Exclusivo: Banco Espirito Santo financiará el tren de Sobisch

Espirito Santo había puesto como condición para financiar la obra más ambiciosa que tiene Neuquén, un acuerdo entre Jorge Sobisch y Néstor Kirchner, que aparentemente se producirá en las próximas horas. Es el primer financiamiento privado externo a una obra pública argentina desde el default.

El gobernador Jorge Sobisch cumplió con lo solicitado por el financista portugués de la obra ferroviaria de interconexión con Chile al que tanto apuesta su gestión. Fuentes seguras confiaron a U24 que es el Banco Espirito Santo, de Portugal, el financista de la red ferroviaria que desea extender el gobernador neuquino.

Espirito Santo confió a U24 que exigían un acuerdo de Neuquén con el Gobierno nacional porque la obra supone abrir un paso adicional a Chile y eso no es una mera competencia provincial.

Sobisch se reunió ayer con el secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime. Y Néstor Kirchner recibirá hoy al gobernador Sobischl, quien luego, se reunirá con el presidente chileno Ricardo Lagos.

El Ferrocarril Trasandino del Sur recibirá así un fuerte impulso.

Sobisch irá a Chile entre el 26 y 30 de este mes. Allí Sobisch encabezará una reunión con los intendentes de las regiones VIII, IX y X de Chile; mientras que para el 28 tiene previsto reunirse con el presidente Lagos.

Desde hace 4 años Sobisch realiza una presión con respecto a la puesta en marcha de las obras del Trasandino del Sur.

Sólo una vez confirmada la agenda de reuniones que mantendrá en Chile, Sobisch le solicitó al ministro de Interior, Aníbal Fernández, que le comunicara a Kirchner la necesidad de reunirse cuanto antes.

El gobernador patagónico le dejó trascender a la administración Kirchner: "No puedo reunirme con la máxima autoridad chilena, sin siquiera, mostrarle a Kirchner todo lo que hemos avanzado y lo que estamos a punto de concretar".

La reunión con el presidente chileno y el gesto, del neuquino, de involucrar al gobierno nacional en la consolidación del Trasandino fue muy bien visto por Kirchner, quien en cuestión de horas le confirmó la voluntad y el interés de recibirlo.

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