Aguer a Kirchner: "Yo no veo los pobres por televisión"

El Ejecutivo Nacional intenta cerrar la polémica con los obispos católicos argentinos, luego de haber bombardeado las posiciones de Héctor Aguer, el clérigo de la ciudad de La Plata. Pero Aguer dio explicaciones luego del ataque del Presidente, y dijo que Kirchner opinaría diferente si tratara más a los obipos.

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, respondió hoy a las críticas de Néstor Kirchner luego de señalar su "sorpresa" por "la reacción del Presidente de la Nación, sobre todo porque incurrió en el ataque personal y con términos de descalificación".

En su reflexión semanal en el programa televisivo "Claves para un Mundo Mejor", el prelado se refirió al reproche presidencial por el recordado aval del arzobispo de La Plata que permitió la liberación de Francisco Trusso. Al respecto, sostuvo que colaboró con la excarcelación del ex banquero por "pedido de la familia. No desembolsé un centavo. Se trato de una caución moral y es algo de lo cual no tengo que avergonzarme como si fuera un desliz que hubiera menoscabado mi autoridad moral".

"Además yo no veo a los pobres por televisión. Conozco la pobreza desde mi infancia y no me he enriquecido al acceder al Episcopado", agregó.

Por último, consideró que "si el Señor Presidente tratara asiduamente con los obispos comprendería en modo muy sencillo que todos, todos los obispos, tratamos de ayudar para que las cosas mejoren y que deseamos sinceramente y esperamos que la gestión de su gobierno pueda llevar prosperidad y paz al pueblo argentino".

# El documento de Aguer

Hace una semana, Aguer manifestó, en declaraciones que enojaron a Néstor Kirchner:

En toda sociedad existen conflictos inevitables y hay que decir que el conflicto entre distintos grupos o sectores que constituyen una comunidad pueden desempeñar un rol positivo en la dinámica social. Esto ocurre cuando el conflicto se configura como una honesta discusión fundada en la búsqueda de la justicia y hasta podemos decir que es legitima una lucha por la justicia.

Pero esta lucha por la justicia no debe deslizarse hacia la lucha de clases porque podemos hablar de lucha de clases cuando el conflicto ya no resulta contenido o limitado por pautas éticas o jurídicas y es cuando se desencadena fácilmente la violencia, el odio reciproco y cuando no se busca el bien común sino el bien de un sector que se pretende imponer con la destrucción del adversario.

En la situación que vive la Argentina hoy, el problema social se ha crispado excesivamente y nosotros notamos que el conflicto esta saliéndose de madre. Esto quiere decir que es necesario extremar la sensatez y la cautela. Es cierto que tenemos problemas muy serios en nuestro pueblo.

Se han ido acumulando frustraciones, hay mucho resentimiento en la sociedad y sobre todo se insinúa la posibilidad lamentable de que todo eso sea interpretado ideológicamente y que también sea llevado, sea empujado, hacia donde los principales protagonistas no quisieran ir.

Además existe otra tentación en la cual se incurre frecuentemente en nuestra vida política y es la de utilizar políticamente el conflicto y a sus protagonistas. Es la tentación de pretender instrumentarlo todo.

Creo que son momentos para la reflexión, para promover la sensatez, la moderación y la concordia porque sin estas actitudes será imposible identificar los auténticos objetivos nacionales que nos permitirán salir de la situación difícil en la que nos encontramos y mucho más imposible será alcanzarlos.

Hoy, Guillermo Olivieri, secretario de Cultos e insignificante dirigente del PJ porteño (que no existe, como cualquiera sabe menos Miguel Ángel Toma, su líder), deslizó que intenta que los obispos y el Presidente se encuentren para acercar posiciones, una hipocresía en la que hoy tiene más para ganar Kirchner que los obispos, a quienes su ofensiva en la crítica social conviene considerando que el plan económico comienza a caerse.

"Es muy probable que en los próximos días haya algún encuentro". La frase pertenece al secretario de Culto de la Nación, Guillermo Olivieri, quien de esa manera confirmó que el Gobierno nacional está gestionando una reunión entre el presidente Néstor Kirchner y las autoridades del Episcopado, para limar asperezas después de los últimos cruces verbales con algunos obispos.

De todas maneras, después de la fuerte critica a Aguer, el Presidente bajó el tono de sus cuestionamientos. Ayer, inclusive, dijo en Tucumán que estaba dispuesto a recibir a los representantes de la Iglesia "con los brazos abiertos". "Yo soy parte de la Iglesia y ellos son mis pastores", afirmó el mandatario ante los periodistas.

Olivieri, por AM Del Plata, salió a reforzar este acercamiento: "Es muy probable que en los próximos días haya algún encuentro, eso lo resolverá la Mesa Ejecutiva del Episcopado. Ya ha habido una primera y creo que una segunda va a ayudar muchísimo a limar algunas situaciones".

"Creo que la Iglesia adoptó una posición importante, muy prudente ante una situación que me parece todos los ciudadanos criticamos", sostuvo el secretario de Culto. Y agregó: "Creo que ayer el presidente de la Comisión Episcopal también hizo alusión a que no era problema de toda la Iglesia".

Olivieri reconoció que "la crítica no tiene que molestar a nadie y no tiene que molestarle a este Gobierno".

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