento se debe dar tomando en cuenta los 340.000 cargos docentes que existen y sobre todo llevar esa cifra al sueldo básico porque es la única forma que va a redundar en una justa retribución a la carrera docente". Oporto, reconoció que "cuando se pasa un plus no bonificable al básico, en general, se usa una masa muy grande para una repercusión de bolsillo a veces pequeña". No obstante destacó que "el sueldo de bolsillo se va a ver beneficiado con el aumento del incentivo docente, que va a ser de $ 90 a partir de julio y de $ 110 a partir de setiembre".

El funcionario pidió a los gremios una tregua y aseguró que "el paro hoy no es entendible y la única víctima es el chico sin clases. Estamos en una situación de negociación, de propuestas y de contrapropuestas no agotadas, así que le pedí a los gremios que en lugar de paro entremos la semana que viene en una nueva instancia de diálogo", dijo Oporto.

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