Bolivia: Gana Mesa como anticipó Edición i

El anticipó de Edición i y la consultora Apoyo acerca del triunfo que obrendrá Carlos Mesa en su referendo sobre el gas ha sido confirmado en Bolivia. Pero, a la vez, hay presunción de que no quedará cerrado el debate acerca del destino de los hidrocarburos.

Asólo 5 días del referendo que busca delinear la política energética y el destino de las reservas de gas de Bolivia, el presidente Carlos Mesa puede estar optimista: según otro sondeo difundido en su país.

La opción "Sí" promovida por su gobierno concentra las preferencias de la población. El resultado permite auspiciar un amplio triunfo de Mesa en la consulta, con la que también pretende legitimar y consolidar su gestión hasta 2007, tras haber asumido el poder en medio de una intensa convulsión social en 2003.

A pesar de que persisten las dudas sobre el alcance del referendo y los cuestionamientos a su complejidad, el estudio de la consultora -un simulacro de referendo en siete ciudades, realizado el 10 de julio- adelantó una mayoritaria respuesta positiva a sus cinco interrogantes.

En ellas, los bolivianos deben decidir la exportación del gas, si se anula la actual Ley de Hidrocarburos, si se recupera la propiedad del gas "en boca de pozo" (lo que permitirá decidir qué hacer con el gas) y si se fortalece la empresa petrolera estatal.

La pregunta cuatro, referida al uso del gas como instrumento para presionar a Chile a negociar una salida soberana al Océano Pacífico, es la que acapara menor adhesión, con 57%, un antecedente que fue calificado como "novedoso" por el diario boliviano La Razón.

"Lo que estoy pidiendo es el sí para utilizar el gas como elemento estratégico para nuestra demanda marítima (...) Primero es mar con soberanía y después gas, ese concepto debe quedar claro", subrayó el domingo Mesa, quien asumió el poder en octubre tras la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada. Pese al duro discurso, el Presidente destacó la voluntad del presidente chileno Ricardo Lagos de "arreglar todos los problemas pendientes con Bolivia".

Los análisis apuntan a que, con el referendo, Mesa busca legitimar su Presidencia y poder exhibir cierto respaldo popular para impulsar reformas. "Mesa se está jugando el todo por el todo con la consulta y en caso de que no logre un apoyo suficiente en el referendo podría verse afectada la estabilidad de su gobierno", explicó a La Tercera el analista político Jorge Lazarte.

La confirmación del carácter obligatorio de la consulta por parte del Tribunal Constitucional de Bolivia el sábado pasado, disminuyó la posibilidad de que menos del 50% del electorado acuda a votar. Si eso sucediera, la consulta se convertiría en un fracaso de Mesa en sus esfuerzos por poner fin a la inestabilidad en el país.

"Tal como ha sido diseñada la boleta, apunta a un triunfo del sí", comenta Alvaro García, profesor de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, acotando que "falta saber si ese triunfo va a ser abrumador o si va a verse debilitado por una fuerte presencia del voto nulo o la abstención".

Ello, porque aún no se sabe la fuerza de sectores opositores que han llamado a boicotear la consulta. Estos grupos han pedido desde no ir a votar hasta quemar urnas y papeletas. La mayoría de las agrupaciones sindicales y campesinas que se oponen al referendo alegan que éste no incluye la opción de nacionalizar el sector energético.

Analistas y políticos bolivianos han advertido que la consulta no cerrará el debate sobre el destino de los hidrocarburos y que, por el contrario, puede abrir la puerta a una mayor radicalización en el país. Según García, esto se debe a que el referendo es "anacrónico" y no contempla el debate actual en Bolivia, respecto a avanzar o no hacia la nacionalización de estos recursos.

"Crea más problemas que los que pretende resolver. Sus preguntas no son inteligibles y darán respuestas ambiguas, que el Congreso tendrá que interpretar, por lo que el referendo ya no será vinculante y sólo será fuente de nuevos conflictos", dice Lazarte.

En este escenario -mientras el gobierno acelera las campañas de información- Mesa aclaró, ante el temor de los inversionistas, que un sí a la consulta no significa dar paso "a la nacionalización entendida como expropiación o confiscación".

El Movimiento al Socialismo (MAS) del licuado Evo Morales, anunció que volverá a movilizarse si el gobierno no nacionaliza los hidrocarburos.

Dejá tu comentario