Ocaña admite recibir presiones

La directora ejecutiva del PAMI, Graciela Ocaña, admitió recibir presiones de algunos prestadores hospitalarios pero repitió su intención de querer "cambiar las cosas" en el Instituto.

Mientras Graciela Ocaña admitió recibir presiones de algunos prestadores hospitalarios, estas instituciones confirmaban su denuncia: la Confederación Argentina de Clínicas Sanatorios y Hospitales (CONFECLISA) amenazó nuevamente con suspender los servicios a los jubilados si la obra social no paga el aumento de las cápitas previsto para mayo, junio y julio.

"Presiones siempre existen y el rehén es el jubilado. La amenaza es que se queden sin atención. Pero también existe la firme decisión de cambiar las cosas y de no seguir manteniendo la actual realidad, donde el PAMI termina siendo rehén de algunos intereses. Son cuestiones que estamos subsanando para mejorar la calidad del servicio, porque queremos sentar las bases de un nuevo PAMI ", manifestó Ocaña desde Santa Cruz.

"La continuidad en la atención de afiliados del PAMI en clínicas, sanatorios y establecimientos privados de salud podría suspenderse en los próximos días en caso de que esa obra social no haga efectivo el pago del aumento", informó en un comunicado CONFECLISA.

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