Cuando la Bonaerense quiso matar a Telleldín

Carlos Dutil fue editor a cargo de investigaciones del semanario Noticias, y murió muy joven. El escribió el libro La Bonaerense, junto a Ricardo Ragendorfer, corroborando la hipótesis de la instrucción del juez Juan José Galeano. Sin embargo, hoy día Ragendorfer, desde la revista TXT, especializada en el pago a delincuentes arrepentidos, cambió totalmente sus hipótesis del libro.

Dutil y ex Ragendorfer (no el actual Ragendorfer): "El 28 de mayo, el propio Ribelli llamó por teléfono a la casa de Villa Ballester (domicilio particular de Telleldín) para reclamar el pago de la deuda. Telleldín pidió unos días más, argumentando lo difícil que estaban las cosas y juró que pagaría. El Patrón concedió, pero pronto resultó evidente que los tiempos no eran los mismos para uno y otro. El policía tomó sus recaudos. A fines de junio la capacha reapareció en los alrededores de la vivienda de Boragni y Telleldín.

El 4 de julio el Petiso compró una camioneta Traffic a Alejandro Monjo para doblarla con otra que robaría César Fernández, habitual proveedor de Telleldín de vehículos ajenos. Bareiro pasó el dato a Leal e inmediatamente llegó a oídos de Ribelli, quien ordenó cerrar el cerco sobre su escurridiza víctima.

Junto a los de Vicente López, sus hombres pusieron manos a la obra. Con la sutileza que caracteriza a los Patas Negras, Leal se disfrazó de ciego para vigilar de cerca la puerta de la casa de Telleldín. A éste le extrañó sobremanera toparse otra vez con un no vidente en su camino, en particular con ese cieguito que seguía con el gesto los coches que pasaban.

-Me parece que tengo encima una brigada. Nunca vi un ciego que mueva la cabeza- fue el comentario que hizo Telleldín a su compañera antes de desaparecer del lugar...
Tesoneros, los policías lograron, casi a pesar de sí mismos, su objetivo. El día 10, Telleldín publicó en el diario (Clarín) la venta de la Traffic doblada y ya no pudo eludirlos. A las dos y media de la tarde un policía lo fue a buscar a la casa y lo llevó ante Ibarra y Pino Leal, que esperaban a la vuelta.

-El jefe quiere que pagues- le dijo Leal.

El Petiso les entregó la camioneta que ocho días después estallaría en la puerta de la Amia, pero logró conservar el Renault 19 trucho con el cual se movilizaba y que los policías también le reclamaron: la participación de Leal y su gente había incrementado el precio de su tranquilidad de $ 16.000 a $ 40.000. Regresaron a su casa y allí les firmó un boleto de compraventa a nombre de un tal Ramón Martínez. Prometió saldar el resto en pocos días más.

El 14 de julio, los de Vicente López volvieron por él.

Antes, habían blanqueado el asunto dando parte al jefe de la Brigada, el Tano Enrique Forgione. El subcomisario Jorge Rago comisionó a Leal, quien con Bareiro y dos sargentos, llegaron a Villa Ballester para ver cómo Telleldín y su mujer huían en el Renault 19 gris metalizado que buscaban.

El sargento García alcanzó a disparar y Leal, a bordo de su Galaxy azul, lo persiguió varias cuadras, pero el cordobés (Telleldín) logró escabullírseles. Leal informó por teléfono a Rago del fracaso y decidió regresar a vigilar la casa de Boragni, por si Telleldín volvía."

Una pregunta: ¿Los policías bonaerenses que le quitaron la Traffic a Telleldín intentaron matarlo días después simulando un enfrentamiento? Hasta ahora, los jueces del TOF Nº 3 no han logrado que durante el juicio se aclare, ¿lo resolverán en la sentencia?

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